Una nueva guerrilla reta a Serbia
300 terroristas fuertemente armados hostigan a la polic¨ªa desde la zona de seguridad entre Serbia y Kosovo
Los enfrentamientos en el valle de Presevo, al sur de Serbia y al este de Kosovo, donde una guerrilla albanesa hostiga desde hace meses a las fuerzas de seguridad serbias, es un caldo de cultivo ideal para los extremistas de ambos bandos. Una visita a la regi¨®n presenta paralelismos palpables con la situaci¨®n en Kosovo en los meses que precedieron a la intervenci¨®n de la OTAN. Las autoridades democr¨¢ticas de Yugoslavia amenazan ya con recurrir a la fuerza.
La ¨²nica sorpresa de las recientes elecciones legislativas de Serbia la proporcion¨® el Partido de la Unidad Serbia (SJJ), que acaudilla un lugarteniente del tristemente c¨¦lebre Zeljko Raznatovic, m¨¢s conocido como Arkan. Este siniestro personaje, buscado como criminal de guerra por el Tribunal Penal de La Haya, cay¨® abatido a balazos el 15 de enero de 2000 en un hotel de lujo de Belgrado.
Ahora, sus seguidores han conseguido reunir 200.000 votos en las elecciones de Serbia, algo m¨¢s de un 5%, que les dar¨¢ 14 diputados. Para el futuro primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic, la explicaci¨®n del ¨¦xito del partido de Arkan est¨¢ clara: 'La comunidad internacional no ha dado una soluci¨®n al problema del sur de Serbia'.
En esa regi¨®n, que los albanokosovares llaman Kosovo oriental, se ha enquistado una incipiente guerrilla que act¨²a seg¨²n el esquema del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK). El autodenominado Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Presevo, Bujanovac y Medvedja (ELPBM) cuenta, seg¨²n algunas estimaciones, con unos 300 efectivos, pero se estima que dispone de armamento para unos 1.000. No obstante, en Belgrado se asegura que el n¨²mero de 'terroristas' albaneses asciende a 1.600.
Las nuevas autoridades democr¨¢ticas de Serbia y Yugoslavia han puesto en marcha una maquinaria informativa que en muchos aspectos recuerda a la agitaci¨®n y propaganda de los d¨ªas del r¨¦gimen de Milosevic. En un libro editado con tapa dura y papel cuch¨¦ se informa sobre los atentados de los 'terroristas albaneses' con fotos de cuerpos de polic¨ªas serbios que han sufrido horribles mutilaciones. Los telediarios de las televisiones de Belgrado dedican espacios diarios a informar sobre la situaci¨®n en Presevo en un tono que evoca los d¨ªas anteriores a la guerra de Kosovo.
El ELPMB se ha aprovechado del acuerdo t¨¦cnico militar de Kumanovo (Macedonia), donde se puso fin a los bombardeos de la OTAN y la guerra de Kosovo. Infiltrados en la zona de seguridad, el ELPMB ocupa unos 200 kil¨®mtros cuadrados de territorio serbio. En ese terreno los guerrilleros albaneses han implantado sus retenes y hostigan a la polic¨ªa serbia. Seg¨²n el acuerdo de Kumanovo, la polic¨ªa serbia s¨®lo puede entrar en esa zona con armas ligeras. Los albaneses disponen incluso de morteros lanzagranadas.
La estrategia es clara. Los albaneses hostigan a la polic¨ªa, en busca de una reacci¨®n exagerada de los serbios, que, como en Kosovo, los deje como genocidas ante el mundo. Las nuevas autoridades serbias no responden, hasta ahora, con la represi¨®n. No obstante, los Gobiernos serbio y yugoslavo y las dos c¨¢maras del Parlamento federal exigen que la ONU y la fuerza de paz de Kosovo (Kfor) pongan fin a la situaci¨®n. De lo contrario, Belgrado advierte que combatir¨¢ a los terroristas con sus propios medios.
