"Figo debe entender que le viene bien que yo suba"
De peque?o, Geremi Ndjitap (Camer¨²n, 1978) quer¨ªa ser Maradona. Pero descubri¨® que su pierna izquierda era poco m¨¢s que un apoyo. "Nac¨ª diestro como nac¨ª hombre y nunca ser¨¦ mujer", se resigna. Tambi¨¦n quiso ser delantero y meter goles -"lo m¨¢s bonito"-, pero termin¨® en el fondo de la defensa. Trabajador entusiasta, pasa por ser uno de los jugadores menos t¨¦cnicos del Real Madrid. Esto acent¨²a el contraste: su compa?ero de aventuras es uno de los mejores, Luis Figo, candidato al Bal¨®n de Oro. ?Una sociedad imposible?Pregunta. ?C¨®mo se siente despu¨¦s de que Salgado estuviera a punto de quitarle el puesto?
Respuesta. Tengo mucha suerte de estar jugando.
P. ?Se sinti¨® fuera del once?
R. Me preocup¨® que me culparan de la derrota contra el Boca. Esto no es tenis. Somos once, no uno solo, y se metieron s¨®lo conmigo. ?En el segundo gol de Palermo no pod¨ªa arriesgarme a hacerle un penalti! ?l fue inteligente y no control¨® el bal¨®n antes del remate como yo esperaba.
P. Luego, el Bernab¨¦u le pit¨®.
R. Contra el Anderlecht. Pero termin¨® aplaudi¨¦ndome; sobre todo, cuando recuper¨¦ balones. Pero es normal: nuestro p¨²blico no perdona y se enfada r¨¢pido.
P. Parece que con Figo se lleva de pena. No se entienden.
R. No es cierto. Figo es muy simp¨¢tico. Le da igual que lo pongan por las nubes. Imagino que no ha cambiado desde que dej¨® Portugal. Es el mismo. No como otros, que se convierten en estrellas y cambian de actitud.
P. ?Se hablan fuera del campo?
R. En las concentraciones charlamos de todo menos de f¨²tbol. Para divertirnos y olvidar.
P. Luego discuten en el campo.
R. Es que no podemos jugar sin hablar. Jugamos en la misma banda y en el f¨²tbol debes hablar. Nos decimos, por ejemplo: "?T¨² vete por dentro cuando me voy por fuera!". O "?vete por fuera si yo voy por dentro!".
P. ?Qu¨¦ tal defiende Figo?
R. ?l debe marcar al lateral contrario. Pero, si ¨¦l sube y participa en una ocasi¨®n de gol, es probable que no le queden fuerzas. Entonces yo debo ocuparme del lateral y del centrocampista.
P. O sea que Figo no marca.
R. Figo es muy fuerte para atacar y no quiere defender. Ahora yo no ataco tanto y defiendo m¨¢s. Lo dijo Del Bosque: "Ya que tenemos a Figo, le tenemos que dar facilidades para atacar".
P. ?No le gustar¨ªa subir m¨¢s?
R. S¨ª. Figo debe comprender que le viene bien que yo suba porque as¨ª descansa un poco. ?l no puede atacar siempre.
P. ?No le molesta ocuparse del trabajo defensivo de Figo?
R. No. Somos un equipo.
P. ?Se complementan en el ataque? Porque ¨¦l prefiere no darle balones cuando usted le dobla.
R. Yo puedo ayudarle a desbordar. Si paso por su espalda, puedo arrastrar al defensa o quedarme solo. As¨ª le doy dos opciones: me puede pasar el bal¨®n o puede desbordar. Cuando yo me desmarco por afuera, no estar¨ªa mal que me pasara la pelota.
P. ?Qu¨¦ har¨ªa para que Figo ganase el Bal¨®n de Oro?
R. Intentar¨¦ ayudarlo porque dar¨ªa prestigio al equipo. Y a m¨ª, tambi¨¦n.
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