Francesc Vidal y el arte
Hace cosa de un a?o el artista reusense Francesc Vidal se present¨® al concurso internacional Calaf Art P¨²blic, que de una manera bienal propone el Ayuntamiento de esta poblaci¨®n bajo la batuta de Ramon Parramon. En esa edici¨®n se trataba de pasar 15 d¨ªas en Calaf y en este tiempo elaborar un proyecto que implicara al artista, como productor cultural, en el contexto del pueblo (espacio f¨ªsico, geogr¨¢fico, cultural...). Los tres finalistas -entre ellos Francesc Vidal- recibieron una subvenci¨®n de 500.000 pesetas para realizar el trabajo.
Aprovechando que Calaf fue la cuna del ministro bajo cuyo mandato se adopt¨® la peseta -Laure¨¤ Figuerola-, Vidal dise?¨® un billete numerado y de edici¨®n limitada en un n¨²mero igual al de los habitantes de la poblaci¨®n. El billete lleva impreso elementos significativos del pueblo, como un mapa de la zona, un perro que forma parte del escudo y una segadora de trigo. La unidad monetaria es el blat y el billete tiene un valor de 100 blats. El proyecto lleva el nombre de Diner p¨²blic. Vidal gast¨® m¨¢s o menos unas 120.000 pesetas del presupuesto en la elaboraci¨®n del billete y el resto es lo que considera que los habitantes de Calaf le han entregado de sus bolsillos. Por lo tanto, el valor de cambio de cada billete es el resultado de la divisi¨®n entre la cantidad equivalente al resto del presupuesto y el n¨²mero de habitantes censados (124 pesetas).
Aprovechando que Calaf es la cuna del ministro bajo cuyo mandato se adopt¨® la peseta, el artista Francesc Vidal dise?¨® un billete del que imprimi¨® tantas unidades como habitantes tiene la poblaci¨®n
La propuesta de Vidal era hacer participar de manera activa al pueblo de Calaf, ya que son las instituciones p¨²blicas, y por tanto los ciudadanos, las que con los impuestos asumen normalmente la financiaci¨®n de las propuestas de arte contempor¨¢neo. Por eso Vidal ha enviado uno de esos billetes a cada habitante, que tiene la posibilidad de cambiarlo por euros en un banco de Calaf hasta el 2 de junio de 2001. Con esto se ofrece la posibilidad de recuperar la inversi¨®n del contribuyente. Los billetes no cambiados perder¨¢n su valor econ¨®mico y reforzar¨¢n su valor como pieza art¨ªstica invirtiendo la escala de valores habituales en este campo: de objeto art¨ªstico a dinero.
Parece ser que estos billetes ya se cotizan a 5.000 pesetas. ?sta no es, ni mucho menos, la primera propuesta art¨ªstica de Vidal; de hecho, el d¨ªa en que me lo encontr¨¦ por Barcelona llevaba un fajo de revistas bajo el brazo editadas y dise?adas por ¨¦l mismo. Acababa de llegar de Reus y se dispon¨ªa a repartirlas -en mano- a los colaboradores. Se trata de Esquerp, que, en formato de entrevista, da a los artistas la oportunidad de explicarse. Si le pregunto c¨®mo se define art¨ªsticamente, se echa a re¨ªr y me remite a los artistas que salen en el n¨²mero 1 de Esquerp: 'Aqu¨ª no hay nadie que sea s¨®lo pintor o poeta o dise?ador, los artistas no encuentran cobertura con el trabajo que realizan y se desv¨ªan por otros caminos, como el de gestor cultural. La frontera entre artista y gestor se est¨¢ rompiendo'.
La primera vez que o¨ª hablar de Francesc Vidal fue a ra¨ªz de una peculiar carta (o, para hablar en t¨¦rminos art¨ªsticos, arte postal) que enviaban un grupo de unos cuarenta artistas reusenses y de la zona bajo el nombre de SIEP (S¨¤pigues i Entenguis Produccions). La carta era un cond¨®n aparentemente usado; corr¨ªa el a?o 81 y todos, en aquel momento, encontramos genial la provocaci¨®n en una ciudad como Reus, donde parec¨ªa que no pasaba nada. De cartas de este estilo se llegaron a enviar m¨¢s de diez mil a todo el mundo. Los de SIEP quer¨ªan llamar la atenci¨®n sobre el hecho de que en Reus hab¨ªa un colectivo que se mov¨ªa. 'Est¨¢bamos hartos de montar exposiciones sin que nadie se enterara. Lo ¨²nico ¨²til eran los cat¨¢logos que se enviaban. Entonces decidimos ser pr¨¢cticos y enviar directamente nuestra propuesta sin necesidad de exponerla previamente'.
Del arte postal Francesc Vidal pas¨® a editar Fenici, una revista con infinidad de colaboradores de todo el mundo del arte. Algunas presentaciones de Fenici fueron memorables. Un calificativo tan gastado en estos momentos como es multidisciplinario y que por aquel entonces nadie conoc¨ªa, Vidal lo llevaba a la pr¨¢ctica con la m¨¢s absoluta normalidad. ?l era -y es- un aglutinador de propuestas, un punto en torno al cual giraban toda una serie de artistas de diferentes ¨¢mbitos.
Vidal apenas se deja ver, pero su cerebro no para de maquinar alguna propuesta. Lo ¨²ltimo que ha inventado se llama Talp Club: un club de un solo integrante -¨¦l-, pero que mueve un regimiento de artistas. Talp Club (financiado por el Ayuntamiento de Reus) se define como una programaci¨®n cultural contempor¨¢nea, experimental y ecl¨¦ctica en Reus. Sus actividades se desarrollan en espacios p¨²blicos o privados fuera de los circuitos habituales del arte (en el hospital, en la sala de sesiones del Ayuntamiento, en el manicomio...) y pretende producir un feedback con el espectador y alejarlo de su habitual pasividad. Vidal se queja de esa dificultad de llegar al p¨²blico en el arte contempor¨¢neo. 'Tenemos fama de cr¨ªpticos, cuando nuestro trabajo es muy l¨²dico'. Y es que parece que hemos olvidado que el arte es, ante todo, una diversi¨®n, un placer.
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