El regreso de la estrella fugaz

'Mi cabeza ha cambiado. Vengo a triunfar en el Betis y no quiero meterme en problemas. Viv¨ª muchas peleas el a?o pasado; todas las semanas estaba en los peri¨®dicos y no quiero que mi vuelta sea igual. Mi pensamiento es trabajar para dejar al Betis en Primera'. As¨ª prolog¨® Denilson de Oliveira (San Bernardo, Brasil, 1977) el pasado martes la que supone su segunda incursi¨®n en el f¨²tbol europeo tras un breve par¨¦ntisis en Brasil, donde march¨® cedido al Flamengo tras la ca¨ªda en picado del Betis a la Segunda Divisi¨®n.

Cinco meses despu¨¦s de marcharse por la puerta de atr¨¢s y enfrentado a una afici¨®n que, al igual que a Finidi, le recrimin¨® su escasa implicaci¨®n con el club que le pagaba su sustanciosa ficha, Denilson vuelve asegurando que es otro, que ha madurado y que no va a dejar escapar esta nueva oportunidad, quiz¨¢ la ¨²ltima, de triunfar en el f¨²tbol espa?ol y demostrar que sigue siendo aqu¨¦l Denilson que deslumbr¨® con la selecci¨®n brasile?a en el Mundial de Francia 98.Otra oportunidad que de nuevo le llega de manos de su mecenas, Manuel Ruiz de Lopera, presidente del Betis, quien profesa una fe ciega en su 'chico', como habitualmente se refiere a Denilson. 'D¨®nde hay un ala izquierda en Primera o en Segunda como Denilson?', retaba Lopera tras anunciar el regreso del jugador brasile?o por el que hace tres a?os pag¨® 5.300 millones de pesetas y al que, a golpe de talonario, convirti¨® en supermillonario con 19 a?os y en emblema de su fracasado proyecto de llevar al Betis a Europa.

'Denilson fracas¨® porque el Betis fracas¨®', terciaba conciliador Fernando V¨¢zquez en un intento de contener la presi¨®n que termin¨® por asfixiar a su nuevo refuerzo la pasada temporada. 'Fallar tampoco fall¨¦. El equipo no estaba bien, todo sal¨ªa mal, y cuando ocurre eso se echa la culpa a los que llegan. Me pas¨® lo mismo en el Flamengo; la cosa no iba bien y la afici¨®n la tom¨® conmigo. que fui el ¨²ltimo en llegar. Yo siempre fui el culpable', se justificaba Denilson.

Atr¨¢s quedan ya su relaci¨®n amor-odio con Javier Clemente, su falta de sinton¨ªa con Carlos Griguol, quien lleg¨® a recetarle un cursillo acelerado de 'educaci¨®n deportiva', y sus continuas salidas de tono -'No ser¨ªa el m¨¢s caro si no fuera individualista'- fruto de la indigesti¨®n que le caus¨® su repentino estrellato y del rechazo que obtuvo de la mayor¨ªa de sus compa?eros de equipo. Escarmentado, Denilson dice que no quiere ni oir hablar del precio que se pag¨® por ¨¦l ni de los turbulentos episodios que vivi¨® en el pasado. S¨®lo pide que se le enjuicie como al resto de sus compa?eros: 'No ha venido un rey, tengo 23 a?os, la misma edad que Capi, y me gustar¨ªa que se me tratase como a ¨¦l para as¨ª quitarme un poco de responsabilidad y poder jugar y rendir mejor. He tenido problemas porque llevo dos o tres a?os estancado, pero quiero jugar y ayudar a mis compa?eros'. Mejorar su curr¨ªculo no le ser¨¢ dif¨ªcil: en dos temporadas en el Betis jug¨® 67 partidos, 58 de ellos como titular y s¨®lo anot¨® 5 goles. Por lo pronto, Denilson, que a¨²n no ha finiquitado su contrato con el Flamengo, tendr¨¢ que esperar para demostrar sobre el c¨¦sped que ha cambiado. Un cambio que t¨¦cnico, compa?eros y aficionados esperan vaya m¨¢s all¨¢ de las palabras y del que por ahora s¨®lo est¨¢ convencido Lopera: 'Ha vuelto el Denilson por el que suspiraban todos los equipos de Europa'.