Viena concentra sus museos de arte contempor¨¢neo en el centro de la ciudad

Viena concentrar¨¢ sus museos de arte contempor¨¢neo en las antiguas caballerizas imperiales, en el centro de la ciudad. El gigantesco proyecto de adaptaci¨®n del patrimonio hist¨®rico y edificaci¨®n del Museums Quartier MQ (Barrio de Museos), iniciado en abril de 1998, se ir¨¢ concluyendo paulatinamente a partir del pr¨®ximo mes de junio.

Uno a uno ir¨¢n abriendo sus puertas el Museo Leopold, con la mayor colecci¨®n de obras de Egon Schiele; el Museo de Artes Modernas, de la Fundaci¨®n Ludwig; el centro vanguardista de exposiciones Kunsthalle, as¨ª como un pabell¨®n destinado a la danza contempor¨¢nea, un centro de arquitectura, un museo y teatro para ni?os y salas de espect¨¢culos para el Festival de Viena.

En el espacio, de 60.000 metros cuadrados, se incluir¨¢n adem¨¢s algunas instituciones aut¨®nomas como Depot, que convoca a j¨®venes artistas, o Public Netbase, que experimenta con cultura en Internet y otros medios electr¨®nicos.

Estos peque?os foros, muy cr¨ªticos con la pol¨ªtica cultural establecida, han tenido que llevar adelante una dura lucha para no quedar excluidos del proyecto. Y precisamente por impulsar la confrontaci¨®n art¨ªstica son de importancia clave para que el MQ no se convierta en 'una isla de las artes para huir de la realidad', sino, por el contrario, en 'un punto de partida para animar la vida cultural de la ciudad', como dijo el concejal municipal de cultura, Peter Marboe, al celebrar el pasado jueves la entrega de los edificios a sus respectivas administraciones.

Cr¨ªticas

Contra la estrategia de reunir lo m¨¢s destacado del arte moderno hay diversas cr¨ªticas, como la de Hortensia V?lckers, miembro del directorio del Festival de Viena. Seg¨²n su opini¨®n, ser¨¢ dif¨ªcil que en un centro que atraiga tanta atenci¨®n pueda crecer un 'biotopo creativo' . Pero, de todas formas, sostiene, hay que promover las nuevas din¨¢micas para que 'este lugar se merezca ser llamado contempor¨¢neo y el conjunto de templos del arte no se convierta en una tumba de atracci¨®n tur¨ªstica y comercial como el Guggenheim de Bilbao'.

M¨¢s optimista, Gerald Matt, director del Kunsthalle, cree que 'el MQ podr¨ªa servir de patr¨®n a nivel internacional para un nuevo concepto muse¨ªstico'. Seg¨²n Matt, este modelo tiene la ventaja de funcionar de forma descentralizada: cada museo se administrar¨¢ por s¨ª mismo y competir¨¢ con los dem¨¢s, lo que favorecer¨¢ tanto al p¨²blico como a las mismas instituciones.

Se calcula que alrededor de un mill¨®n de personas visitar¨¢n el conjunto de museos cada a?o. La oferta es tan amplia que permitir¨¢ pasarse el d¨ªa viendo cosas nuevas sin salir del recinto. El Museo Leopold, con su colecci¨®n de Schiele, Klimt y otros pintores de fin del siglo XIX y cl¨¢sicos modernos, ser¨¢ el principal im¨¢n de atracci¨®n de masas. Para dar cabida a sus 5.266 obras de arte, los arquitectos Manfred y Laurids Ortner construyeron un museo de cinco pisos y 5.400 metros cuadrados en forma de monolito blanco, que contrasta con otro bloque de lava de basalto negra en el que se instalar¨¢ el Museo de Artes Modernas. Esta otra colecci¨®n de arte contempor¨¢neo de la Fundaci¨®n Ludwig es una de las mayores de Europa.