Historia de un ladrillo

A diferencia de otro tipo de desechos urbanos, los escombros suelen abandonarse en cualquier sitio. S¨®lo en Sevilla y su ¨¢rea metropolitana se han llegado a censar m¨¢s de 200 escombreras de gran tama?o, dep¨®sitos ilegales que superan los 1.000 metros cuadrados de superficie, a los que habr¨ªa que sumar incontables vacies de menor entidad.

A pesar del grave impacto paisaj¨ªstico que causan estos residuos, su dispersi¨®n hace dif¨ªcil que los ciudadanos puedan llegar a imaginarse el volumen que ocupan en su conjunto. A juicio de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, en Andaluc¨ªa se generan todos los a?os m¨¢s de 12 millones de toneladas de escombros, cantidad suficiente para cubrir la superficie equivalente a unos 80 campos de f¨²tbol con una capa de desechos de 10 metros de altura. Sevilla lidera la clasificaci¨®n provincial, con m¨¢s de tres millones de toneladas/a?o, seguida de C¨¢diz (casi dos millones), M¨¢laga (algo m¨¢s de mill¨®n y medio) y Granada (cerca de 1.400.000 toneladas/a?o). En las ¨²ltimas posiciones aparecen Almer¨ªa (900.000 toneladas) y Huelva (800.000).

Para conocer de cerca la situaci¨®n en comarcas especialmente sensibles la consejer¨ªa encarg¨® algunos estudios de detalle, como el realizado por especialistas de la Escuela Superior de Arquitectura de Sevilla en determinados sectores de las provincias de C¨¢diz y M¨¢laga. Se trataba de analizar el problema de los escombros en la franja litoral, una zona de gran desarrollo urban¨ªstico localizado en un estrecho pasillo de apenas cinco o seis kil¨®metros de anchura. En total se han examinado 31 municipios de la l¨ªnea costera comprendida entre Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz) y Nerja (M¨¢laga), a los que se unieron, por su tama?o, algunas ciudades del interior, como Jerez, Antequera y Ronda.

En sus conclusiones, los autores de este trabajo determinan la existencia de 72 vertederos de escombros de gran tama?o (m¨¢s de 10.000 metros cuadrados de superficie) en el sector gaditano y 60 en el malague?o. En ambos casos predominan los dep¨®sitos incontrolados, aunque no llegan a ocupar vaguadas ni caminos y tampoco se considera grave su afecci¨®n sobre las aguas. S¨ª que destacan por su proximidad a n¨²cleos habitados, lo que origina un importante impacto visual.

En lo que se refiere al volumen de desechos que se genera en cada caso, existen llamativas diferencias ya que, como se advierte en el estudio, no existe un criterio un¨¢nime a la hora de definir este tipo de residuos, y tampoco se suelen incluir las aportaciones de la poblaci¨®n flotante. A¨²n as¨ª se ofrecen algunos datos que revelan una mayor producci¨®n de escombros en el litoral malague?o (630 kilos por habitante y a?o) frente al gaditano (329 kilos), cifras que superan la media europea (325 kilos).

Como criterio general, los investigadores de la Universidad de Sevilla han propuesto una serie de factores t¨¦cnicos que deber¨ªan determinar la actuaci¨®n en cada una de las escombreras analizadas. As¨ª, las situadas a menos de 500 metros de un n¨²cleo de poblaci¨®n, aqu¨¦llas que se levanten sobre suelos calificados como urbanos o las que invadan caminos o vaguadas deber¨ªan ser eliminadas, lo que supondr¨ªa actuar de forma dr¨¢stica en m¨¢s de un 60% de los vertederos incluidos en el estudio. Un segundo grupo precisar¨ªa de obras de adecuaci¨®n, al acumularse los residuos en la proximidad de dep¨®sitos o cursos de agua, haberse detectado la presencia de sustancias contaminantes o disponerse sobre suelos permeables, situaci¨®n que aparece en el 24% de los enclaves revisados. Por ¨²ltimo, las escombreras que apenas necesitar¨ªan de algunas obras de mejora, de poca envergadura, suman un 15% del total.

El Plan Director Territorial de Gesti¨®n de Residuos Urbanos de Andaluc¨ªa, que con rango de decreto se aprob¨® en octubre de 1999, determina que en los proyectos de construcci¨®n debe estar prevista la cantidad de residuos de demolici¨®n que se van a generar, as¨ª como su composici¨®n y destino. Tambi¨¦n en los pliegos de condiciones de obras habr¨ªa que incorporar cl¨¢usulas que fomentaran el uso de materiales reciclados. Con estas dos medidas se reducir¨ªa el volumen de escombros y se favorecer¨ªa la reutilizaci¨®n de materias primas. Ninguna de ellas se est¨¢ aplicando a¨²n, como tampoco se han puesto en marcha la mayor¨ªa de los equipamientos previstos para la clasificaci¨®n y vertido controlado de estos desechos, presupuestados en 5.520 millones.