UPN ataca de nuevo
El decreto del Gobierno navarro sobre el uso del euskera en la Administraci¨®n, no afecta, seg¨²n el autor, s¨®lo a la minor¨ªa vascohablante, sino a todos los ciudadanos.
El 15 de diciembre de 1986 el Parlamento de Navarra aprob¨®, con el rechazo generalizado de vasquistas y nacionalistas, la Ley del Vascuence con el objeto de regular su uso normal y oficial en los ¨¢mbitos de la convicencia social y de la ense?anza. Esta ley, m¨¢s que pretender la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica (como hab¨ªa sucedido en otras comunidades biling¨¹es), parec¨ªa buscar la regulaci¨®n de la situaci¨®n de hecho del euskera en Navarra, dada la situaci¨®n de determinadas acciones normalizadoras de car¨¢cter social (ikastolas, radios, gaueskolas, etc.) surgidas sin ning¨²n tipo de cobertura legal espec¨ªfica y a las que el Gobierno de Navarra deb¨ªa dar respuesta.Al crear tres zonas diferenciadas, la ley convirti¨® los derechos personales de los ciudadanos navarros en derechos territoriales: independientemente de su origen territorial y de su voluntad, sus derechos ling¨¹¨ªsticos ven¨ªan determinados por el lugar de residencia. Al mismo tiempo se centraba m¨¢s en conservar la lengua que en normalizarla y desarrollar su conocimiento y uso habitual. Adem¨¢s, dada la ambig¨¹edad de su redacci¨®n en muchos de sus apartados, esta ley requer¨ªa un considerable desarrollo reglamentario por parte del Gobierno con el fin de ejecutar su uso y llenar las llamativas lagunas que presentaba.
Hay que reconocer que el gobierno del PSN-PSOE, con tan exiguo bagaje legal, fue capaz de poner un marcha una serie de medidas normalizadoras con la creaci¨®n de la Direcci¨®n General de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica y el Servicio de Euskera del Departamento de Educaci¨®n. Incluso promovi¨®, junto con EA, una iniciativa que posibilitaba, de hecho, la desaparici¨®n de la Zona No Vasc¨®fona de Navarra, iniciativa que fue rechazada en el Parlamento por los votos negativos de UPN y HB.
El Gobierno de UPN aprob¨® el 4 de julio de 1994 un Decreto Foral sobre el uso oficial del vascuence en las Administraciones P¨²blicas de Navarra que, b¨¢sicamente, establec¨ªa la creaci¨®n de circuitos administrativos biling¨¹es, un calendario para la planificaci¨®n ling¨¹¨ªstica, la aparici¨®n en las plantillas org¨¢nicas de las Administraciones P¨²blicas de los puestos de trabajo para los que era preceptivo o m¨¦rito valorado el conocimiento del euskera, etc. A pesar de los a?os transcurridos, el Gobierno de Navarra (por no hablar de la Administraci¨®n del Estado) ha incumplido sistem¨¢ticamente su propia normativa: de los circuitos biling¨¹es nunca m¨¢s se supo, la desidia y los continuos obst¨¢culos puestos por los departamentos ha impedido elaborar un plan de normalizaci¨®n del euskera y s¨®lo la presi¨®n, fundamentalmente sindical, ha permitido que en la Oferta P¨²blica de Empleo aparezcan puestos de trabajo para euskaldunes, la mayor¨ªa de ellos en el ¨¢mbito de la ense?anza.
Por fin, ante su reiterado incumplimiento de la legalidad vigente, el Gobierno de Navarra ha decidido... ?cambiar la norma legal! En efecto, el pasado lunes 11 de diciembre aprob¨® un nuevo Decreto Foral para la Regulaci¨®n del Uso del Vascuence en las Administraciones P¨²blicas de Navarra cuyos aspectos m¨¢s relevantes son:
-No respeta la Constituci¨®n espa?ola, que considera el euskera como un patrimonio cultural objeto de especial respeto y protecci¨®n (art. 3.3).
-Incumple la Ley Foral del Vascuence, que ampara el derecho de los ciudadanos a conocer y usar el vascuence y protege su recuperaci¨®n y desarrollo. En la pr¨¢ctica, el nuevo decreto convierte la Zona Vasc¨®fona en Zona Mixta y ¨¦sta, en Zona No Vasc¨®fona, con la correspondiente reducci¨®n de derechos..
