El p¨²blico canta 'El Mes¨ªas', de Haendel, en el Maestranza

Un total de 200 personas cantar¨¢n hoy y ma?ana El Mes¨ªas, de Haendel, en el teatro de la Maestranza, en la primera versi¨®n participativa que se hace en Sevilla del oratorio de Navidad. De ellas, 50 son participantes individuales que cantar¨¢n las partes corales desde las butacas de terraza del teatro, junto a los coros de las universidades de Sevilla y C¨¢diz y al Coro Ciudad de Tarragona. El brit¨¢nico Robert King, fundador de la orquesta barroca The King's Consort, dirigir¨¢ la obra, que interpretar¨¢n los solistas Claron McFadden (soprano), Robin Blaze (contratenor), Darren Abrahams (tenor) y Neal Davies (bajo), con el coro del King's Consort y la Real Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla. Las localidades para ambos conciertos est¨¢n agotadas.Los 50 int¨¦rpretes individuales, con edades comprendidas entre los 19 y los 67 a?os, fueron seleccionados el pasado mes de julio y han ensayado el oratorio de Haendel durante 14 sesiones celebradas en la Sala Apolo y el Maestranza bajo la direcci¨®n de Alfred Ca?amero y el propio King. Se trata de una iniciativa de la Fundaci¨®n La Caixa que ya se ha realizado en otras ciudades espa?olas. "En los pa¨ªses de habla inglesa es una tradici¨®n interpretar El Mes¨ªas en versiones en las que interviene el p¨²blico. En Espa?a, Barcelona fue la ciudad pionera", explic¨® ayer Francisco Senra, director gerente de la ROSS, que no descart¨® la posibilidad de repetir la experiencia en a?os sucesivos.

Para Mar¨ªa del Carmen Palma, del departamento de m¨²sica de La Caixa, este tipo de conciertos sirve "para romper la est¨²pida barrera que en los ¨²ltimos a?os se ha creado entre el escenario y el p¨²blico" y para comunicar el entusiasmo de los m¨²sicos. "Se crea una magia del concierto de ida y vuelta, porque hace part¨ªcipe al p¨²blico, que desea cantar con los dem¨¢s", coment¨®.

Robert King, considerado un gran experto en la m¨²sica de Henry Purcell, entre otros compositores barrocos, asegur¨® ayer que la ¨²nica diferencia de trabajar con un coro profesional y otro de aficionados es "que el primero cobra".