MONUMENTO AL SALVADOR DE PUSHKIN

Cuenta la leyenda que el gran vate ruso Alexandr Pushkin se dispon¨ªa a ir desde su hacienda de Mij¨¢ilovskoye (provincia de Pskov) hasta San Petersburgo en diciembre de 1825, pero, cuando emprendi¨® el viaje, de pronto una liebre se cruz¨® en su camino. Y en el siglo XIX esto equival¨ªa, para los supersticiosos, como que ahora a alguno se le cruzase un gato negro. Es decir, mala se?al. Pushkin, sin pens¨¢rselo demasiado, dio media vuelta y desisti¨® de ir a la capital del imperio. En definitiva, fue eso lo que le salv¨®, ya que, de haber llegado a San Petersburgo, se hubiera encontrado con la sublevaci¨®n de los decembristas, de los que era amigo y cuyos ideales se dice que compart¨ªa, por lo que con toda probabilidad se hubiera unido a la revuelta. La sublevaci¨®n de los oficiales de la nobleza rusa fracas¨®: cinco cabecillas fueron ahorcados y m¨¢s de 100 fueron desterrados a Siberia. Fue al escritor Andr¨¦i B¨ªtov -autor, entre otras muchas novelas, de La casa de Pushkin- a quien se le ocurri¨® hacerle un monumento a la liebre que salv¨® a Pushkin, idea que realiz¨® el escultor Alexandr Belik¨¢nov. La liebre descansa ahora en Mij¨¢ilovskoye sobre un moj¨®n en el que se puede leer: 416 verst¨¢s (casi 441 kil¨®metros) hasta San Petersburgo.-RODRIGO FERN?NDEZ,