Non plus ultra

No me siento incluido en la Espa?a que define el Rey, la que 'ambiciona mayores cotas de responsabilidad en el mundo' (en la recepci¨®n al cuerpo diplom¨¢tico). Hace muchos siglos que no me encuentro incluido en las ambiciones de los espa?oles de alcurnia. Ni ambici¨®n, ni cota, ni responsabilidad.

Cuando algo de eso pas¨®, en Flandes o en Italia o en el Canal de la Mancha, o en el vasto continente americano, se produjeron desastres eternos. No les va a ser f¨¢cil desprenderse all¨¢ de cosas que les llevamos, desde los conquistadores ciegos de oro y lujuria hasta los frailes inquisidores y los mandamientos de la Iglesia; y, lo peor, los que hicieron independientes a esos pa¨ªses para someterlos a otra especie de caudillaje y tiran¨ªa que no cesa. Todo para que cuando vuelvan aqu¨ª, con nuestros idiomas, ense?anzas, creencias y la pobreza t¨ªpica del pueblo hisp¨¢nico o hispanizado, les llamemos sin papeles: no existentes.

Los m¨¢s desgraciados de entre ellos, que caminaron el mi¨¦rcoles todos los kil¨®metros de Lorca a Murcia, llevaban pancartas implorando a la Madre Patria. A la misma hora, los cad¨¢veres de sus compa?eros estaban en Alicante esperando el traslado a Madrid, desde donde ir¨¢n a Ecuador, que no los quer¨ªa (no iba a pagar su Gobierno estos sobrantes: ni vivos ni muertos): y he visto y o¨ªdo que Iberia se hace cargo del transporte. No lo va a hacer el Gobierno, que no los conoce porque no tienen papeles, aunque hablen su idioma (el de ellos un poco mejor: un castellano m¨¢s conservado, menos contaminado) y recen a los mismos santos.

Pues no, personalmente no ambiciono cotas (o colinas, alturas dominantes donde poner mi castillo), ni m¨¢s responsabilidad que la m¨ªa ante quienes me debo, ni desde luego quiero ir a operaciones de paz mandadas por otros, haya o no uranio. Querr¨ªa llanuras tranquilas, nacionales, solidarias, fraternales, igualitarias. Querr¨ªa que fu¨¦ramos lo que somos, pero bien. Estoy seguro de que el Rey piensa lo mismo: un rey de ahora no tiene por qu¨¦ ser como los de antes, aunque le quede a¨²n algo gen¨¦tico. Ni grandezas globales ni minucias nacionalistas. No pienso que Chamber¨ª debe alcanzar la independencia y obligar a que todos aprendan su tonillo arnichesco -extra¨ªdo del pasado- ni tampoco que alcance cotas de responsabilidad. Normal, s¨®lo normal.