Futuro

Con los congresos de UV y EU se cierra el a?o congresual: primero fue el BNV, despu¨¦s el PSPV-PSOE y, recientemente, el PP. Excepto en el caso del PSPV-PSOE (que fue un c¨®nclave re?ido, con expectativas y suspense hasta el final), el resto de los congresos fueron o de aclamaci¨®n (ma non troppo, en el caso de EU; inevitablemente en el de UV; y, al estilo de Lampedusa, en el del BNV) o de continuidad sin grandes fisuras (especialmente, el del PP).El conjunto de las fuerzas pol¨ªticas valencianas significativas han realizado su performance y se encuentran en la parrilla de salida para disputarle al partido gubernamental, el PP, su puesto privilegiado en la pol¨ªtica valenciana y en la espa?ola. La carrera tiene una primera cita en junio del 2003, en forma de elecciones locales y auton¨®micas, y, a juzgar por los incipientes movimientos de la oposici¨®n, el futuro se empieza a dise?ar en tres direcciones, de momento poco coincidentes.

Primera. El PSPV-PSOE est¨¢ releyendo su pol¨ªtica de pactos en los Ayuntamientos valencianos para darles coherencia y constituirlos en dato previo a movimientos posteriores de consulta y di¨¢logo con el resto de la oposici¨®n de izquierda (EU y BNV) y puede encontrarse con algunos contrasentidos que le impidan un fluido acercamiento. En todo caso, si las encuestas contin¨²an favoreciendo el voto socialista, el proceso puede que se enfr¨ªe.

Segunda. El reciente congreso de EU parece abocarle a la b¨²squeda de pactos con el resto de la izquierda (el BNV, y otras fuerzas de menor significaci¨®n), resolviendo previamente si NE vuelve o se va definitivamente con el PSPV-PSOE, y lanzando un abstracto mensaje hacia el espectro cultural izquierdista que, en realidad, evita, de entrada, aceptar el pacto con el BNV, para empezar a trabajar desde ahora en presentar una propuesta alternativa o complementaria al PSPV-PSOE, seg¨²n ¨¦ste sea capaz de dialogar o no con programas encima de la mesa.

Pero a esta estrategia se habr¨ªa adelantado el BNV al proponer la construcci¨®n de un Tercer Espai que ha de recoger una doble alternativa: la del programa pol¨ªtico de una izquierda posible y plural y la del programa pol¨ªtico propio de los nacionalistas. De fructificar esta plataforma, y figurar en ella b¨¢sicamente BNV y EU, habr¨ªa buenas expectativas para acrecer la representaci¨®n pol¨ªtica en Ayuntamientos y Cortes Valencianas e, incluso, podr¨ªa darse el caso de condicionar la formaci¨®n de mayor¨ªas tanto en Ayuntamientos medianos como en las CC VV. Esa estrategia, no obstante, obliga a ser izquierda alternativa y a alejar al votante nacionalista de centro-izquierda y de centro (que podr¨ªan acabar votando a un PSPV-PSOE, obligado a su vez a destacar su componente autonomista). De no fructificar ese pacto, el BNV (y quiz¨¢s tambi¨¦n EU) se enfrentar¨ªa de nuevo al drama de superar en solitario la fat¨ªdica barrera que le aleja del Parlamento.

Y, en tercer lugar, a pesar de los ligeros retoques est¨¦ticos de UV, la imposibilidad de acercarse al BNV (en realidad los que no pueden acercarse son los electores de ambas formaciones), le coloca en la opci¨®n de servir de colch¨®n al PP, si ¨¦ste retrocede dos o tres puntos en intenci¨®n de voto, o de ser, finalmente, fagocitada por el partido gubernamental, si es m¨¢s rentable que acosarle, como hasta la fecha. S¨®lo un milagro podr¨ªa hacer que UV revalidase sus (malos) resultados del 99. EU, BNV y UV, adem¨¢s, se juegan su futuro.

Vicent.Franch@uv.es