Muere Jason Robards, uno de los grandes actores del cine y el teatro norteamericanos
El int¨¦rprete, que padec¨ªa un c¨¢ncer, logr¨® dos 'oscars' consecutivos por papeles secundarios
Obtuvo su primer papel a los 26 a?os, como parte trasera de una vaca en una funci¨®n infantil. Antes hab¨ªa sido marino de guerra, taxista y empleado en una bolera, y ten¨ªa ya tres hijos. El actor Jason Robards, muerto de c¨¢ncer el martes por la noche a los 78 a?os, fue un actor de ¨¦xito tard¨ªo y s¨®lido, con dos oscars ganados despu¨¦s de los 50 a?os por sus interpretaciones en Todos los hombres del presidente y Julia. Sus personajes sol¨ªan ser duros, amargos, complejos, como ¨¦l mismo; sin embargo, lamentaba no haber podido trabajar en comedias musicales.
Robards naci¨® el 26 de julio de 1922 en Chicago, donde su padre trabajaba como actor. Jason Robards padre se traslad¨® a Hollywood para probar fortuna en el cine mudo, lo cual le pareci¨® una tonter¨ªa a Jason Robards hijo, que siempre consider¨® el cine una ocupaci¨®n menor. Mientras el padre hac¨ªa pel¨ªculas, el hijo se alejaba todo lo posible del mundillo cinematogr¨¢fico: fue un buen atleta juvenil, y en 1939, despu¨¦s de graduarse, se alist¨® en la Marina. Sobrevivi¨® al ataque japon¨¦s contra la base de Pearl Harbour, particip¨® en diez operaciones navales de importancia, obtuvo la Cruz Naval al Valor y, sobre todo, empez¨® a leer obras de teatro en las bibliotecas de los buques.Cuando se licenci¨®, en 1946, aprovech¨® la llamada Ley del Soldado (que daba prioridad a los veteranos en los centros educativos y en el empleo) para matricularse en la Academia Americana de Artes Dram¨¢ticas, en Nueva York.
Durante diez a?os sobrevivi¨® conduciendo un taxi, trabajando en una bolera y consiguiendo peque?os papeles. El ¨¦xito le lleg¨® s¨²bitamente en 1956. El director Jos¨¦ Quintero quer¨ªa reestrenar una obra del reci¨¦n fallecido Eugene O'Neill que hab¨ªa pasado casi inadvertida diez a?os antes. El protagonista de The iceman cometh, Hickey, era un cincuent¨®n corpulento; Robards ten¨ªa 34 a?os y era delgado, pero pidi¨® el papel. Quintero recuerda en su autobiograf¨ªa que Robards empez¨® a recitar de memoria el mon¨®logo final de la obra: "Le vi arrancarse los ojos y desgajarse la carne de los huesos diciendo las frases limpiamente, con la precision y la claridad de un loco, de un santo, de un diablo". "Apuesto a que nunca habr¨ªa imaginado que tengo tanto odio dentro de m¨ª", le dijo Robards a Quintero despu¨¦s de la lectura. El actor fue Hickey, la representaci¨®n obtuvo un gran ¨¦xito y los nombres de Robards y O'Neill fueron desde entonces inseparables: muchos cr¨ªticos atribuyen la actual vigencia del dramaturgo a las interpretaciones que durante d¨¦cadas ha realizado el actor.
Escapar a Broadway
Jason Robards desde?aba el cine. Siempre dijo que hac¨ªa pel¨ªculas "para mantener a mis ex esposas y poder escaparme a Broadway". Sin embargo, obtuvo dos oscars por sus trabajos cinematogr¨¢ficos. El primero, en 1976, por su interpretaci¨®n del periodista Ben Bradley en Todos los hombres del presidente, el libro de Carl Bernstein y Bob Woodward sobre la ca¨ªda de Richard Nixon. El segundo Oscar, tambi¨¦n al mejor actor secundario, lleg¨® al a?o siguiente por su interpretaci¨®n del novelista Dashiell Hammett en Julia. Volvi¨® a ser candidato en 1980 por Melvin y Howard, en la que encarnaba al exc¨¦ntrico multimillonario Howard Hugues.Antes de que llegaran esos reconocimientos, Robards sobrevivi¨® a terribles turbulencias. Se hab¨ªa casado por tercera vez, en 1961, con Lauren Bacall, la m¨ªtica viuda del m¨ªtico Humphrey Bogart. "Beb¨ªa como Bogey y hablaba como Bogey", explic¨® Bacall. La pareja se divorci¨® en 1969, con Robards en una espiral autodestructiva de alcoholismo y depresiones. En 1972, en plena depresi¨®n, sufri¨® un accidente de tr¨¢fico que oblig¨® a una reconstrucci¨®n quir¨²rgica completa de su rostro. Tres a?os m¨¢s tarde, tras varios intentos y reca¨ªdas, logr¨® dejar de beber. Su carrera cinematogr¨¢fica sigui¨® proporcion¨¢ndole dinero y ¨¦xito popular con pel¨ªculas como La balada de Cable Hogue, Philadelphia y la ¨²ltima, en 1999, Magnolia, con Tom Cruise. Pero Robards sigui¨® refugi¨¢ndose en el teatro, como actor y ocasionalmente como director. "El teatro me mantiene vivo", dijo en 1997.
Su amiga Debbie Reynolds coment¨®, al conocer la noticia de su fallecimiento, que siempre hab¨ªa lamentado no trabajar en comedias musicales o en papeles humor¨ªsticos. El director teatral Ellis Rabb le consider¨® "el m¨¢s grande actor americano de su ¨¦poca. Pod¨ªa hacerlo todo, desde O'Neill hasta comedias ligeras, pasando por Shakespeare".
Sus ¨²ltimos a?os fueron una continua lucha contra el c¨¢ncer. Su papel en Magnolia, donde interpretaba a un enfermo terminal, era muy similar a su propia vida. Resid¨ªa en su casa de Connecticut, frente al oc¨¦ano, con Lois, su esposa durante 30 a?os. Deja seis hijos.
Babelia
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