El 'hacker' que bloque¨® la CNN y Yahoo! se reconoce culpable
El caso del adolescente Mafiaboy mostr¨® la fragilidad de las redes
Mafiaboy (la justicia canadiense mantiene secreta su identidad por ser un menor) se enfrenta a dos a?os en un centro de detenci¨®n y a una multa de 660 d¨®lares (116.000 pesetas), una cantidad rid¨ªcula comparada con los 1.700 millones de d¨®lares (300.000 millones de pesetas) en los que la industria valora las p¨¦rdidas provocadas por su ataque inform¨¢tico.
Si el muchacho hubiera sido juzgado en EEUU, las leyes federales ser¨ªan m¨¢s severas contra ¨¦l: establecen penas de c¨¢rcel de 5 a 10 a?os por actos de vandalismo inform¨¢tico, con multas de hasta 250.000 d¨®lares (44 millones de pesetas). Las sentencias tambi¨¦n pueden condenar al acusado a indemnizar a las empresas afectadas con el doble de las p¨¦rdidas causadas.
Sobre ¨¦l pesan en total 66 acusaciones; ha reconocido su culpabilidad en 55 de ellas, las m¨¢s importantes. La fiscal¨ªa ha retirado el resto de las acusaciones. El FBI todav¨ªa considera que el origen de algunos de los ataques hace pensar que Mafiaboy no actu¨® solo.
Hasta ahora el adolescente hab¨ªa mantenido que era inocente, lo que anticipaba un juicio de varios meses de duraci¨®n y t¨¦cnicamente muy complejo.
Los ataques convulsionaron el mundo de la inform¨¢tica al dejar al descubierto la vulnerabilidad de las redes te¨®ricamente m¨¢s seguras. El sistema empleado, llamado 'denegaci¨®n de servicio', consist¨ªa en bombardear los servidores atacados con peticiones falsas de informaci¨®n.
Desde el ordenador inicial -el del pirata- se entraba a redes de empresas de tama?o medio a trav¨¦s de los agujeros de seguridad del sistema o mediante herramientas sofisticadas de invasi¨®n inform¨¢tica. Una vez dentro, el atacante instalaba un programa en todos y cada uno de los ordenadores, dise?ado para repetir esta invasi¨®n: cada ordenador buscaba despu¨¦s redes 'vulnerables' e instalaba el mismo programa -llamado 'demonio' en el argot inform¨¢tico- en cada una de las terminales.
El programa mal¨¦volo ten¨ªa una segunda funci¨®n: activarse en un momento dado y en una direcci¨®n determinada. Su misi¨®n era conectarse a un lugar concreto de Internet para hacer una consulta o para enviar informaci¨®n, lo que bloqueaba los servidores de algunas de las compa?¨ªas atacadas.Seg¨²n el FBI, este sistema explica que el flujo abrumador de informaci¨®n procediera de redes enteras ubicadas en lugares dispares; los usuarios de los ordenadores implicados ni siquiera sab¨ªan que estaban participando en una invasi¨®n masiva.
Aunque los ataques fueron dirigidos s¨®lo hacia unos servicios concretos, el tr¨¢fico de informaci¨®n inutiliz¨® multitud de p¨¢ginas de Internet. En los peores momentos, era complicado conectarse a p¨¢ginas como las de Microsoft; la navegaci¨®n hacia cualquier rinc¨®n de la Red exig¨ªa de media el doble de tiempo para cualquier usuario del mundo, y todo provocado desde la habitaci¨®n de un adolescente en Canad¨¢. Los t¨¦cnicos en seguridad inform¨¢tica coinciden en la dificultad de localizar el origen de los ataques de este tipo.
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