Dram¨¢tico final de la Liga argentina
Boca Juniors tiene todo a su favor para proclamarse hoy ganador del Torneo de Apertura, pero River Plate y Talleres de C¨®rdoba est¨¢n preparados para cualquier fallo del equipo favorito
El final del Torneo Apertura de la Liga argentina alcanza niveles dram¨¢ticos. Para algunos la tragedia puede tener consecuencias fatales por muertes naturales o violentas. Para otros resulta una comedia pat¨¦tica. El fanatismo invade todo y cubre de pasi¨®n el territorio, la sociedad, el pa¨ªs. El Boca tiene todo a mano para cerrar su a?o m¨¢gico, en el que ya gan¨® la Copa Libertadores y la Intercontinental. Pero de s¨®lo imaginar que el equipo pierde el t¨ªtulo en la ¨²ltima jornada con una derrota frente al Estudiantes en su propio campo y ante la multitud que colmar¨¢ el estadio de La Bombonera (21.05, hora espa?ola, Sportman¨ªa, en directo)sus hinchas elegir¨ªan suicidarse en masa arroj¨¢ndose al Riachuelo de La Boca antes que verse sometidos a una humillaci¨®n hist¨®rica.A su vez, si al River le es concedido el milagro de una victoria propia ante el Lan¨²s sumada al empate o derrota del Boca, seguramente ser¨¢n miles y miles los aficionados que se desplazar¨¢n a pie o de rodillas hasta el santuario de la virgen de Luj¨¢n, 60 kil¨®metros al oeste de Buenos Aires, para cumplir con la promesa tradicional.
M¨¢s de mil hinchas acompa?aron al Boca en cada entrenamiento para soplarles a los jugadores el aliento y el aire que parece faltarles en los ¨²ltimos partidos. Las entradas populares se agotaron en cuanto se pusieron a la venta. El entrenador Carlos Bianchi sabe que el equipo necesita vacaciones urgentes. Tiene demasiados lesionados, golpeados y expulsados por reacciones nerviosas inexplicables. Boca saltar¨¢ al terreno de juego con el portero C¨®rdoba, la l¨ªnea de cuatro habitual en el fondo, integrada por Ibarra, Berm¨²dez, Matell¨¢n y Fagiani, los tres centrocampistas ser¨¢n Basualdo, Serna y Gustavo Barros Schelotto y volver¨¢n a reunirse los delanteros Guillermo Barros Schelotto y Palermo.
Los entrenamientos del River no contaron ni siquiera con el ¨¢nimo y el optimismo de sus propios jugadores. Se les ve y se les escucha con ganas de terminar todo esto de una vez, resignados, lament¨¢ndose todav¨ªa por la ocasi¨®n perdida el pasado fin de semana, cuando deb¨ªan vencer al Hurac¨¢n para estar ellos en la situaci¨®n de l¨ªderes en solitario y acabaron en empate a uno. S¨®lo les falta decir, como a la prensa y los aficionados neutrales, que todo est¨¢ dado para que Boca sea el campe¨®n.
El fantasma de la incentivaci¨®n" asoma por detr¨¢s de las declaraciones de jugadores y directivos. Todos los involucrados desean ser "estimulados", todos niegan haber recibido promesas de dinero para vencer. El reglamento prohibe y castiga los premios extra concedidos por un tercero y no estipulados en ning¨²n contrato. Pero nadie tiene dudas de que los hubo y los habr¨¢. ?Cu¨¢nto vale un empate del Estudiantes frente al Boca para el River?. ?Cu¨¢nto un empate o victoria del Lan¨²s ante el River para blindar la segura conquista del Boca?.
Los jugadores niegan todo. Roberto Tito Pompei, media punta del Estudiantes que regres¨® esta temporada luego de jugar tres a?os en el f¨²tbol espa?ol, recuerda que "all¨¢ tambi¨¦n se hablaba de las valijas que iban y ven¨ªan, pero yo nunca vi ninguna ni nadie me ofreci¨® nada jam¨¢s, es as¨ª, siempre que se define un torneo entre dos o m¨¢s equipos se hablar¨¢ de incentivaci¨®n".
Hoy se disputan dos t¨ªtulos, el deseado campe¨®n del Apertura de la Liga y el tan temido de gallina del siglo, que nadie quiere obtener. El que se consagre de los dos grandes, Boca o River, dejar¨¢ para el rival el mote de gallinas, que hasta ahora ostenta el River desde los a?os sesenta y setenta, cuando el club atraves¨® 18 a?os sin ganar t¨ªtulos entre 1957 y 1975. En esa ¨¦poca el River ten¨ªa grandes jugadores como el media punta Ermindo Onega y el legendario portero Amadeo Tarz¨¢n Carrizo, pero el equipo perd¨ªa el paso en los partidos decisivos y los aficionados rivales comenzaron a calificarlos de "gallinas"", como se llama a los cobardes.
El mote fue asumido por los hinchas del River, que hoy se llaman a s¨ª mismos "gallinas de verdad" para que no queden dudas de su pasi¨®n, tanto como los del Boca se reconocen bosteros por el olor a bosta (mierda) del maloliente Riachuelo que corre a pocas calles del estadio de La Bombonera. Claro que hasta hoy nadie imaginaba que alg¨²n d¨ªa el destino les iba a dar a los del River la oportunidad de devolver el gallinas para encaj¨¢rselo a sus odiados enemigos.
Sucedi¨® el pasado domingo, en la ante¨²ltima jornada, cuando el Boca deb¨ªa jugar a las cuatro de la tarde con el Chacarita y el River dos horas despu¨¦s con el Hurac¨¢n. En cuanto se supo que el Boca hab¨ªa perdido y eso daba una inesperada chance al River de disputar un t¨ªtulo que ya hab¨ªa dado por perdido, los aficionados llegaron al estadio Monumental cantando que ahora eran ellos, los del Boca, los gallinas. La multitud gritaba, a coro: "Oh, son gallinas, oh son gallinas de verdad". Pero a su vez el River, que hab¨ªa comenzado ganando 1-0, terminaba igualando 1-1 con el Hurac¨¢n y dejaba pasar el tren que hab¨ªa parado especialmente para esperarle. La decepci¨®n fue total y en todo el pa¨ªs se escuchaba el eco de sus propias voces: "Oh, son gallinas/ oh, son gallinas de verdad".
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