Centro de salud de Montequinto

El paulatino y, al parecer, inexorable deterioro de la atenci¨®n primaria de salud sigue bajando pelda?os en este centro de salud. La pol¨ªtica sanitaria que sufrimos se traduce en medidas de escaparate sin dotarlas de recursos para ponerlas en pr¨¢ctica. Las consecuencias recaen en los profesionales que tienen que dar la cara y, evidentemente, en los usuarios.

La situaci¨®n actual supone tener que ver entre 50 y 60 pacientes diarios, en alguna consulta hay d¨ªas que cerca de 70. El aumento de la poblaci¨®n atendida no ha ido paralelo al correspondiente aumento de la plantilla necesaria para su correcta asistencia. En consecuencia, la masificaci¨®n obliga a tener que atender a los pacientes en condiciones precarias, en las que no se puede mantener la concentraci¨®n y atenci¨®n que requiere cada caso.

Teniendo en cuenta que, adem¨¢s de la actividad asistencial y demanda del paciente, se realizan actividades programadas tanto en consulta como a domicilio, programas de salud, atenci¨®n a las urgencias, docencia e investigaci¨®n, no hay tiempo material para atender correctamente a los pacientes. ?Qui¨¦n ve a qui¨¦n: el m¨¦dico a los pacientes o los pacientes al m¨¦dico?

Llevo 15 a?os ejerciendo como m¨¦dico de familia en el SAS y puedo aseverar que las condiciones de trabajo nunca han sido tan nefastas, situaci¨®n de sobra conocida por los responsables que hasta ahora no han hecho nada para evitarlas. Esto, dejando aparte el previsible aumento de errores que pueda suponer el trabajo a destajo, como m¨ªnimo es un fraude. Usted paga por un servicio que no le podemos dar como se merece.