Cuidar a los que cuidan
207 familias se benefician de un programa de asistencia social de Fundaci¨®n La Caixa y Cruz Roja
'Estoy atada a ellos completamente. Aunque siempre hemos vivido juntos, porque soy hija ¨²nica y no me he casado, desde que ellos est¨¢n enfermos ya no puedo ir a ning¨²n sitio. Mi vida ha dado un giro tremendo. No es que hiciera nada del otro mundo, pero sal¨ªa con amigas al cine, al teatro o simplemente qued¨¢bamos para pasear o hablar. Eso se acab¨®. He perdido todo lo que ten¨ªa'. Merc¨¨ tiene 57 a?os y es la cuidadora principal de sus padres, Joaquin Borrull, de 86 a?os, y Elo¨ªsa del R¨ªo, de 82. Merc¨¨ tiene que compaginar el cuidado de sus padres con su trabajo en el departamento de compras de una empresa de perfumer¨ªa. El trabajo es duro, pero llegar a casa m¨¢s: 'Cuando tengo tres o cuatro d¨ªas de fiesta, ya quiero volver a trabajar, porque al menos desconecto completamente durante ocho horas del problema que tengo en casa'. Trabaja de lunes a viernes de 7.00 a 15.00. Bienestar social le env¨ªa una trabajadora familiar tres d¨ªas a la semana durante una hora y media, pero el resto del tiempo tiene que pagar a una persona para que se haga cargo de sus padres. No pueden estar solos.
Merc¨¨ vive esta situaci¨®n desde hace cinco a?os, cuando su madre sufri¨® una trombosis que la dej¨® en una silla de ruedas, imposibilitada del lado derecho de su cuerpo, sin poder andar, ni hablar. 'Ella necesita que se lo hagas todo', explica.Su padre siempre ha tenido una salud muy delicada, pero ahora 'tiene adem¨¢s una avanzada artrosis en las rodillas y muy poco equilibrio. El problema principal es que no puede salir solo a la calle. En casa es valiente, pero tiene mucho miedo a quedarse solo con mi madre'.
Hace algo m¨¢s de tres a?os, Merc¨¨ Borrull se puso en contacto con la Cruz Roja de Catalu?a para solicitar un voluntario que atendiera a sus padres mientras ella trabaja. Fue entonces cuando se enter¨® del proyecto que acababan de poner en marcha la Cruz Roja y Fundaci¨®n La Caixa en las tres capitales catalanas. Cuidamos a los que cuidan es el expl¨ªcito nombre del programa cuyo objetivo es proporcionar un fin de semana de descanso al mes a las familias que atienden a personas mayores incapacitadas.
Mujeres
'Me explicaron que era un servicio para los fines de semana, una vez al mes. Como tengo dos personas a mi cargo son dos veces al mes, pero decid¨ª partirlo en cuatro horas para que vinieran todos los s¨¢bados y poder descansar un poco todas las semanas', recuerda Merc¨¨.
El convenio suscrito entre ambas entidades en 1997, que tiene una vigencia de cuatro a?os, ya ha permitido atender a 227 familias en Catalu?a. Cruz Roja aporta el personal, integrado por terapeutas, enfermeras, fisioterapeutas, trabajadores familiares y voluntarios, coordinados por un psic¨®logo, y hace el seguimiento de la iniciativa. La Fundaci¨®n La Caixa es la encargada de sufragar el coste total del proyecto, que asciende a 75 millones de pesetas.
El programa est¨¢ dirigido especialmente a las mujeres, sobre las que recae normalmente la responsabilidad de cuidar a las personas mayores, y a las familias que atienden de forma permanente a uno o varios familiares en su casa y que no cuentan con los recursos suficientes para pagar un servicio privado. 'Me hicieron una entrevista. Vieron el problema que ten¨ªa con mis padres y me preguntaron lo que gan¨¢bamos cada uno. Al ver al panorama familiar y que la cantidad que ingres¨¢bamos no llegaba a 250.000 pesetas mensuales me dijeron que ten¨ªa derecho a beneficiarme del programa', explica. Merc¨¨ Borrull cumpl¨ªa todos los requisitos y fue as¨ª como se convirti¨® en una de las pioneras de este proyecto. En junio de 1997 tuvo su primer servicio y, hasta ahora, todos los s¨¢bados una trabajadora familiar cuida de sus padres de 10.00 a 14.00. Les da el desayuno, cambia y asea a Elo¨ªsa, les da la medicaci¨®n, compra el pan y el peri¨®dico y baja a Joaqu¨ªn a dar un paseo de media hora. Ella, mientras tanto, desconecta y descansa.
