Precios de altos vuelos
En el fragor de la fusi¨®n de Endesa e Iberdrola ha pasado inadvertida otra operaci¨®n de concentraci¨®n empresarial que, aunque menos espectacular, es de altos vuelos: la absorci¨®n de Air Europa por Iberia. Sin embargo, sus efectos negativos sobre los precios de los vuelos entre destinos espa?oles pueden ser importantes. Y, a un plazo m¨¢s largo, esta absorci¨®n puede contribuir a debilitar la centralidad relativa de Catalu?a en el contexto de Espa?a. Ve¨¢moslo.
En noviembre, Iberia anunci¨® la existencia de conversaciones para la compra de Air Europa. El 25 de enero acabar¨¢ el plazo que ambas compa?¨ªas se han dado para concluir sus negociaciones y comunicar su decisi¨®n a las autoridades de defensa de la competencia. Si la operaci¨®n se lleva a cabo, Iberia pasar¨¢ a concentrar m¨¢s del 80% del tr¨¢fico a¨¦reo espa?ol. Su cuota de mercado ser¨¢ incluso mayor en los vuelos desde Barcelona a destinos espa?oles.
La absorci¨®n de Air Europa por parte de Iberia puede desembocar en una situaci¨®n de monopolio, con repercusiones sobre el precio de los vuelos. Iberia controlar¨ªa el 83% de vuelos interiores desde Barcelona
En la actualidad, los vuelos interiores regulares desde Barcelona se reparten entre Iberia (69%), Air Europa (14%), Spanair (14%) y algunas compa?¨ªas extranjeras (3%). La compra de Air Europa dejar¨ªa a Iberia con el 83% de la oferta de vuelos interiores desde Barcelona, y su hegemon¨ªa actual adquirir¨ªa rasgos de monopolio. La monopolizaci¨®n ser¨ªa m¨¢s acentuada en los destinos con mayor tr¨¢fico: Madrid, Baleares, Bilbao, Sevilla. En el caso insular, la cuota de Iberia en los vuelos a Palma de Mallorca, Menorca e Ibiza crecer¨ªa del 45% al 77%.
Como es habitual en muchas concentraciones, la operaci¨®n es defendida con apelaciones a la globalizaci¨®n y al aumento de tama?o para competir en un mercado abierto (aunque Iberia ya es socia de gigantes como British Airways y American Airlines en la alianza Oneworld, que concentra m¨¢s del 13% del tr¨¢fico a¨¦reo mundial regular). Pero estas motivaciones, aun si fueran reales, no son las ¨²nicas. La prensa econ¨®mica inform¨® el 27 de diciembre de una carta remitida por el director general de Iberia a los empleados del grupo. La misiva se?alaba abiertamente la estrategia defensiva subyacente en la absorci¨®n: 'Este a?o estamos perdiendo dinero en el mercado nacional debido a la exagerada sobreoferta y a la guerra de tarifas'. Es decir, que se trata de comprar para eliminar competencia.
As¨ª, Iberia reforzar¨ªa su posici¨®n de dominio por el efecto conjunto del aumento de cuota de mercado y la desaparici¨®n de una competidora. Esta disminuci¨®n de la competencia resultar¨ªa en un aumento de los precios pagados por los pasajeros. No s¨®lo en las tarifas publicadas de vuelos regulares, sino, sobre todo, con la reducci¨®n de las ofertas de precios en las rutas monopolizadas, y la disminuci¨®n del n¨²mero de plazas reservadas para tarifas econ¨®micas. Adem¨¢s, podr¨ªa reducirse la frecuencia de vuelos y, por tanto, las posibilidades de elecci¨®n horaria.
La absorci¨®n de Air Europa por Iberia comporta perjuicios muy claros para los consumidores. Si ambas compa?¨ªas culminan la operaci¨®n, el Tribunal de Defensa de la Competencia deber¨¢ analizarla y evaluar sus efectos restrictivos. Algunas medidas -como la venta en el mercado de los slots (derechos de aterrizaje y despegue) para vuelos interiores que ahora tiene Air Europa asign¨¢ndolos a compa?¨ªas distintas de Iberia- ayudar¨ªan a preservar el grado de competencia en las rutas afectadas por la absorci¨®n.
Por su parte, en cuanto responsable ¨²ltimo de la autorizaci¨®n, el Gobierno central debe ser sensible a estos perjuicios y resistirse a las tentaciones de favorecer la concentraci¨®n. Estas tentaciones pueden ser dos: primero, la curiosa pr¨¢ctica liberal de favorecer la existencia de campeones nacionales que financian sus aventuras internacionales con beneficios extraordinarios en Espa?a; segundo, aumentar el valor de mercado de Iberia a trav¨¦s de la obtenci¨®n de posiciones de monopolio. Es oportuno recordar que el Estado posee todav¨ªa el 54% de la compa?¨ªa, cuya privatizaci¨®n es inminente. Y, como es bien sabido, la venta de un monopolio genera mayores ingresos que la venta de una empresa abierta a la competencia.
Por ¨²ltimo, ser¨ªa deseable que el Gobierno de la Generalitat prestase m¨¢s atenci¨®n a esta concentraci¨®n. Por una parte, por sus efectos sobre la competencia en destinos de alto inter¨¦s para Catalu?a, como Madrid, Baleares, Andaluc¨ªa occidental y el Pa¨ªs Vasco. Por otra, porque sus efectos ser¨¢n particularmente negativos para los territorios perif¨¦ricos, cuyo tr¨¢fico peninsular es m¨¢s dependiente del avi¨®n.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar anunci¨® en su investidura del pasado mes de abril el impulso de 'una red ferroviaria de alta velocidad que, en 10 a?os, situar¨¢ a todas las capitales de provincia a menos de cuatro horas del centro de la Pen¨ªnsula'. Este dise?o radial implica que todas las ciudades de m¨¢s de 200.000 habitantes estar¨¢n a menos de tres horas de Madrid en tren, tiempo de viaje que ya es competitivo con el avi¨®n. Por tanto, Madrid quedar¨¢ m¨¢s liberada de la dependencia del avi¨®n. Sin embargo, para las ciudades de la periferia peninsular, como Barcelona, sus viajes en tren a otras ciudades perif¨¦ricas quedar¨¢n muy por encima de las tres horas. Por tanto, se ver¨ªan m¨¢s perjudicadas a largo plazo por un monopolio en los vuelos interiores. Ser¨ªa, sin duda, otra contribuci¨®n a la p¨¦rdida de centralidad econ¨®mica de Catalu?a. Y ya van...
Germ¨¤ Bel es profesor de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB y diputado del PSC.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.