El Bar?a paga sus carencias
El equipo azulgrana tuvo multitud de ocasiones para vencer al Rayo en Vallecas, pero concedi¨® el empate
, MadridAl Bar?a no le bastaron dos goles, tres remates al palo y nueve ocasiones para imponerse al Rayo Vallecano, que aprovech¨® la inconsistencia de los defensas azulgrana para empatar el partido. En realidad, el Rayo no hizo nada novedoso. El Bar?a no acaba de encontrar atr¨¢s aquello que le sobra adelante. Se obliga a marcar demasiados goles para compensar las carencias de unos defensas que no le resuelven los problemas. No le queda otro remedio que convertir un alt¨ªsimo n¨²mero de sus oportunidades, de lo contrario se expone a padecer partidos como el de Vallecas, como el de Vigo, como tantos otros donde el Bar?a no logr¨® poner la distancia que mereci¨®.
En un equipo con la vocaci¨®n ofensiva del Bar?a, hasta los defensas piensan como delanteros. Frank de Boer marc¨® el segundo gol de su equipo, pero colabor¨® en los dos tantos del Rayo. En el primero no despej¨® de cabeza un bal¨®n que circulaba sin due?o por la l¨ªnea del ¨¢rea grande. Tambi¨¦n colabor¨® Gabri, que no detect¨® la llegada de M¨ªchel, ni Petit, lento para obstaculizar el salto de Bolic. El segundo gol tambi¨¦n habl¨® mal de los defensas. El Bar?a estaba por delante, por fin en condiciones de mover la pelota y dar carpetazo al encuentro. No fue as¨ª. De repente, Bolic entr¨® en el ¨¢rea para jugarse un mano a mano con De Boer. Es decir, el Bar?a no puso ninguna red de seguridad para preservar su ventaja. Se expuso innecesariamente y el Rayo lo aprovech¨®: Bolic le tir¨® el enga?o al central holand¨¦s, que sac¨® la manita para desviar la pelota en el ¨¢rea. Pablo Sanz transform¨® el penalti y dej¨® las cosas como hab¨ªan estado durante una hora.
RAYO VALLECANO 2-BARCELONA 2
Rayo Vallecano: Lopetegui; Alc¨¢zar, Ballesteros, Urbano (Bartelt, m.46), Mingo; Quevedo, Helder (Iv¨¢n Iglesias, m.65), Pablo Sanz, M¨ªchel, Setvalls (Mauro, m.90); y Bolic.Barcelona: Reina; Gabri, De Boer, Pettit, Sergi; Simao, Guardiola, Gerard, Luis Enrique, Overmars; y Kluivert (Alfonso, m.83). Goles: 1-0. M.4. Centro de M¨ªchel desde la izquierda que cabecea Bolic sin oposici¨®n de Pettit. 1-1. M.7. Gerard recoge la pelota en el medio campo, quiebra a Urbano y cruza un gran derechazo desde fuera del ¨¢rea. 1-2. M.65. De Boer cabecea una falta sacada desde la izquierda por Guardiola. 2-2. M.72. Bolic levanta la pelota sobre De Boer, que da un manotazo al bal¨®n en el ¨¢rea. Pablo Sanz transforma el penalti. ?rbitro: Undiano. Amonest¨® a Pablo Sanz, De Boer y Luis Enrique. Unos 15.000 espectadores en el estadio de Vallecas.
Las da?inas concesiones defensivas impidieron la victoria del Bar?a, no tanto por la excelencia de su juego como por la facilidad para crear oportunidades. Sin apenas elaboraci¨®n, con pelotazos a Overmars y Kluivert, ca¨ªan las ocasiones con una frecuencia que obligaba a pensar en un c¨®modo triunfo. La actitud del equipo tambi¨¦n era excelente. Gerard contest¨® con rapidez al primer gol del Rayo con una jugada de m¨¦rito. Se escap¨® con un regate largo de Urbano y sac¨® un tiro inapelable desde fuera del ¨¢rea. Urbano, un joven central de la casa, pas¨® por graves dificultades, claramente superado por el partido y por Kluivert, autor de un recital en el primer tiempo. Le falt¨® el gol, y esa lacra es capital en un delantero centro, pero su categor¨ªa no se discute. Por eso extra?¨® su sustituci¨®n en los ¨²ltimos minutos, cuando a su equipo le apretaba la urgencia. Entr¨® Alfonso, y pas¨® desapercibido.
El Rayo tampoco estuvo sobrado en el cap¨ªtulo defensivo. Sufri¨® de lo lindo en cada llegada del Bar?a, especialmente en las arrancadas de Overmars. Pero si a Kluivert le falta claridad ante la porter¨ªa, a Overmars le perdi¨® en Vallecas su falta de precisi¨®n en el ¨²ltimo pase. Por lo dem¨¢s, le hizo un siete a Alc¨¢zar. Sobre la superioridad del Bar?a, habla la multitud de ocasiones que tuvo. Tres de ellas acabaron con remates al palo: un tiro seco de Simao, una vaselina de Kluivert y una par¨¢bola de Overmars desde el medio campo. Tambi¨¦n se vieron oportunidades perdidas por un palmo o despejadas por Lopetegui. Pero nada. El tenderete defensivo del Bar?a no funcionaba y el Rayo lo sab¨ªa. Le bastaba con muy poco para avisar a Reina.
Al equipo local le ayud¨® tambi¨¦n su h¨¢bito al peculiar ecosistema de Vallecas, campo peque?o, estrecho, donde si pierdes el bal¨®n en el ¨¢rea contraria resulta tan peligroso como perderlo en el medio campo. En ese h¨¢bitat el Rayo se siente tan seguro que dificilmente capitula ante nadie. Y como el Bar?a no fue capaz de poner la ventaja suficiente, ocurri¨® lo previsto frente a unos defensas sospechosos. Lleg¨® el empate y los jugadores azulgrana se quedaron pensando en lo crudo de su existencia: en los muchos goles que tienen que marcar para solucionar el perenne d¨¦ficit defensivo, cosa que no ocurri¨® en Vallecas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.