2001
En el principio fue la Acci¨®n la que se hizo pensamiento y no el Verbo el que se hizo carne. Gracias a que hubo un mono curioso cuyo dedo pulgar hac¨ªa de pinza con el resto de la mano este antepasado nuestro comenz¨® a jugar con un palo manipul¨¢ndolo de mil formas durante miles de a?os hasta que esta experiencia acab¨® por insertarle el germen de la l¨®gica en el fondo del cerebro. La ciencia universal se inici¨® con este silogismo: "Le pego un garrotazo a mi enemigo, luego queda eliminado; hago palanca con el palo, luego la piedra se mueve con m¨¢s facilidad; as¨ª lo har¨¦ en adelante". El resto ha sido una r¨¢faga de la inteligencia que nos ha llevado hasta la bomba at¨®mica y la clonaci¨®n. El mono se hizo sabio mediante un infinito ejercicio de dedos sobre la materia, pero se tardar¨ªa un mill¨®n de a?os a llamar a esto cultura digital. Internet es hoy el cerebro de la humanidad. Se trata de un organismo vivo, aunque ya no carb¨®nico, que condensa electr¨®nicamente todo cuanto el cerebro de las personas vierte en ¨¦l hasta formar la gran amalgama de la nueva inteligencia humana. Como sucedi¨® en el inicio de la cultura tambi¨¦n este cerebro universal es excitado s¨®lo con los dedos sobre un teclado sin que en esta acci¨®n intervenga todav¨ªa el principio de causalidad. Ante cualquier dificultad con el ordenador se oye la voz del maestro pidiendo ayuda: que venga el ni?o. Y el ni?o de cinco a?os se sienta ante el aparato y comienza a realizar el mismo juego con las teclas que el primer monosabio ejecutaba con el palo. El ni?o se limita a improvisar variados impulsos nerviosos con las yemas sin pensamiento alguno. Como tiene ya una conciencia nueva que es s¨®lo digital sabe que el ordenador al final acabar¨¢ obedeciendo a sus deseos a medida que lo vaya excitando con los dedos hasta insertar en sus bulbos microsc¨®picos el principio de causalidad. El tercer milenio de nuestra era se inicia con este regreso a la acci¨®n de la mano como germen de la inteligencia, solo que el cerebro al que hay que excitar ya es electr¨®nico y universal. La selva virgen la forma ahora la Red manipulada por tiernos monos albinos que ya son felices bajo los modernos cocoteros. La conciencia digital es el ¨²ltimo estadio del esp¨ªritu: pensar con los dedos, amar con los dedos, ser juzgado con los dedos. Y as¨ª hasta que el teclado de Internet establezca definitivamente en el mundo el nuevo pensamiento met¨¢lico. Feliz milenio.
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