De jesuitas
Santiago Petschen fue profesor nuestro, y de los buenos, cuando andaba de maestrillo, entre los muros del r¨ªgido colegio de San Jos¨¦, de los jesuitas en Valencia. Ahora vuelve a impartir una conferencia sobre Alexandre VI, diplom¨¤tic, les esgl¨¦sies i la mediaci¨® internacional, dentro de los actos organizados por el Forum de Debats de la Universidad de Valencia, con motivo de la conmemoraci¨®n de la bula fundacional de la misma, el 23 de enero de 1501. Antes hab¨ªa escrito sobre Iglesia y Estado, un cambio pol¨ªtico, aludiendo a las cortes constituyentes de 1869, y m¨¢s recientemente, sobre la Iglesia en la Espa?a de Franco, tema como es obvio de gran inter¨¦s. Recientemente, como nos adelant¨® el padre Batllori, obtuvo la plaza de catredr¨¢tico de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid.
Petschen, que nacido en Tolosa es oriundo de Elche, y tambi¨¦n de m¨¢s all¨¢, donde el pa¨ªs del Jura, en Suiza, fue una de las personas con las que nos encontramos en aquellos a?os escolares, a los que Unamuno se refiere, diciendo no saber c¨®mo se puede vivir, sin llevar a flor de piel los recuerdos de la infancia. Recuerdos que no sabemos bien si son el pasado o lo permanentemente presente.
Con Eliseu Climent, tan dado a las asociaciones culturales y que tambi¨¦n creci¨® entre aquellos muros, muchas veces hemos hablado del gran camino andado por los jesuitas, con sus colegios, universidades, centros culturales y asociaciones de antiguos alumnos, precursores en siglos de otros an¨¢logos desde concepciones distintas, tanto de obras humanas como divina.
En el citado colegio, lamentablemente c¨¦lebre, no por la bondad de su arquitectura centenaria, lastimosamente hoy cuarteada, o por la belleza de su capilla, que recuerda a la del palacio Borja en Gandia, sino por el dichoso solar, donde si no se remedia entre todos se va a construir el hotel, conocimos, desde la colecci¨®n de ciencias naturales del padre Ignacio Sala, hoy convertida en interesante museo abierto al p¨²blico, al teatro de Casona que Rosendo Roig nos dirig¨ªa con mayor o menor acierto de los actores, o las pel¨ªculas de Bergman en el cine-club del domingo, luego en el CEM, Centro Escolar y Mercantil, que Crist¨®bal Sarrias nos proyectaba.
Todo ello, mientras Bernab¨¦ Sa¨¦nz, antiguo jugador del Valencia C. F., trataba de sacar punta a un equipo que aventajaba a sus rivales por las dimensiones del campo de la Villa en Burjassot, Agust¨ª Alam¨¢n intentaba conjuntar las voces de los m¨¢s desafinados, y Vicente Barreira nos ense?aba dibujo, al tiempo que el padre Badell, otrora padre espiritual de los hijos de la acomodada burgues¨ªa valenciana, se iba con los mineros a Potos¨ª en Bolivia, el padre Closa con los gitanos a Granada, y Casanova y Ramiro Reig, entre otros, compatilizaban su trabajo con la militancia sindical en Comisiones Obreras, para preocupaci¨®n de la gran humanidad del nuevo Provincial Lorenzo Ayerdi.
Dec¨ªa Aranguren, adaptando al ¨¢mbito escolar un texto similar de la Iliada, que 'lo que nuestros maestros se propusieron activamente ense?arnos lo hemos olvidado, mientras que lo que nos mostraron de s¨ª mismos, porque lo encarnaban, eso permanece'. Y as¨ª recuerdo, es decir, lo retengo presente, tanto a los coadjutores Guaita, en la porter¨ªa, o Dom¨¦nech en la enfermer¨ªa, como al propio Santiago Petschen.
Santiago, tras a?os dif¨ªciles despu¨¦s de la muerte de sus padres, se abre nuevos caminos fuera de la Compa?¨ªa donde ten¨ªa todo el camino expedito. Antes se traslada al Pa¨ªs Vasco, donde se incorpora a aquella realidad social, nos acompa?a ocasionalmente en Atzeneta d'Albaida, y finalmente se traslada a Chamber¨ª, en Madrid, donde sus estudios fructifican en la c¨¢tedra, y su trayectoria vital en una hermosa familia.
Hoy al volver a tenerlo entre nosotros, valoro estos recuerdos, y los jesuitas que conoc¨ª, y a¨²n consciente del dram¨¢tico conflicto de su propia existencia, y de su elitismo confeso, que personalmente padec¨ª, me quedo con la resultante de ese otro vasco renovador que fue Pedro Arrupe, que elegido General cuatro siglos m¨¢s tarde que el valenciano Francisco de Borja, supo impulsar la XXXII Congregaci¨®n, donde puede leerse casi textualmente, que nuestro origen, estudios, o afiliaci¨®n no deben 'protegernos' de la pobreza, incluso de la vida sencilla, y de sus preocupaciones cotidianas.
Alejandro Ma?es es gerente de la Fundaci¨® General de la Universidad de Valencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.