La victoria olvidada

Siempre que a Sergio Garc¨ªa se le empieza imprudentemente una pregunta record¨¢ndole que en el a?o 2000 no ha ganado ning¨²n torneo, El Ni?o sonr¨ªe entre dientes, mira fijamente con sus ojos claros, y recuerda: "No, no, puede que 2000 no haya sido mi mejor a?o, pero algo he ganado". Tiene raz¨®n, claro. Sergio garc¨ªa no ha ganado el a?o que termina ning¨²n torneo del circuito norteamericano, tampoco del europeo, el asi¨¢tico o el australiano; tampoco ninguna competici¨®n por equipos ni del circuito mundial, pero s¨ª que ha ganado un torneo. O para ser m¨¢s precisos, un cara a cara. Fue el 29 de agosto, fue un peculiar desaf¨ªo a 18 hoyos especialmente montado para ser televisado en prime time. Fue un torneo con s¨®lo dos participantes. Uno fue Sergio Garc¨ªa, evidentemente, que fue el ganador. Y el otro fue, claro, hombre, Tiger Woods, el que perdi¨®. Fue un desaf¨ªo singular en el desierto californiano, fue llamado la Batalla de Bighorn, y Sergio Garc¨ªa gan¨® por un hoyo de diferencia al hombre que hac¨ªa un mes se hab¨ªa convertido en el m¨¢s joven ganador de un Grand Slam de la historia. Y la cosa se alarg¨® tanto que los ¨²ltimos hoyos se jugaron con luz artificial, ya entrada la noche. Y las cr¨®nicas tambi¨¦n dicen que el norteamericano ten¨ªa tal gripazo que temblaba de fr¨ªo en la c¨¢lida noche de agosto en California.