De un poeta secreto
La obra de Joaqu¨ªn Gurruchaga (San Sebasti¨¢n, 1910) permaneci¨® oculta en una privacidad opaca, escondida, durante muchos a?os, hasta que sus familiares le convencieron para dar a luz sus textos. Estos tuvieron una acogida favorable y dieron paso a dos libros de poemas: ?ltimos poemas (1995) y El tiempo, el humo, el pasado (1996).
Gurruchaga ten¨ªa veinte y pocos a?os cuando se dispon¨ªa a publicar su primera obra. Pero la guerra del 36 trunc¨® el proyecto literario: la publicaci¨®n del texto en la colecci¨®n H¨¦roe de Manuel Altolaguirre. El poeta hab¨ªa escrito poemas antes de la guerra y Celaya se los hab¨ªa pasado a limpio. Y Celaya quiso publicar el libro, nuevamente, al poner en marcha su editorial de poes¨ªa.
Todos los libros est¨¢n recopilados al cuidado de sus hijas Mar¨ªa Luisa y Ana, y el primero de ellos estuvo a punto de ganar el Premio Nacional de la Cr¨ªtica. Ahora, en colaboraci¨®n con la instituci¨®n cultural Koldo Mitxelena, aparece el tercer libro que resuena como un eco del primero con el que se dio a conocer la obra secreta de Gurruchaga. Se trata de Primeros poemas (1929-1936). Se incluye aqu¨ª aquel primer proyecto de publicaci¨®n, antes del estallido del conflicto.
La est¨¦tica de Gurruchaga est¨¢ impregnada de un modernismo depurado, de un juego de im¨¢genes y palabras, de una secuencia breve que se delimita en pocas palabras. Poes¨ªa de la l¨ªnea, trabaja lo que se ha denominado un pentamiento, un juego entre pensamiento y sentimiento que deriva hacia una manifestaci¨®n de la l¨ªrica en clave r¨¢pida, como si el gesto de la escritura estuviera en proceso de sugesti¨®n permanente.
Los ecos de la poes¨ªa de Alberti y posiblemente del primer Lorca est¨¢n aqu¨ª presentes en la frase sutil que repite un verso, que busca la variaci¨®n de las palabras, porque el texto de Gurruchaga pretende la amplificaci¨®n de la mirada, la b¨²squeda del m¨¢s all¨¢ de lo cotidiano. Los objetos del d¨ªa a d¨ªa se hacen presentes en su obra, pero buscan una sensaci¨®n, que responde casi a un temblor, a una declaraci¨®n de intenciones r¨¢pidas y sensibles.
La naturaleza, la visi¨®n primera sirve de punto de arranque a una concreci¨®n po¨¦tica que busca la impresi¨®n del mundo interior en una voz quiz¨¢s ya conocida en otros autores. El libro de aprendizaje de Gurruchaga sirve de introducci¨®n a una obra rescatada por ventura en un trabajo editorial que cuida con mimo la trayectoria de este autor escondido.
Joaqu¨ªn Gurruchaga: Primeros poemas (1929-1936). Calambur. Madrid.
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