Lluch trat¨® de escapar de su asesino, pero el etarra Krutxaga le persigui¨®
El ex ministro socialista Ernest Lluch se dio cuenta de la presencia de un etarra en el garaje de su domicilio e intent¨® escapar de su asesino, I?aki Krutxaga, aunque ¨¦ste le persigui¨® y le mat¨® de dos tiros en la cabeza a corta distancia, seg¨²n fuentes policiales. La acci¨®n fue cubierta desde el exterior del garaje del domicilio de Lluch por Lierni Armendariz, mientras un tercer integrante del comando Fernando Garc¨ªa Jodr¨¢ se qued¨® en el piso franco en 'labores de intendencia', tarea en la que se turnaban todos los terroristas.
El atentado contra Lluch se produjo sobre las diez de la noche, cuando el ex ministro socialista regresaba en coche a su domicilio en la avenida de Chile, de Barcelona. El cad¨¢ver del ex dirigente socialista fue encontrado tendido entre dos veh¨ªculos del aparcamiento y en un primer momento se pens¨® que no lleg¨® a ver a su agresor.
Sin embargo, tras los interrogatorios de Krutxaga, fuentes policiales aseguraron que Lluch se dio cuenta de la presencia del etarra, y que trat¨® de escapar. El asesino, sin embargo, tras una corta persecuci¨®n, le dispar¨® dos veces a corta distancia. Uno de los disparos le alcanz¨® en la barbilla y le atraves¨® el cr¨¢neo, por lo que muri¨® en el acto.
El terrorista abandon¨® el garaje por la rampa de acceso y se dirigi¨®, junto con Armendariz al descampado de la carretera de Collblanc en el l¨ªmite entre Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat, donde cambiaron de veh¨ªculo e hicieron estallar el que hab¨ªan utilizado para el atentado con el fin de borrar las huellas.
Las citadas fuentes aseguran que, como ya ocurri¨® con el comando Andaluc¨ªa, mientras dos de sus integrantes comet¨ªan los atentados, el tercero sol¨ªa permanecer a cubierto, para minimizar los da?os en caso de que sus compa?eros fueran detenidos y tuviera que abandonar precipitadamente el piso. El objetivo era borrar en lo posible las huellas y no dejar rastro, especialmente documentaci¨®n que pudiera conducir a nuevas detenciones.
As¨ª, tras el arresto de Krutxaga y Armendariz, Garc¨ªa Jodr¨¢, en su fuga, habr¨ªa arramplado precipitadamente con el disco duro y varios disquetes de ordenador. En el registro se han encontrado un ordenador al que le falta el disco duro y disqueteras vac¨ªas, as¨ª como la funda de un tel¨¦fono m¨®vil, que supuestamente Garc¨ªa Jodr¨¢ utiliz¨® para ponerse en contacto con sus compa?eros.
La polic¨ªa tiene serios indicios de la existencia de un cuarto integrante del comando, que ser¨ªa legal, es decir, no fichado por la polic¨ªa, si bien su identidad no ha trascendido. La operaci¨®n policial contin¨²a abierta.
Tambi¨¦n se ha confirmado que los terroristas utilizaban una p¨¢gina de Internet para comunicarse y para recabar informaci¨®n.
Los etarras del comando Barcelona hab¨ªan acumulado alrededor de 4.000 nombres de personas como objetivos potenciales de la banda. Eran meras listas de empresarios, pol¨ªticos de todos los partidos, militares, polic¨ªas y periodistas. Tambi¨¦n dispon¨ªan de planos de la ciudad de Barcelona en los que hab¨ªan se?alado los domicilios de algunos de los potenciales objetivos.
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