De Corte en Corte

Dos veces ha estado Al Gore al borde de la derrota, y otras tantas ha salvado la situaci¨®n. La decisi¨®n del Tribunal Supremo de Florida de obligar a recontar manualmente las papeletas dudosas en varios condados clave supone la recuperaci¨®n de Gore cuando ya se le daba por derrotado ante la inminencia de que los tribunales certificaran la victoria de Bush en Florida, lo que dar¨ªa acceso al candidato republicano a la Casa Blanca. Pero la alegr¨ªa apenas si le ha durado un d¨ªa a Gore: el Supremo de Estados Unidos, unas horas despu¨¦s, atend¨ªa la petici¨®n republicana y paralizaba cautelarmente, hasta el lunes, cuando tome una decisi¨®n definitiva, los recuentos manuales ordenados por el Supremo de Florida. Tambi¨¦n por un estrecho margen, aunque en esta ocasi¨®n favorable a los republicanos, el m¨¢ximo ¨®rgano judicial estadounidense vuelve a dejar en suspenso a todo el pa¨ªs, pendiente desde hace ya m¨¢s de un mes de conocer el nombre de su pr¨®ximo presidente. No obstante, la victoria de Gore en el Supremo de Florida es importante, y lo ¨²nico que ha hecho la m¨¢xima Corte Suprema es una suspensi¨®n cautelar. El candidato dem¨®crata se presentar¨¢ el lunes ante el Supremo de EE UU con una importante victoria obtenida en Florida, que necesariamente deber¨¢ pesar en el ¨¢nimo de los integrantes de la Corte Suprema. El problema, como record¨® el presidente del Supremo de Florida, es que "el margen de error en el sistema electoral americano es superior al margen de victoria de uno u otro candidato en estas elecciones". Se trata ahora de reducir al m¨¢ximo este margen. Cada voto cuenta. ?sa es una de las noblezas de la democracia, a defender por encima de cualquier otra consideraci¨®n. ?ste es el sentido de la decisi¨®n del Supremo de Florida al ordenar el recuento manual de varios miles de papeletas y dar por v¨¢lidas las ya revisadas, con lo que la ventaja de Bush se reduc¨ªa, antes del nuevo recuento, a menos de dos centenares de votos sobre un total de seis millones. Porque si el 43? presidente inaugura su mandato con dudas sobre si realmente ha ganado, su presidencia tendr¨¢ una tara de falta de legitimidad.

Hay otros procedimientos en curso. El mayor peligro es que el martes d¨ªa 12, fecha prevista para que Florida designe a sus 25 compromisarios, los republicanos, que controlan el legislativo local, decidan, haciendo uso de su prerrogativa constitucional, nombrarlos directamente, beneficiando a Bush e ignorando el resultado final de los recuentos, que, en principio, deben quedar completados esta misma tarde. Ser¨ªa un desprop¨®sito, pues si Gore ganara en el recuento, Florida podr¨ªa encontrarse con dos grupos distintos de compromisarios. La decisi¨®n final ser¨ªa pol¨ªtica, pues corresponder¨ªa al Congreso federal, en el que los republicanos cuentan con una ligera mayor¨ªa, aunque entonces pesar¨ªa el estado de la opini¨®n p¨²blica.

La sensatez y la limpieza democr¨¢tica requerir¨ªan evitar que se llegue a tal extremo. El recuento de votos ordenado por el alto tribunal de Florida deber¨ªa servir para aclarar la situaci¨®n de manera definitiva. Y ¨¦sa es la tarea que m¨¢s pronto que tarde deber¨ªa despejar definitivamente el Tribunal Supremo estadounidense.