Longares explora la realidad de la burgues¨ªa en 'Romanticismo'

Manuel Longares (Madrid, 1943) explora el mundo de la burgues¨ªa madrile?a de los a?os setenta en su ¨²ltima novela, Romanticismo, editada por Alfaguara; una historia, en 500 p¨¢ginas, de personajes ricos 'por la gracia de Dios y la benevolencia del Caudillo', seg¨²n declara uno de los protagonistas, y pobres, que cuando el peligro acecha con la muerte del dictador, no tendr¨¢n patria que salvar, sino patrimonio que defender.

El escritor, autor de otras cinco novelas y un libro de relatos, adem¨¢s de traductor de un libro de sonetos de J. V. Foix, quer¨ªa escribir sobre los ricos y as¨ª lo hace en Romanticismo.

'Cada personaje asume la sensaci¨®n de que es libre y poderoso para hacer lo que quiera; se le abren los ojos a la vida no s¨®lo con las personas de su entorno, como era hasta entonces, sino que sufre un impulso rom¨¢ntico por conocer y experimentar nuevas sensaciones'. El autor present¨® ayer su obra en Bilbao tras haberlo hecho el d¨ªa anterior en Madrid.

Longares conoci¨® bien la burgues¨ªa madrile?a de hace m¨¢s de veinte a?os que describe en su libro y, aunque cree que sus protagonistas han desaparecido o ya no son iguales, est¨¢ seguro de que sigue conservando sus esencias. Para ellos, sirve la m¨¢xima de que para que todo siga igual, hay que hacer algunos cambios. 'En su vida privada se produce alg¨²n cataclismo familiar o alguna herida sentimental propia, pero sus ritos, su forma de comportarse, su especie de frontera para que no la traspasen lo de la clase inferior sigue existiendo. Es lo mismo que remozar una fachada, la casa sigue igual', resalta el escritor.

'Sin perder un duro'

Longares ironiza sobre el poder y el buen vivir de esa ¨¦lite que pasivamente se pleg¨® a la democracia 'sin perder un duro' y r¨ªe al comentar que ¨¦l tampoco promocionar¨ªa su libro si viviera en el barrio de Salamanca de Madrid, una de las zonas nobles y m¨¢s caras de la capital de Espa?a. 'Ellos siguen su vida, que es como de v¨ªa muerta; los poderes les dejan en paz y nadie les va a tocar un duro nunca. La burgues¨ªa es intocable', agrega.

El autor se sumerge con Romanticismo en un nuevo ciclo de novelas (ya tiene otras dos en preparaci¨®n) en las que el nucleo fundamental es la realidad, o los personajes de la realidad, y no los materiales literarios. 'La literatura hace distinta la realidad por mucho que quieras retratarla; es un envase literario y dentro de ¨¦l se producen relaciones que nos pueden sonar a cosa real pero que son profundamentamente literarias', Precisamente, eso es lo que dice buscar Longares.

'No me interesa escribir A sangre fr¨ªa, suponiendo que pudiera hacerlo. Quiero inventarme la realidad con materiales literarios, que son la palabra, los personajes y la situaci¨®n. Un libro es un artificio donde lo ¨²nico que no se tolera es que sea artificioso', apostilla el autor.