Dividir El Cabanyal
Est¨¢ sobradamente probado que la cantidad y calidad de las relaciones vecinales disminuye con la proliferaci¨®n del tr¨¢fico motorizado. Muchas de las ciudades m¨¢s antiguas recuperan poco a poco su tejido perdido limitando el transporte privado. El Ayuntamiento de Valencia sigue de espaldas a lo que transcurre m¨¢s all¨¢ de sus murallas. Para acometer sin resistencias la divisi¨®n del barrio de El Cabanyal se est¨¢n difundiendo argumentos que, de palabra, est¨¢n fragmentando su unidad.
Se dice que hay que unir Valencia con el mar. Esta afirmaci¨®n niega la existencia de la conexi¨®n urbana y social entre Valencia y su playa. El Cabanyal y otros barrios marineros han sido y son ese contacto, ese puente. Primero, fueron absorbidos por la ciudad y despu¨¦s tuvieron que presenciar c¨®mo el abandono institucional permit¨ªa su lenta descomposici¨®n. Hoy la alcald¨ªa pretende abrir en el barrio una herida de muchos metros y casi dos mil desalojos. Los vecinos que han mantenido la vitalidad de la zona han de escuchar c¨®mo se dice que abriendo paso a los coches Valencia se unir¨¢ por fin a su mar. Curioso. Como si no lo estuviera, como si El Cabanyal, la Malva-rosa, La Punta o Natzaret no existieran.
Pienso que con el art¨ªculo El Cabanyal, punto de desencuentro, publicado en su peri¨®dico el 14 de enero, Ferran Bono contribuye a la discordia. Desde el t¨ªtulo el texto sostiene que entre la gente de El Cabanyal tambi¨¦n hay una fractura interna. Para apuntalar su tesis el autor se basa en lo que parece un apresurado sondeo. Tras preguntar a algunos transe¨²ntes y clientes de una peluquer¨ªa si estaban o no de acuerdo con el plan, llega a la conclusi¨®n de que las posiciones est¨¢n enfrentadas. A mi parecer (tal vez no sea la intenci¨®n del autor, que s¨®lo ¨¦l conoce) confunde a los lectores cuando interpreta como un desencuentro las esperables diferencias de opini¨®n. La misma estructura del art¨ªculo enfatiza los rasgos de pol¨¦mica callejera de las respuestas. ?No se ha preguntado el periodista qu¨¦ dir¨ªa el vecindario si pudiese opinar acerca del para qu¨¦ y el c¨®mo desear¨ªan que su barrio fuese mejorado?
El art¨ªculo no informa acerca de otras opiniones que las de la mencionada encuesta. Hay otros modos de consultar la opini¨®n y tambi¨¦n hay otras formas de opinar. Por motivos sospechables (?la objetividad de la superficialidad?), el art¨ªculo olvida lo que quieren decir las muchas inciativas colectivas llevadas a cabo por la asamblea de quienes se sienten afectados. Desde hace m¨¢s de dos a?os la Plataforma Salvem El Cabanyal viene actuando de muchas e imaginativas formas. Con las palabras se hacen cosas. Algunas palabras se enuncian desde lugares de mucho alcance y con su capacidad para hacer la realidad pueden contribuir al acuerdo o a la discordia.-
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