Un millonario brit¨¢nico queda libre tras pagar por su propia vigilancia

Alun Phillips, un millonario brit¨¢nico acusado del asesinato de su esposa para ahorrarse un divorcio costoso, languidec¨ªa en espera de juicio en la c¨¢rcel londinense de m¨¢xima seguridad de Belmarsh hasta que decidi¨® aprovechar a fondo su dinero. En una h¨¢bil maniobra legal consigui¨® que sus abogados convencieran a los jueces de que pod¨ªa aguardar su sentencia en un c¨®modo piso de tres habitaciones custodiado por guardas de seguridad privados.

El arreglo puede sonar excepcional, pero los letrados alegaron que no podr¨ªan organizar bien la defensa de su cliente si ¨¦ste permanec¨ªa entre rejas, donde daba la sensaci¨®n, dada su abultada cuenta bancaria, de que hab¨ªa sido condenado de antemano. Una original forma de esgrimir el derecho a un juicio justo incluido en el Acta Europea de Derechos Humanos, ya en vigor en el Reino Unido.

La libertad bajo fianza fuera de la c¨¢rcel no le sali¨® barata a Phillips. Una vez elegido el domicilio, tuvo que desembolsar 8.250.000 pesetas para pagar los servicios de dos guardianes privados aprobados por los tribunales. Por un momento, adem¨¢s, crey¨® haber perdido la oportunidad de salir temporalmente a la calle. Cinco jueces denegaron su petici¨®n y un sexto le devolvi¨® a su celda por una noche. A la ma?ana siguiente pudo retornar a su piso con un tercer custodio adicional y la prohibici¨®n de leer su correspondencia. Todas las cartas eran abiertas antes por oficiales del juzgado. Una vez llamado a juicio, la firma Zetech, contratada para vigilarle, le llev¨® a tiempo ante los jueces. 'Se person¨® sin retraso alguno y ahora pensamos estudiar casos similares', ha declarado al The Independent el director de operaciones de la compa?¨ªa.

Hace un mes escaso, Phillips fue hallado culpable y condenado a cadena perpetua. Ingres¨® en una c¨¢rcel normal.

La asociaci¨®n brit¨¢nica que re¨²ne a los abogados criminalistas ha mostrado su espanto por un pacto que sienta un peligroso precedente. Seg¨²n sus portavoces, la Justicia no debe hacer distingos y todos los acusados tienen derecho a ser tratados por igual. 'As¨ª parece que los ricos pueden pagarse la libertad, aunque sea a plazo fijo'. Un grupo en defensa de las libertades civiles, ha criticado el que resulte imposible darle la misma oportunidad a todos los que demuestren que no podr¨¢n tener un juicio justo de otro modo.