El hombre del ¨²ltimo punto
Juan Carlos Ferrero asciende a la condici¨®n de estrella tras su portentosa actuaci¨®n
Da lo mismo como se le conoc¨ªa hasta ahora. Desde ayer, Juan Carlos Ferrero pasar¨¢ a la historia como el hombre que gan¨® el punto decisivo y dio la Ensaladera a Espa?a. No importar¨¢ si ha llegado a las semifinales de Roland Garros, como hizo este a?o, o si alguna vez disputa una final del Grand Slam. La historia le ha bautizado. Y para el resto de sus d¨ªas deber¨¢ llevar a cuestas una leyenda que soportar¨¢ con gratitud o con amargura: "Este hombre gan¨® el ¨²ltimo punto".Para ¨¦l y para el resto del equipo, la Copa Davis se ha convertido ya en el emblema de sus respectivos palmar¨¦s. "Es lo m¨¢s grande de mi carrera", asegura Ferrero, todav¨ªa con la nostalgia de abandonar el escenario de su gesta. En la central del palau Sant Jordi, Ferrero vivi¨® momentos inolvidables. Le costar¨¢ borrar de su mente las sensaciones acumuladas por su victoria del primer d¨ªa sobre Patrick Rafter, doble campe¨®n del Open de Estados Unidos, y del triunfo ante Lleyton Hewitt, que a la postre le inmortalizar¨¢. Ahora, como le ocurri¨® a Joan Gisbert con sus remontadas ante Ralston y Metreveli y a Sergio Casal con su victoria sobre Boris Becker en 1987, tiene ya una se?a de identidad.
Sin embargo, la carrera profesional de Ferrero s¨®lo acaba de empezar. Ayer se confirmaron de nuevo las palabras que pronunci¨® ?lex Corretja a finales del a?o pasado, cuando Juan Carlos le gan¨® en la final del torneo de Mallorca: "Acabamos de asistir al nacimiento de una estrella".
Ferrero es ya un gran jugador. Y lo que acaba de demostrar en la final de la Copa Davis es que, a pesar de sus s¨®lo 20 a?os y de llevar dos temporadas en el circuito profesional, es capaz de sorportar la presi¨®n porque psicol¨®gicamente es m¨¢s fuerte incluso que muchos jugadores ya consagrados. Pero no es la primera vez que lo demuestra. Lo hab¨ªa hecho ya en su deb¨² en la Copa Davis este mismo a?o, cuando no le pes¨® la responsabilidad y sac¨® a palos de la pista al ex n¨²mero uno mundial Yevgeny Kafelnikov. Y tambi¨¦n en Dubai y en Barcelona, donde alcanz¨® la final.
Cuando todo aquello ocurri¨®, Ferrero no se olvid¨® de lanzar un beso al cielo, en recuerdo de su madre. Lo hace desde los 16 a?os. Y ayer lo repiti¨® en el momento en que ?lex Corretja le hab¨ªa subido a sus hombros y le daba la vuelta a la pista para que recibiera todos los honores. Su madre, Rosario, falleci¨® en 1996, tras una larga enfermedad que la perturb¨® durante dos a?os.
"Juan Carlos reaccion¨® muy mal", explic¨® su padre Eduardo, que le sigue a la mayor¨ªa de torneos. "?l estaba jugando un torneo, y cuando regres¨® a casa le comentamos la gravedad del estado de su madre. Peg¨® un pu?etazo a una puerta y la rompi¨®". La puerta sigue agujereada en su casa de Ontinyent.
A su madre le cost¨® entender que su hijo se fuera a entrenar a Villena, a 40 kil¨®metros de su casa, a la escuela de Antonio Mart¨ªnez Cascales, cuando ten¨ªa 11 a?os. "Su nivel ya era alto", recuerda Cascales. "El d¨ªa que lleg¨® le hice jugar contra uno de mis mejores jugadores. Tuve que parar el partido cuando iba 5-1 arriba. Ten¨ªa muy buenas condiciones, pero faltaba pulirlas".
Y en eso han estado. La temporada pasada, Ferrero dio un salto espectacular y pas¨® del puesto 345? al 43?. Y este a?o ha ido cambiando sus objetivos. Quer¨ªa estar entre los 20 primeros del mundo. Pero ahora ya es el 12?.
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