El Gobierno democr¨¢tico de Belgrado se encuentra entre la espada y la pared. Por una parte, tiene que hacer buena letra cara a la comunidad internacional y demostrar que los m¨¦todos del r¨¦gimen desp¨®tico de Slobodan Milosevic pertenecen al pasado. Por otra parte, las elecciones han mostrado que, adem¨¢s de los 200.000 seguidores de Arkan, existe medio mill¨®n de fieles a Milosevic y otros 300.000 del ultranacionalista Vojislav Seselj. Nada menos que un tercio del electorado, una base s¨®lida para intentar dar la vuelta a la tortilla.Los enfrentamientos en el valle de Presevo, al sur de Serbia y al este de Kosovo, donde una guerrilla albanesa hostiga desde hace meses a las fuerzas de seguridad serbias, es un caldo de cultivo ideal para los extremistas de ambos bandos. Una visita a la regi¨®n presenta paralelismos palpables con la situaci¨®n en Kosovo en los meses que precedieron a la intervenci¨®n de la OTAN. Las autoridades democr¨¢ticas de Yugoslavia amenazan ya con recurrir a la fuerza.
La ¨²nica sorpresa de las recientes elecciones legislativas de Serbia la proporcion¨® el Partido de la Unidad Serbia (SJJ), que acaudilla un lugarteniente del tristemente c¨¦lebre Zeljko Raznatovic, m¨¢s conocido como Arkan. Este siniestro personaje, buscado como criminal de guerra por el Tribunal Penal de La Haya, cay¨® abatido a balazos el 15 de enero de 2000 en un hotel de lujo de Belgrado.
Ahora, sus seguidores han conseguido reunir 200.000 votos en las elecciones de Serbia, algo m¨¢s de un 5%, que les dar¨¢ 14 diputados. Para el futuro primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic, la explicaci¨®n del ¨¦xito del partido de Arkan est¨¢ clara: 'La comunidad internacional no ha dado una soluci¨®n al problema del sur de Serbia'.
En esa regi¨®n, que los albanokosovares llaman Kosovo oriental, se ha enquistado una incipiente guerrilla que act¨²a seg¨²n el esquema del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK). El autodenominado Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Presevo, Bujanovac y Medvedja (ELPBM) cuenta, seg¨²n algunas estimaciones, con unos 300 efectivos, pero se estima que dispone de armamento para unos 1.000. No obstante, en Belgrado se asegura que el n¨²mero de 'terroristas' albaneses asciende a 1.600.
Las nuevas autoridades democr¨¢ticas de Serbia y Yugoslavia han puesto en marcha una maquinaria informativa que en muchos aspectos recuerda a la agitaci¨®n y propaganda de los d¨ªas del r¨¦gimen de Milosevic. En un libro editado con tapa dura y papel cuch¨¦ se informa sobre los atentados de los 'terroristas albaneses' con fotos de cuerpos de polic¨ªas serbios que han sufrido horribles mutilaciones. Los telediarios de las televisiones de Belgrado dedican espacios diarios a informar sobre la situaci¨®n en Presevo en un tono que evoca los d¨ªas anteriores a la guerra de Kosovo.
El ELPMB se ha aprovechado del acuerdo t¨¦cnico militar de Kumanovo (Macedonia), donde se puso fin a los bombardeos de la OTAN y la guerra de Kosovo. Infiltrados en la zona de seguridad, el ELPMB ocupa unos 200 kil¨®mtros cuadrados de territorio serbio. En ese terreno los guerrilleros albaneses han implantado sus retenes y hostigan a la polic¨ªa serbia. Seg¨²n el acuerdo de Kumanovo, la polic¨ªa serbia s¨®lo puede entrar en esa zona con armas ligeras. Los albaneses disponen incluso de morteros lanzagranadas.