-A pesar de mencionarla, no toma en cuenta la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias de 1992, ni la Resoluci¨®n de la ONU sobre las minor¨ªas de 1992, ni la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Ling¨¹¨ªsticos de 1996.
-Desconoce la sentencia del Tribunal Constitucional espa?ol que expresamente reconoce que la exigencia ling¨¹¨ªstica no es "un requisito ad extra, independiente del m¨¦rito y capacidad acreditadas, sino (...) una exigencia con cuya acreditaci¨®n se da satisfacci¨®n a dichos principios constitucionales". UPN sigue considerando que la exigencia de la lengua vasca para determinados puestos de trabajo (generalmente de contacto directo con la ciudadan¨ªa: ense?anza, medicina, oficinas, etc.) es una discriminaci¨®n para los no vascoparlantes.
-No respeta la autonom¨ªa municipal, dado que atenta contra las ordenanzas municipales de Ayuntamientos como Pamplona, Berriozar, Burlada, Villava, Ansoain y Bara?ain, que han optado por la cooficialidad de hecho, por el biling¨¹ismo voluntario como regla general de relaci¨®n con la ciudadan¨ªa y por pol¨ªticas activas de fomento de la lengua vasca.
-Desaparecen los circuitos administrativos biling¨¹es. El derecho a relacionarse en euskera con la Administraci¨®n se convierte en una carrera de obst¨¢culos que penaliza dicho derecho con obligaciones como la de presentar la correspondiente traducci¨®n en castellano o el inevitable retraso que supone incorporar al circuito burocr¨¢tico las traducciones oficiales.
-Recorta algunos derechos recogidos en el Estatuto de la Funci¨®n P¨²blica, como son la promoci¨®n o la posibilidad de solicitar traslados de puesto de trabajo a las personas que accedan a una plaza con requisito de euskera.
Se trata, en definitiva, de un decreto elaborado no s¨®lo contra la minor¨ªa vascoparlante sino contra los derechos de todos los ciudadanos de Navarra. UPN nuevamente usa el euskera en busca de rendimientos pol¨ªticos, intentando romper un amplio consenso social respecto a la promoci¨®n y al libre desarrollo social de la lengua vasca. Este decreto es la forma legal que adopta la constante puesta en entredicho del euskera y la cultura vasca por parte de pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n, poniendo en la picota personas (no sus opiniones) a ella ligadas, dando como noticias bulos sin fundamento, ofreciendo como cient¨ªficos meros prejuicios y presentando habitualmente s¨®lo los aspectos m¨¢s negativos y distorsionadores de todo cuanto est¨¦ relacionado con el mundo euskaldun.
Se est¨¢ dando una aut¨¦ntica persecuci¨®n y criminalizaci¨®n de las expresiones culturales euskaldunes con la pretensi¨®n de mantener el status quo, intentando hacer aparecer con for¨¢neo o extra?o a Navarra determinadas manifestaciones de la cultura vasca.
Ante el riesgo evidente de fractura social que sea da hoy en nuestra sociedad, creo que debemos apostar por un proyecto integrador y multicultural, donde el contacto con el distinto sea percibido sin miedo, como algo enriquecedor para la convivencia social. En palabras de un pol¨ªtico navarro, creo necesario optar por "la configuraci¨®n de modelos sociales y de principios de derecho -nacional e internacional- basados en el respeto mutuo y en una concepci¨®n positiva de la diversidad humana que nos acerque cada vez m¨¢s a la construcci¨®n de una humanidad que pueda vivir en progreso, en paz y en libertad".
Espero que no sea demasiado tarde para abandonar este modelo de tensi¨®n social y criminalizaci¨®n permanente del mundo cultural vasco puesto en pr¨¢ctica por UPN. Por suerte, hoy por hoy, parece que la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa navarra opta socialmente por un modelo de relaci¨®n social basado en el respeto de diferentes opciones y sensibilidades. Por ello debemos ser sensibles a todas aquellas manifestaciones de intolerancia que amenazan nuestra plural convivencia. Y no me cabe la menor duda de que este decreto foral es la muestra palpable del posicionamiento de un gobierno contra su ciudadan¨ªa.
Jos¨¦ Luis Mendoza es profesor de Lengua y Literatura Vascas en Burlada.
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