La Real se acoge al 'esp¨ªritu Toshack'

Cuenta la leyenda que a John Benjamin Toshack le fich¨® la Real Sociedad en 1985 por cat¨¢logo. Que buscaba a otro, inaccesible, y alg¨²n agente le ofreci¨® a un ex futbolista del Liverpool que hab¨ªa producido el milagro del Swansea: ascenderlo de la Cuarta a la Primera Divisi¨®n. Nadie pensaba que aquel entrenador mediano de la Liga inglesa, que so?aba, y a¨²n sue?a, con dirigir a los diablos rojos, iba a convertirse en la piedra filosofal de la Real y en un punto referencial del torneo espa?ol. Toshack ha entrenado en dos etapas diferentes al Real Madrid, en tres a la Real Sociedad y en una al Deportivo. Su hoja de servicio es envidiable porque, adem¨¢s, entremezcla al Sporting de Lisboa, a la selecci¨®n de Pa¨ªs de Gales, al Besiktas de Estambul y al Saint ?tienne.

La primera caracter¨ªstica de Toshack es la listeza. Repasando su biograf¨ªa, hay una l¨ªnea que se repite con asiduidad: jug¨® junto a Kevin Keagan. He ah¨ª el m¨¦rito de este futbolista que comparti¨® con el genial extremo una definici¨®n, Little and Largue (el peque?o y el grande), que les uni¨® en aquel emblem¨¢tico Liverpool.

Lo cierto es que Toshack cosech¨® con ese club, que lo adquiri¨® del Cardiff City por 110.000 libras (unos 200 millones de pesetas en 1970), 96 goles. Arconada, Zamora y compa?¨ªa los recuerdan bien porque, tras un traspi¨¦ estruendoso en un partido de su Liga, se los repas¨® una y otra vez en el viaje de regreso en autocar 'para que aprendieran a marcar goles'.

Toshack es el gran legendario, un entrenador que ha hecho de la excentricidad su envoltorio y que presume de haber inventado unas cuantas cosas. De ¨¦l cuentan con regocijo sus admiradores que levant¨® a sus futbolistas a las cuatro de la ma?ana como castigo a una derrota en Langreo y ¨¦l mismo dice que invent¨® el 4-2-3-1 como sistema t¨¢ctico. Fiel al viejo esp¨ªritu ingl¨¦s, abusa de la frase hecha y de la iron¨ªa como explicaci¨®n casquivana de las circunstancias de una derrota, de la que siempre son responsables los futbolistas.

Experto en fugas y regresos, Toshack se ha convertido en un personaje familiar. Si el f¨²tbol no hubiera cambiado, habr¨ªa sido el Miguel Mu?oz de la Real. Primero se march¨® del equipo donostiarra porque quiso, en 1988, cuando le fich¨® el Madrid para gestionar al a?o siguiente la quinta del Buitre y del goleador mexicano Hugo S¨¢nchez. Gan¨® una Liga, pero su car¨¢cter resultaba excesivo para una sociedad m¨¢s tendente al tacto que a la revoluci¨®n.

Toshack hab¨ªa huido de la Real dejando un proyecto que inclu¨ªa el cambio de filosof¨ªa del club vasco. Los traspasos de Bakero, Begiristain o Loren influyeron en la decisi¨®n y el gal¨¦s dej¨® dicho que la Real deb¨ªa fichar extranjeros para paliar los d¨¦ficits de contrataci¨®n. Pero se fue. Y volvi¨® porque su sino es volver a San Sebasti¨¢n. No en vano mantiene una casa en Zarautz (Guip¨²zcoa), junto al restaurante Argina?o; acude a Anoeta en tiempos de holganza y concede entrevistas cuando la cuesta se empina para los donostiarras. Su curr¨ªculo engord¨® cuatro a?os m¨¢s para convertirse en el t¨¦cnico realista m¨¢s longevo tras el inefable Benito D¨ªaz.

Luis Uranga, el presidente en funciones de la Real -ha anunciado su dimisi¨®n para el 23 de marzo-, llor¨® cuando anunci¨® su destituci¨®n en noviembre de 1994 tras su segunda etapa realista, no tan fruct¨ªfera como la primera. Nadie ha querido nunca prescindir de Toshack en San Sebasti¨¢n. El suyo es un caso similar al de Javier Clemente, su gran amigo, en Bilbao. Su sombra es alargada.

Tanto que a Uranga, urgido por la condici¨®n de colista del equipo, la dimisi¨®n como t¨¦cnico de Periko Alonso y el descr¨¦dito de su Consejo de Administraci¨®n, no le ha temblado el pulso para volver al ex jugador del Liverpool, fracasado en su segundo regreso al Madrid, a cambio de 200 millones de pesetas para el Saint ?tienne por la rescisi¨®n de su contrato y de dos temporadas y media de trabajo aunque el propio presidente dimita en un par de meses y a pesar de haber afirmado que Toshack ser¨ªa 'un factor de inestabilidad'. La tercera llegada del esp¨ªritu Toshack est¨¢ servida. No tiene por qu¨¦ ser la ¨²ltima.