El juez ordena el ingreso en prisi¨®n de los dos detenidos por el caso del cad¨¢ver hallado en un congelador

El titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17 ha ordenado el ingreso en prisi¨®n de los dos ¨²nicos detenidos por el caso del cad¨¢ver descuartizado hallado en un arc¨®n congelador en el local comercial de la calle de los Misterios, 65, el lunes pasado, seg¨²n aseguraron ayer fuentes de la investigaci¨®n. Los encarcelados, Alberto S. G., conquense de 25 a?os, y David F. J., abulense de 24, declararon previamente ante el juez que eran inocentes de un supuesto delito de homicidio.La polic¨ªa ignoraba ayer la identidad del fallecido, un var¨®n de unos 25 a?os, aunque sospecha que puede tratarse de un suramericano y sabe que no ha sido detenido jam¨¢s en Espa?a, porque sus huellas dactilares no figuran en el banco de datos de la polic¨ªa.

Alberto y David fueron detenidos a las tres de la tarde del lunes pasado, en el portal del citado local comercial, por agentes de la comisar¨ªa de Latina. Los polic¨ªas sospechaban desde hac¨ªa d¨ªas que los detenidos formaban parte supuestamente de una banda dedicada a la receptaci¨®n (comercializaci¨®n) de objetos procedentes de robos en tiendas por el m¨¦todo del alunizaje (estrellar un coche contra el escaparate).

Agentes de la comisar¨ªa de Latina segu¨ªan a los sospechosos desde hac¨ªa d¨ªas. El lunes procedieron a su detenci¨®n en la puerta del local comercial. Les cogieron con una bolsa en la que llevaban 30 cajas de perfumes, procedentes del asalto, el pasado domingo, a un establecimiento de la calle de Alonso Cano. Los detenidos, supuestamente, empleaban el local comercial como almac¨¦n de mercanc¨ªa robada. Durante el registro del local comercial, los agentes de la polic¨ªa se incautaron de unas 200 cajas de perfumes y otras tantas prendas de ropa, cuyo valor estimado es de diez millones de pesetas.

Un arc¨®n congelador cerrado a cal y canto, situado en la primera planta del local, llam¨® la atenci¨®n de los agentes durante el registro. Los polic¨ªas exigieron a uno de los sospechosos que lo abriera. Al hacerlo, se descubri¨® el cad¨¢ver, en decenas de trozos, descuartizado con una sierra met¨¢lica, encontrada en el mismo establecimiento.