El valle del aceite
Una ruta se?alizada invita a pasear entre los 150.000 ¨¢rboles que rodean esta peque?a poblaci¨®n del sureste
El aceite de oliva reduce el colesterol, regula la presi¨®n arterial y previene la diabetes, el c¨¢ncer intestinal e incluso la obesidad, por la sencilla raz¨®n de que sacia antes al glot¨®n. Es la panacea universal que los alquimistas de la dieta mediterr¨¢nea pretenden vendernos como hallazgo suyo, pero ya nuestros ancestros tuvieron el olfato de consagrar el olivo a Minerva, diosa de la sabidur¨ªa, y de coronar a los m¨¢s vigorosos entre los suyos, los campeones ol¨ªmpicos, con ramas de lo mismo, en vez de suministrarles unas medallas cuya m¨¢s novedosa aplicaci¨®n -nada terap¨¦utica, por cierto- es hacer que los sanos quieran pasar por discapacitados mentales.Dice el refr¨¢n que "por Santa Catalina, todo su aceite tiene la oliva". O sea, que a partir del 25 de noviembre y hasta bien entrado el invierno, la Espa?a c¨¢lida se transforma en un inmenso tablero por el que avanzan los peones dando la vara a los regios olivos, algunos de los cuales llevan dos mil a?os soportanto este jaque. Bien es cierto que en Madrid su cultivo s¨®lo representa el 4% de la superficie agr¨ªcola, pero tambi¨¦n lo es que en un solo municipio del sureste, Valdaracete, 150.000 olivos copan la tercera parte del t¨¦rmino. De ah¨ª su nombre (Val-Dar-az-z¨¢it, valle de la casa del aceite) y de ah¨ª el olivo que campea, sinople sobre plata, en lo alto de su escudo.
Una preciosa ruta por los olivares de Valdaracete es la que sale del pueblo siguiendo el camino del Pozo Viejo, el cual nace detr¨¢s del antiguo cuartel de la Guardia Civil y marcha paralelo a la carretera de Brea de Tajo, unos 50 metros a la izquierda de ¨¦sta. Se?alizado con mojones de color blanco y banda azul -como el resto de la ruta, por lo que no hay p¨¦rdida posible-, nuestro camino nos lleva en un cuarto de hora, bordeando campos de cereales, hasta el primer olivar. All¨ª, el Pozo Viejo, ya in¨²til, parece subsistir no m¨¢s que para que el caminante, haci¨¦ndose eco de Machado, pueda decirle a alg¨²n olivo: "?Cu¨¢n bello est¨¢s junto a la fuente erguido ...!".
Justo a la altura del pozo, la ruta dobla a la derecha en busca de la carretera de Brea de Tajo, avanza por ¨¦sta cerca de un kil¨®metro y se desv¨ªa a la izquierda para conectar, poco despu¨¦s, con la v¨ªa Negr¨ªn. Dicha v¨ªa, que fue construida a toda prisa a principios de 1937 para aliviar a Madrid del asedio de las fuerzas rebeldes, ha sido recientemente transformada en una pista asfaltada roja -un color muy apropiado- para esparcimiento de los ciclistas, muchos de los cuales pedalean hoy pl¨¢cidamente desde Caraba?a hasta Estremera sin sospechar los desvelos de quienes hicieron posible el que tambi¨¦n se llam¨®, por las prisas, ferrocarril de los 40 d¨ªas.
Nosotros vamos a seguir esta v¨ªa hist¨®rica a mano izquierda para, nada m¨¢s cruzar la carretera de Caraba?a, tomar un corto desv¨ªo a la diestra que nos va a permitir conectar con la Ca?ada Real Soriana Oriental cumplidos tres cuartos de hora de marcha. Hileras de olivos y rodales de carrascas flanquean este venerable camino por el que transhumaban, hasta los a?os seenta, los reba?os de merinas entre los veraniegos pastos sorianos de Tierras Altas y valle del Tera y los invernales del valle de Alcudia y Andaluc¨ªa. Una hora por ¨¦l con franco rumbo sur, y alcanzamos la cabezera del arroyo de Valseco y el desv¨ªo bien marcado a manderecha que nos lleva de vuelta a Valdaracete.
El trecho final del camino se nos antoja el mas bello, no s¨®lo por las vistas que ofrece del caser¨ªo de Valdaracete -presidido por la mole del templo de San Juan Baustita, que, como todas las moles del siglo XVI que salpican nuestra regi¨®n, han sido atribuido a Juan de Herrera-, sino porque discurre entre los m¨¢s cuidados olivares, bien arados y escamujados, y cargados de aceitunas de las variedades manzanilla, carrasque?a y, sobre todo, cornicabra, que es m¨¢s picuda y amoratada que las otras y la que m¨¢s abunda. Todas ellas acabar¨¢n en la almazara de Recespa?a, en el vecino Villarejo de Salvan¨¦s, hechas aceite de oliva virgen. Ya saben: la panacea universal.
Ideal para bicicletas
- D¨®nde. Valdaracete, con 640 vecinos, se halla a 60 kil¨®metros de la capital y tiene su acceso m¨¢s r¨¢pido yendo por la carretera de Valencia (Nacional III) hasta Villarejo de Salvan¨¦s, poblaci¨®n de la que dista nueve kil¨®metros por la carretera M-222. Hay autobuses a Valdaracete de la empresa Ruiz (tel¨¦fono 91 680 33 75), que salen de la calle Ronda de Atocha, 8. - Cu¨¢ndo. Itinerario circular de 12 kil¨®metros y unas tres horas de duraci¨®n aproximadamente, con un desnivel acumulado de 100 metros y una dificultad baja, ideal para hacerse en bicicleta de monta?a y durante los meses de diciembre y enero, que es cuando se recoge la aceituna.
- Qui¨¦n. Enrique L¨®pez Gal¨¢n y Ana Mar¨ªa Rico Hern¨¢ndez son los autores de Rutas por la Ca?ada Real Soriana Oriental, gu¨ªa editada por la Comunidad de Madrid en la que se describen con detalle ¨¦ste y otros paseos por los pueblos del sureste de la regi¨®n.
- Y qu¨¦ m¨¢s. A pesar de que la ruta est¨¢ se?alizada con mojones, es lo suficientemente larga como para que no pueda descartarse alg¨²n peque?o despiste. Por eso resulta recomendable llevar la siguiente cartograf¨ªa: hojas 20-23 (Arganda) y 21-23 (Mond¨¦jar) del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito, o las equivalentes (583 y 584) del Instituto Geogr¨¢fico Nacional, todas ellas a escala 1:50.000.
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