Chirac y Schr?der mantienen el desacuerdo

Alemania y Francia no lograron ayer resolver sus diferencias ante la cumbre europea que se celebrar¨¢ la pr¨®xima semana en Niza. El conflicto b¨¢sico que persiste tras la reuni¨®n que el canciller federal alem¨¢n, Gerhard Schr?der, y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, celebraron ayer en la ciudad de Hannover es la definici¨®n del nuevo peso espec¨ªfico de ambos Estados en una Uni¨®n Europea (UE) ampliada.Los dos pol¨ªticos comieron un suculento codillo en una mansi¨®n oficial de invitados situada en la vecindad del domicilio familiar del canciller en la capital de Baja Sajonia. Sin embargo, no pudieron hincarle el diente al "n¨²cleo duro" del problema que enfrenta a dos pa¨ªses claves de la construcci¨®n europea. Unas dos horas -ni m¨¢s ni menos que el tiempo previsto- dur¨® la reuni¨®n de Hannover. Presentes en ella estuvieron los ministros exteriores de Francia, Hubert V¨¦drine, y Alemania, Joschka Fischer, y el alto representante de la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n de la Uni¨®n Europea, Javier Solana, que ha acompa?ado al presidente franc¨¦s en casi todas las etapas de un maratoniano periplo por 14 pa¨ªses. Schr?der y Chirac reiteraron su deseo de llegar a un acuerdo en Niza, pero no pudieron traducir la ret¨®rica sobre la necesidad del ¨¦xito en realidades presentables. Las divergencias que podr¨ªan torpedear Niza, no obstante, han quedado reducidas.

Evoluci¨®n distinta

En esencia, se trata de la importancia relativa en la UE de dos pa¨ªses, que han evolucionado de modo distinto desde que se aliaron en los a?os cincuenta para hacer imposible una nueva guerra entre ambos. "Los problemas que afectan la sensibilidad de las dos naciones y de los dos pueblos se expresan en la representaci¨®n de los pa¨ªses en la comisi¨®n y en la ponderaci¨®n de voto", dijo Chirac. "En este campo progresamos con lentitud", admiti¨® el presidente franc¨¦s, quien acto seguido aventur¨® la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo en la Conferencia de Niza."O bien hay una soluci¨®n, o bien ninguna soluci¨®n, y si hay una soluci¨®n, ser¨¢ en el ¨²ltimo momento de Niza y ¨¦ste ser¨¢ el momento en el que cada uno deber¨¢ asumir sus responsabilidades", sentenci¨® Chirac, quien dej¨® as¨ª claro que los problemas fundamentales, de ser resueltos, lo ser¨¢n en Niza entre los 15 miembros de la UE, pero no antes. "No trat¨¢bamos de llegar a un acuerdo, sino de hacer posible el acuerdo", dijo a esta corresponsal el ministro de Exteriores alem¨¢n, Joschka Fischer. "Esto no es el directorio", agreg¨® Fischer para dar a entender que la UE no est¨¢ dirigida exclusivamente por Francia y Alemania.

La resoluci¨®n de los problemas pendientes a ¨²ltima hora se ha dado en otras cumbres cargadas de tensi¨®n, como la de Berl¨ªn, que en marzo de 1999 aprob¨® la Agenda 2000 tras una noche de duras negociaciones entre Alemania, por una parte, y Francia y Espa?a, por la otra. Sin embargo, la mayor ampliaci¨®n de la historia de la UE, la delicada salud del euro y el hecho de que los problemas pendientes no pudieron resolverse para el tratado de Amsterdam son tres factores que convierte a Niza en una prueba de superior envergadura. Alemania, que ha insistido en desmarcarse de Francia con un n¨²mero superior de votos en el Consejo de Ministros de la UE, podr¨ªa renunciar a su pretensi¨®n mediante un "arreglo sofisticado" que abriera la posibilidad de llevar a cabo la ampliaci¨®n al Este sin m¨¢s obst¨¢culos tras la cumbre de Niza, opinaban ayer medios diplom¨¢ticos involucrados en la preparaci¨®n del evento. En el mismo sentido se expresaban otras fuentes, que exclu¨ªan la posibilidad de que Chirac d¨¦ marcha atr¨¢s en sus posiciones dada la rivalidad que le enfrenta con su jefe de Gobierno, Lionel Jospin, y la cercan¨ªa de las elecciones parlamentarias en 2002.

Para dar satisfacci¨®n a Chirac, Berl¨ªn puede eventualmente plegarse al criterio hist¨®rico y pol¨ªtico tradicional del t¨¢ndem franco-alem¨¢n y mantener el mismo n¨²mero de votos que Francia en el Consejo. Sin embargo, Alemania se desmarcar¨¢ en la pr¨¢ctica de su vecino porque piensa que ello responde a la realidad que comenz¨® con la reunificaci¨®n en 1990, a su peso econ¨®mico en Europa y a su reorientaci¨®n hacia un ¨¢mbito centroeuropeo y n¨®rdico tras el traslado de la capital a Berl¨ªn.

El acuerdo sobre los votos en el Consejo y el tama?o de la Comisi¨®n debe ser "aceptable para todos, pero capaz de permitir una gesti¨®n seria de la Europa ampliada del ma?ana", dijo Chirac. "Si tenemos ese acuerdo", sentenci¨®, "no habr¨¢ ning¨²n problema franco-alem¨¢n". "Debe haber un compromiso y lo habr¨¢", dijo Schr?der refiri¨¦ndose al tama?o de la Comisi¨®n, que, a su juicio, debe "respetar" los intereses de los pa¨ªses peque?os y medianos. Niza no fracasar¨¢ por causa de las "divergencias" sobre la reponderaci¨®n de voto en el Consejo, dijo el canciller. El tema, sentenci¨®, no se reduce a un problema de las relaciones bilaterales franco-alemanas, sino que debe tener en cuenta a los pa¨ªses medianos y peque?os, pero evitar tambi¨¦n que los grandes adopten una "posici¨®n defensiva".

M¨¢s fluidez

En los otros temas de Niza, tales como las cooperaciones reforzadas, las decisiones por mayor¨ªa cualificada y el proceso posterior a la conferencia, la situaci¨®n parece mucho m¨¢s fluida, y los problemas existentes -las reservas acumuladas y no coincidentes de cada uno de los pa¨ªses al voto por mayor¨ªa- tienen m¨¢s una dimensi¨®n cuantitativa que cualitativa. Francia y Alemania est¨¢n de acuerdo en que se deben hacer progresos hacia las decisiones por mayor¨ªa cualificada porque de lo contrario la ampliaci¨®n ser¨ªa dif¨ªcil, dijo Schr?der.Por su parte, las "cooperaciones reforzadas" avanzan de una forma que parec¨ªa imposible hace cuatro meses, seg¨²n dijo Chirac. Sin hacer hincapi¨¦ en la conferencia intergubernamental de 2004, que ha propuesto el Gobierno federal alem¨¢n para hablar de la divisi¨®n de competencias entre los diferentes niveles de la construcci¨®n europea, el canciller dijo estar convencido de que la estrecha cooperaci¨®n franco-alemana acompa?ar¨¢ el "discurso europeo" posterior a Niza. En su balance de la reuni¨®n de Hannover, Chirac destac¨® que ¨¦sta hab¨ªa "impulsado" la soluci¨®n de los problemas y una mejor comprensi¨®n mutua. Los contactos permiten "suavizar" las posiciones, se?al¨® el presidente, construyendo su frase optimista en modo impersonal.