Cuidamos a los que cuidan no s¨®lo sirve para dar un respiro a las familias cuidadoras durante los fines de semana, sino que ofrece a las personas mayores y a sus cuidadores un conjunto integral de servicios socio-asistenciales que permiten mantener a la persona en su entorno habitual en las mejores condiciones posibles. El programa incluye adem¨¢s una serie de servicios complementarios, como ayudas t¨¦cnicas para determinadas dolencias, detectores de humos o la instalaci¨®n de una terminal de teleasistencia en los domicilios, que permite a los beneficiarios establecer contacto directo y permanente con la central de atenci¨®n tan s¨®lo apretando un bot¨®n.
Apoyo psicol¨®gico
La familia Borrull-Del R¨ªo tiene el servicio de teleasistencia. Ello permite que Merc¨¨ est¨¦ m¨¢s tranquila durante la hora en que sus padres se quedan solos hasta que ella regresa del trabajo. Adem¨¢s, un d¨ªa a la semana una voluntaria de Cruz Roja va a su casa para que su madre haga ejercicios de recuperaci¨®n. El programa tambi¨¦n proporciona a los cuidadores apoyo psicol¨®gico y asesoramiento sobre el cuidado de los enfermos. Dos martes al mes, Merc¨¨ asiste a unas charlas que imparte Cruz Roja, donde una enfermera y una fisioterapeuta dan consejos sobre la higiene, la alimentaci¨®n, los ejercicios que deben realizar o c¨®mo deben ser levantados los ancianos impedidos. 'Tenemos una psic¨®loga que nos escucha y deja que cada uno se desahogue. T¨² piensas que tienes muchos problemas, pero siempre hay alguien que tiene m¨¢s que t¨²', explica Merc¨¨. Mientras los cuidadores asisten a las charlas, una persona voluntaria de Cruz Roja se hace cargo de sus familiares.
Merc¨¨ cree que 'estas enfermedades son para gente que tiene dinero, porque todo lo que haces lo tienes que pagar, o bien no puedes moverte de casa'. El programa Cuidamos a los que cuidan le permite tener al menos cuatro horas para s¨ª misma a la semana. Ahora piensa que si se lo quitaran 'ser¨ªa horroroso'. Por su cabeza nunca ha pasado la idea de llevar a sus padres a una residencia porque, adem¨¢s de que no se lo podr¨ªa permitir, cree que ellos lo han dado todo por ella y ahora quiere corresponderles: 'A veces pienso que si los tuviera en una residencia ser¨ªa m¨¢s libre, pero yo no estar¨ªa conforme conmigo misma'.
El programa en cifras
De las 207 familias que han sido atendidas en Catalu?a desde que en 1997 se inici¨® el programa de la Fundaci¨®n La Caixa y Cruz Roja, 89 son de Barcelona, 78 de Lleida, 24 de Girona y 16 de Tarragona. El 68% de los beneficiarios conviven con sus hijos o familiares de segundo grado. El resto son parejas, la mayor¨ªa ancianos, en las que el cuidador es uno de los miembros. Entre los servicios que ofrece el programa, el m¨¢s solicitado es el de cuidado durante el fin de semana. Le sigue la opci¨®n de acumular todas las horas asignadas en un solo d¨ªa. Finalmente, algunos cuidadores prefieren que se les ayude unas horas en las tareas diarias. El 70% de las personas beneficiarias del programa tienen una alta dependencia, el 26% tiene una dependencia media y s¨®lo el 4% puede valerse por s¨ª mismo. El 94% de los servicios se realiza desde las 17.00 del viernes hasta las 21.00 del domingo. El resto son servicios en vacaciones, suplencias e ingresos hospitalarios. Los equipos de voluntarios y personal especializado atienden m¨¢s de 650 servicios al a?o, lo cual supone m¨¢s de 22.000 horas de dedicaci¨®n.
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