Miguel S¨¢nchez Ostiz recopila toda su poes¨ªa en 'La marca del cuadrante'

Miguel S¨¢nchez Ostiz, que gan¨® el Premio Nacional de la Cr¨ªtica en 1998, explic¨® ayer en rueda de prensa que en 'esta especie de autobiograf¨ªa literaria' que es el nuevo t¨ªtulo se reflejan dos formas de escribir, la anterior a 1988 y la posterior. S¨¢nchez Ostiz manifest¨® su satisfacci¨®n por la edici¨®n del volumen porque recopila en uno toda su obra po¨¦tica, hasta ahora 'desperdigada' y en algunos casos agotada, al tiempo que sirve para que salgan a la luz cuatro nuevos t¨ªtulos in¨¦ditos.

El primero es Cr¨®nica fabulosa del capit¨¢n Don Jos¨¦ Miguel de Amasa, escrito en el verano de 1981 y que 'se qued¨® en el camino por falta de editor y por propia desgana', se?al¨® el autor, quien describi¨® los poemas que lo integran como 'muy esteticistas por un lado y por otro muy literarios'. El viaje de los comediantes, de 1983, es otro de los nuevos t¨ªtulos, junto a El otro sue?o del caballero, de 1988, cuyo contenido calific¨® como 'muy interesante, que presagia el libro que yo entonces estaba escribiendo', Las pira?as, que 'qued¨® arrumbado por la extensi¨®n y porque no consegu¨ª darle la forma de mon¨®logo', se?al¨®. El ¨²ltimo de los poemarios in¨¦ditos es Aqu¨ª se detienen, un t¨ªtulo que eligi¨® al pensar que ser¨ªa el ¨²ltimo en este g¨¦nero 'porque me cre¨ªa falto de inspiraci¨®n', aunque finalmente no ser¨¢ as¨ª, ya que en la actualidad se encuentra preparando otro que tendr¨¢ como objeto 'la visi¨®n del provinciano que va a Madrid'.

El libro se completa con los ya editados P¨®rtico de la fuga (1979), Traves¨ªa de la noche (1983), De un paseante solitario (1985), Retos imaginarios (1986), Invenci¨®n de la ciudad (1989-1993) y Carta de vagamundos (1994).

S¨¢nchez Ostiz se?al¨® que todos sus poemarios est¨¢n relacionados con las novelas que ha escrito simult¨¢neamente, pues para ¨¦l 'poes¨ªa y narrativa son piezas de un mismo mosaico, que al final es un autorretrato', dijo para explicar que 'los poemas no son para m¨ª una dedicaci¨®n extra?a, sino que han venido siendo un trabajo paralelo a las novelas, como si me quedara siempre algo sin escribir en ellas' y tuviera que completarlo en verso.