Elena Asins muestra en San Sebasti¨¢n el paso del tiempo en la obra de arte

Elena Asins (Madrid, 1940) rechaza de plano la vertiente est¨¦tica de la obra de arte. Sus creaciones, diferentes variaciones sobre una misma idea, caminan por el sendero de lo conceptual. La artista presenta hasta el pr¨®ximo 20 de diciembre en la galer¨ªa Altxerri de San Sebasti¨¢n Canons y Menhires, dos obras capitales de su trayectoria, que inciden la obsesi¨®n de Asins por buscar la narrativa de la obra de arte a lo largo del tiempo.

La exposici¨®n de Altxerri no es una muestra al uso. Asins presenta dos ¨²nicas obras Canons y Menhires, que se transforman con el tiempo en centenares de piezas que se complementan y dialogan entre s¨ª; desde esculturas de madera, hierro o metacrilato hasta creaciones en papel. "Mi obra nunca es una unidad, sino una serie", aclara la artista. "Porque una primera creaci¨®n no tiene sentido si no tiene relaci¨®n con la segunda, y ¨¦sta con la tercera y as¨ª, sucesivamente". Ansis plantea una relaci¨®n temporal entre las obras, de lectura, de narrativa, de memoria visual. Sus piezas tienen ese cariz de transformaci¨®n que se produce con el paso del tiempo. "Mi obra", se?ala, "tiene dos tiempos, el que la obra en s¨ª misma genera -el de sus propias transformaciones que est¨¢n basadas en algoritmos, en n¨²meros- y el que el espectador necesita para recorrerla".

A lo largo de su extensa trayectoria ha manejado un n¨²mero limitado de ideas, que nunca abandona. "Las tomo y las aparco para luego volver a retormarlas", afirma. De hecho, comenz¨® a trabajar en Canons en 1987. Entonces viv¨ªa en Hamburgo y le interes¨® aproximarse a "esas partes min¨²sculas que componen las fugas de Bach". En Altxerri muestra su variaci¨®n n¨²mero 18 sobre esta idea y dos combinatorias sobre la n¨²mero 22, la obra que dej¨® en 1997 a lo largo de 143 metros del Paseo Mar¨ªtimo de Zarautz.

La serie de los Menhires tiene su g¨¦rmen en una idea que le asalt¨® en 1994, en Madrid. Naci¨® de la "ansiosa necesidad de disponer las cosas de la realidad, el espacio en el que acostumbramos a vivir, en un espacio transcendente, un lugar que fuera al mismo tiempo asociativo y generativo, cuya lectura diera lugar a la variaci¨®n, a la mutaci¨®n, al cambio". La artista dispone en Altxerri estas construcciones una tras otra o en hileras paralelas, como "en un di¨¢logo, donde los fonemas van transformando y formando la palabra exacta para el discurso perfecto".

A Ansis, escritora, cr¨ªtica de arte y artista autodidacta, no le gusta que encasillen su obra en ninguna tendencia. "No creo que tenga semejanzas profundas con nadie. Si alguien me compara es porque no ha entendido mi obra. No es minimalista, porque precisamente el minimalismo est¨¢ basado en la repetici¨®n y es lo que yo eludo".

Ansis, fiel siempre al blanco y negro cualquiera que sea el soporte de sus creaciones, tiene repartida su obra por algunos de los mejores museos espa?oles. Pertenece a la primera generaci¨®n de artistas espa?oles que tom¨® contacto con los ordenadores en el Centro de C¨¢lculo de la Universidad Complutense de Madrid. Desde entonces, ha investigado siempre con ellos.