Aznalc¨®llar, una inocentada

El D¨ªa de los Inocentes vi la noticia. Se cerraba el caso porque no hab¨ªa imprudencia 'grave', puesto que era pr¨¢ctica habitual de los t¨¦cnicos no efectuar los c¨¢lculos que se omitieron y que causaron la cat¨¢strofe.

La 'gravedad' ha de medirse seg¨²n el par¨¢metro de las cosas que cualquiera no debe hacer en ning¨²n caso. Si no hay 'gravedad', cabe disculpa. El delito ecol¨®gico, hoy por hoy, sanciona s¨®lo la imprudencia grave. La regla para cerrar un asunto penal, antes de la vista, es que est¨¦ completamente claro que no ha habido delito. En este caso se ha decidido archivar a partir de un informe, no sometido a debate, que parte de la premisa de que se est¨¢ ante una pr¨¢ctica habitual y de la cual se induce que, por habitual, es disculpable.

Es posible que la pr¨¢ctica habitual sea disculpable, pero no se razona por qu¨¦ lo es. La medida de la negligencia 'grave' nos la da el an¨¢lisis objetivo de los riesgos previsibles, vistos en el momento en el que se tom¨® la decisi¨®n de omitir los c¨¢lculos. La pr¨¢ctica habitual de la omisi¨®n de los c¨¢lculos puede ser un indicio favorable de los acusados, pero no es un indicio concluyente.

Si la decisi¨®n de archivo no razona completamente el indicio es una decisi¨®n equivocada y, por tanto, se debe reabrir el caso.-