La tradici¨®n m¨¢s antigua

Uno sabe que est¨¢ en Genov¨¦s porque en sus calles se respira la tradici¨®n de la pelota valenciana. Lo dice el Monument al Piloter, a la entrada del pueblo, la Plaza del Pelotari Francisco Cabanes, el Genov¨¦s, donde se eleva la estatua El Saque, el trinquet del pueblo, y, desde el pasado 24 de noviembre, el taller ocupacional "La pilota", donde se fabrican las diferentes modalidades de pelota valenciana. En mayo, adem¨¢s, se abrir¨¢n las puertas del Museu de la Pilota de Genov¨¦s. Un pueblo de 2.800 habitantes, a cinco kil¨®metros de X¨¤tiva, unido a la m¨¢s antigua tradici¨®n de este deporte.El taller-escuela "La pilota", subvencionado por el Fondo Social europeo con casi 42 millones de pesetas, re¨²ne a 15 alumnos y a dos maestros de este arte: Miguel Pedrosa y Pascual Vi?es.

En el caso de Pascual Vi?es, la afici¨®n le viene de ni?o, cuando jugaba en las calles: "Es una tradici¨®n de toda la vida en muchos pueblos de la Comunidad Valenciana". Para Miguel Pedrosa, maestro piloter, los or¨ªgenes son otros. Con 20 a?os, Miguel, jugador de f¨²tbol en Castell¨®n, baj¨® al trinquet de Genov¨¦s con los amigos y recibi¨® un pelotazo. "Me extra?¨® que aquello tan peque?o hiciera tanto da?o", recuerda. Entonces se propuso dedicarse a fabricar pelotas, dej¨® su taller de motos, y hoy, 32 a?os despu¨¦s, es una de las tres ¨²nicas personas de la Comunidad Valenciana que conoce el secreto de la fabricaci¨®n de las pelotas de vaqueta. "Son pelotas para profesionales: han de tener el peso y el tama?o justos y no hacer da?o", dice.

?ste es el tipo de pelota m¨¢s representativo, el que se usa en los trinquets. Los ni?os, sin embargo, usan la pelota de badana, m¨¢s ligera, hecha de borra, lana, hilo y cuero. La pelota de vaqueta incorpora adem¨¢s piel de toro (de la testuz) y un cuero m¨¢s resistente, mientras la de llargues, utilizada para el front¨®n, lleva dentro una bola de goma para darle m¨¢s consistencia.

El procedimiento es totalmente artesanal: se enrolla la borra hasta hacer un potro o pelota, se rellena con lana y se ata con hilo. Finalmente, se cose con cuero y se comprueba el di¨¢metro y el peso. El taller tambi¨¦n fabrica los guantes y didales (protecciones para los dedos para el raspall).

El trabajo avanza a pasitos cortos. El proceso de coser es muy costoso, hay que probar todos los materiales y comprobar que la pelota es apta para el juego. "La base ha de ser bien esf¨¦rica, para que no enga?e en el bote, y no tiene que estar ni muy apretada ni muy floja", dice Pedrosa. "Es muy importante que los ni?os no le cojan miedo", a?ade Pascual Vi?es.

Este a?o, los alumnos aprender¨¢n a fondo la fabricaci¨®n de las pelotas, que hasta el momento no salen a la venta, a pesar de que diversas empresas y la federaci¨®n valenciana de pelota ya han hecho sus pedidos. "Nuestro objetivo es que esta escuela se convierta en una empresa o cooperativa", afirma Enrique Lamberto, director del taller. Para ello, en los pr¨®ximos meses se hablar¨¢ con pelotaris del Pa¨ªs Vasco, Italia y Argentina para conocer las peculiaridades que tienen all¨ª las pelotas. "La pelota valenciana es un deporte muy noble. Hay un contacto directo con el aficionado, pero le falta apoyo institucional", afirma Pedrosa.

Por suerte, la magia no se ha perdido. Ni se perder¨¢ mientras en las calles de Genov¨¦s se respire el antiguo aroma de la tradici¨®n.