?Lecturas para crecer?

Un libro para ni?os que est¨¢ durante meses en la prestigiosa lista de best sellers de The New York Times y que se mantiene en ella con la aparici¨®n de nuevos t¨ªtulos; que figura en la lista de libros m¨¢s vendidos en pa¨ªses tan diversos como Holanda, Alemania, Brasil, Francia, Argentina o el Reino Unido; traducido a m¨¢s de 20 lenguas, entre ellas al chino, con m¨¢s de 35 millones de ejemplares vendidos; colas interminables de ni?os en las librer¨ªas ante la presentaci¨®n de un nuevo t¨ªtulo; pel¨ªcula de pronto rodaje por la Warner Brothers; la "potterman¨ªa" en la red, donde puede encontrarse un n¨²mero creciente de p¨¢ginas web. Sin estos antecedentes no estar¨ªamos hablando de Harry Potter, el personaje creado por la escritora J. K. Rowling. El primer libro, Harry Potter y la piedra filosofal, apareci¨® en ingl¨¦s en 1997 (la edici¨®n espa?ola se public¨® dos a?os despu¨¦s) y, puntualmente, ha salido un nuevo t¨ªtulo cada a?o; el cuarto, Harry Potter y la copa de fuego, acaba de lanzarse en la edici¨®n original. Seg¨²n el proyecto de la autora, la serie comprender¨¢ siete libros que van creciendo en n¨²mero de p¨¢ginas, desde las casi trescientas de los primeros vol¨²menes hasta las setecientas del cuarto. Harry Potter es hu¨¦rfano, tiene 11 a?os, crecer¨¢ un a?o en cada libro, y es demasiado bajo y delgado para su edad. Responde enteramente al modelo de "ceniciento", maltratado por unos horribles t¨ªos-padrastros, pero ¨¦l es un brujo con poderes m¨¢gicos, hijo de dos famosos magos que fueron asesinados por el malvado hechicero Valdemort. Una cicatriz, en forma de rayo, en su frente, es la se?al de su victoria sobre el poderoso hechicero que pretende dominar el mundo.Cada libro narra un a?o escolar en un extra?o internado, la Escuela Hogwart de Brujer¨ªa y Hechicer¨ªa y en ese espacio transcurren las aventuras de Harry Potter que, ayudado por sus amigos, intentar¨¢ salvarse de las fuerzas del mal que quieren su muerte.

En la literatura infantil siempre han tenido un gran ¨¦xito las series de pandilla, libros de lectura f¨¢cil, a los que el lector se engancha porque le da seguridad la continuidad de los personajes, las situaciones y los espacios.

Resulta curiosa la legitimaci¨®n literaria que ha tenido esta serie, poco original en el fondo, el se?alar como antecedentes a Tolkien, Carroll, C. S. Lewis, Dahl o Ende, y podr¨ªamos a?adir Perrault o Grimm y, quiz¨¢ con m¨¢s justificaci¨®n, Enid Blayton y Agatha Christie.

Rowling ha creado una narraci¨®n, h¨¢bilmente trabajada, en la que abundan los ecos, las resonancias de otras obras, y que tiene todos los ingredientes para fascinar al lector: situaciones divertidas, humor, suspense, misterio, terror y juego. Los poderes de este aprendiz de brujo son los propios de los cuentos de hadas: la escoba que vuela, la capa invisible, la varita y los espejos m¨¢gicos, las p¨®cimas para encantamientos, pero los cuentos de hadas cl¨¢sicos, a diferencia de esta serie, ofrecen al ni?o, como analiz¨® Bruno Bettelheim, materiales de fantas¨ªa que, de forma simb¨®lica, le ayudan a su crecimiento interior, indic¨¢ndole cu¨¢l es la batalla que debe librar para alcanzar la autorrealizaci¨®n. ?Se puede decir que estamos ante una literatura ensimismada que se nutre de la literatura cl¨¢sica, con muy pocas aportaciones y que, m¨¢s que la comprensi¨®n del texto, busca la complicidad del lector?

En el fen¨®meno H. P. se mueven siempre magnitudes cuantitativas que seducen hasta el punto de evitar la reflexi¨®n sobre el sentido de la lectura y de la literatura que hoy se escribe para ni?os. La misma seducci¨®n acr¨ªtica se ha dado con los mitos y personajes de la factor¨ªa Disney, que han transformado completamente la funci¨®n de los relatos cl¨¢sicos, creando productos aptos para todos los p¨²blicos.

Tambi¨¦n se publicita a Harry Potter como lectura para todas las edades y se fabrica una edici¨®n para adultos que cambia la cubierta habitual por otra sin dibujo.

Un buen libro para ni?os es, asimismo, un buen libro que permite diferentes lecturas seg¨²n la experiencia lectora y de vida de cada lector. Pero es el propio sentido del texto literario el que hace posible lecturas diversas, lecturas activas y creativas. En el caso de los libros que comentamos, m¨¢s tender¨ªamos a pensar que sus lectores adultos potenciales son, muy probablemente, lectores d¨¦biles, de lectura veloz, que leen de un tir¨®n extensas obras de estructura lineal.

Faltan a¨²n muchas p¨¢ginas para poder adelantar alguna hip¨®tesis sobre el crecimiento interior del h¨¦roe y el triunfo final del bien sobre el mal. El camino de Harry Potter no es el mismo de Bastian, el protagonista de La historia interminable. ?Magia contra fantas¨ªa? El viaje, que tanto valor simb¨®lico tiene en la literatura infantil, es siempre un desplazamiento, otros espacios que conquistar, para regresar a la realidad habiendo nacido de nuevo, siendo otro, o acept¨¢ndose tal cual se es. Bastian tiene un talism¨¢n, el libro, y la historia que est¨¢ leyendo le va transformando. Hasta ahora, Harry Potter dispone preferentemente de objetos m¨¢gicos y fuerzas misteriosas.