Sentencia del siglo XIX para 'okupas' del 2000

'No hay disciplina social ni pol¨ªtica posible si los ¨®rganos a trav¨¦s de los cuales el Estado cumple sus fines no son respetados'. La cita no es de ning¨²n pol¨ªtico en ejercicio. Corresponde a una sentencia dictada el 12 de diciembre de 1891 por un tribunal espa?ol y que al cabo de 109 a?os ha invocado un juez de Barcelona en otra sentencia. Lo curioso del caso es que, adem¨¢s, el juez recurre a esa cita para absolver a 11 okupas que se encerraron hace meses en el despacho del concejal del distrito de Sant Andreu para protestar por la orden de desalojo del edificio La Galia.

'Frente a ese principio autoritario, habr¨¢n de mantenerse, respetarse y potenciarse, tambi¨¦n y sobre todo, los derechos individuales que soportan la expresi¨®n, la manifestaci¨®n, la cr¨ªtica, la defensa o la censura, contorneando as¨ª la dignidad del principio de autoridad con la que afecta a los derechos individuales del ciudadano', precisa el juez Adolfo Fern¨¢ndez Oubi?a para justificar la absoluci¨®n.

Los hechos ocurrieron el pasado 20 de septiembre, cuando los okupas entraron en la oficina municipal de la plaza de Orfila de Barcelona y accedieron al despacho del concejal Ferran Juli¨¤ y de la gerente, Gloria Figuerola. Ambos fueron invitados a marcharse, a lo que se negaron, mientras los j¨®venes desplegaban una pancarta. Una hora despu¨¦s fueron desalojados por la Guardia Urbana.

El fiscal les acus¨® de una falta contra el orden p¨²blico y pidi¨® para cada uno tres fines de semana de arresto y una multa. Pero el juez les absuelve porque a pesar de que la acci¨®n de los okupas pudo resultar 'molesta' para el concejal, 'estuvo alejada de cualquier violencia' sobre su persona o el despacho, hasta el punto de que el edil y sus colaboradores pudieron seguir deambulando tranquilamente por la oficina, puntualiza el juez, con lo que no puede hablarse de 'menosprecio o vejaci¨®n a la persona que encarna la autoridad'. La sentencia reconoce tambi¨¦n que 'el buen hacer y la serenidad del edil es posible que hayan sido piezas b¨¢sicas del aire de normalidad en la anormal situaci¨®n', que acab¨® con el 'acto administrativo' del desalojo policial.