La estrategia es clara. Los albaneses hostigan a la polic¨ªa, en busca de una reacci¨®n exagerada de los serbios, que, como en Kosovo, los deje como genocidas ante el mundo. Las nuevas autoridades serbias no responden, hasta ahora, con la represi¨®n. No obstante, los Gobiernos serbio y yugoslavo y las dos c¨¢maras del Parlamento federal exigen que la ONU y la fuerza de paz de Kosovo (Kfor) pongan fin a la situaci¨®n. De lo contrario, Belgrado advierte que combatir¨¢ a los terroristas con sus propios medios.
El Gobierno democr¨¢tico de Belgrado se encuentra entre la espada y la pared. Por una parte, tiene que hacer buena letra cara a la comunidad internacional y demostrar que los m¨¦todos del r¨¦gimen desp¨®tico de Slobodan Milosevic pertenecen al pasado. Por otra parte, las elecciones han mostrado que, adem¨¢s de los 200.000 seguidores de Arkan, existe medio mill¨®n de fieles a Milosevic y otros 300.000 del ultranacionalista Vojislav Seselj. Nada menos que un tercio del electorado, una base s¨®lida para intentar dar la vuelta a la tortilla.
Un santuario vetado a la polic¨ªa yugoslava
El acuerdo t¨¦cnico militar firmado en Kumanovo (Macedonia) el 10 de junio de 1999 establece la creaci¨®n de una zona de seguridad sobre el territorio de Yugoslavia lindante con Kosovo. En esa franja, la polic¨ªa serbia no puede entrar m¨¢s que con armas ligeras. La Fuerza Internacional de Paz para Kosovo (Kfor) no puede entrar en esa franja desmilitarizada y se limita a controlar la frontera con Kosovo. En la franja del sur de Serbia viven unos 60.000 albaneses, distribuidos sobre todo en tres municipios. En Presevo los albaneses son casi el 90%. En Bujanovac, un 60%. En Medvedja, el 30%. Los guerrilleros del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Presevo, Medvedja y Bujanovac (ELPMB) justifican su acci¨®n con el argumento de defender a los albaneses de la represi¨®n serbia. El mismo argumento que us¨® el ELK en el vecino Kosovo antes de la guerra. Para el ELPMB result¨® un juego de ni?os burlar a la Kfor e introducirse desde Kosovo en el sur de Serbia e incluso hacerlo tal vez desde Macedonia. Sobre la composici¨®n de esta nueva guerrilla se sabe que procede de grupos escindidos del ELK, dipuestos a continuar la lucha por la liberaci¨®n de una regi¨®n que consideran el Kosovo Oriental. El Consejo Supremo de Defensa de Yugoslavia acord¨® el pasado lunes solicitar una modificaci¨®n del acuerdo de Kumanovo y reducir la zona de seguridad de cinco kil¨®metros a uno. De esa forma la polic¨ªa serbia podr¨ªa limpiar esa franja de los albaneses que desde esa zona la hostigan en unos 200 kil¨®metros cuadrado de extensi¨®n. El futuro primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic, ha llegado incluso a lanzar una especie de ultim¨¢tum a la Fuerza Internacional de Paz de Kosovo (Kfor). Seg¨²n declar¨® Djindjic al semanario alem¨¢n Der Spiegel, 'nosotros concedemos un m¨¢ximo de 20 d¨ªas a la Kfor para resolver la crisis en la zona de seguridad al sur de Serbia. Si los signos de una ofensiva albanesa persisten, nosotros haremos intervenir inmediatamente a nuestra polic¨ªa'. El dirigente albanokosovar m¨¢s popular, Ibrahim Rugova, cuyo partido, la Liga Democr¨¢tica de Kosovo (LDK), arras¨® en las recientes elecciones municipales, declar¨® en un primer momento que esa guerrilla es un problema de Serbia y no de Kosovo. El ex guerrillero Hashim Thaci, dirigente del Partido Democr¨¢tico de Kosovo (PDK), tambi¨¦n se distanci¨® de la actividad del ELPMB. No obstante, Belgrado acusa a Thaci de mover los hilos y as¨ª lo cree Djindjic.
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