Oficio

Estrenada a bombo y platillo, la serie semanal Dime que me quieres (Antena 3) basa su gancho en el oficio de su director, Fernando Colomo, y en el magnetismo de sus actores protagonistas. A saber: Lydia Bosch, odiada por miles de mujeres que la envidian por lo mucho que gusta a los hombres (?qu¨¦ tendr¨¢ ella que no tenga yo?), e Imanol Arias, despreciado por mogoll¨®n de hombres que no comprenden por qu¨¦ tiene tanto ¨¦xito entre las mujeres (?c¨®mo les puede gustar un t¨ªo que va peinado as¨ª?)

El primer cap¨ªtulo ofreci¨® una cantidad de informaci¨®n que s¨®lo se puede conseguir con una buena arquitectura argumental y un dominio considerable del oficio narrativo, de modo que brillen las estrellas en todo su esplendor, pero tambi¨¦n sus sat¨¦lites secundarios. Sinopsis: un arrogante empresario hijo de pap¨¢, separado y padre de un ni?o, que lucha por independizarse de la sombra de un abuelete bastante m¨¢s cabroncete y menos cargante que el de M¨¦dico de familia, conoce por accidente a una atractiva y sensible pianista con hija hiperactiva, desbordada por las obligaciones y el deseo de cumplir con su merecido perfil de superwoman. Inicialmente el encuentro los enemista, pero, como mandan los c¨¢nones de la narrativa universal, del odio nace el cari?o y, algo precipitadamente para mi gusto, se produce el deshielo, que permite descubrir que ¨¦l no es tan mam¨®n como parec¨ªa en principio ni ella tan perfecta como le gustar¨ªa ser.

Que nadie se enga?e: Dime que me quieres es un producto concebido para que lo vea toda la familia, con muchas concesiones pero una t¨¢ctica argumental s¨®lida, con sus malentendidos, golpes de efecto y tramas secundarias y la dosis de mermelada dulzona propia de un g¨¦nero que irrita a las minor¨ªas exigentes pero que le encanta a la mayor¨ªa, de esos a los que los cr¨ªticos de televisi¨®n suelen perdonarles la vida.

Tiene, adem¨¢s, el buen gusto de no ensa?arse con el espectador ni tomarlo por imb¨¦cil y presenta un paisaje de clase media menos buc¨®lico de lo que suele ser habitual, en el que la soledad y el fracaso est¨¢n al orden del d¨ªa y en el que la fuerza corrosiva de la fantasiosa imaginaci¨®n de unos hijos posesivos, desatendidos y manipuladores mueve los hilos de unos adultos nada adultos, desconcertados, estresados y vulnerables. Concebida para que sea un ¨¦xito, lo ser¨¢. Creo.

[El estreno de la serie Dime que me quieres fue el programa m¨¢s visto del pasado jueves, con 5.202.000 espectadores (29,9% de cuota de pantalla)].