Rick contra Franco
'?Qu¨¦ te gustar¨ªa ser cuando seas mayor?'. A todos los ni?os, a los que fuimos ni?os, nos han hecho una y otra vez, innumerables veces, esta pregunta. Hab¨ªa quienes respond¨ªan: torero, m¨¦dico, bombero, aviador, esp¨ªa, registrador de la propiedad, presidente de la Generalitat, buzo, pirata, tortilla de patatas... Yo siempre contestaba: Humphrey Bogart. De mayor quer¨ªa ser Humphrey Bogart o, para ser m¨¢s exacto, quer¨ªa ser Rick, el propietario del Rick's Caf¨¦ Americain, el night club que Rick (Humphrey Bogart) ten¨ªa en Casablanca, en el filme Casablanca.
?Casablanca! El filme, de 1942, no se estren¨® en Barcelona hasta el mes de diciembre de 1946, en el T¨ªvoli. ?D¨®nde la vi? ?En el T¨ªvoli o en un cine de barrio barcelon¨¦s, aquel mismo a?o de su estreno? Es posible, pero m¨¢s que en el T¨ªvoli jurar¨ªa que fue en un cine de barrio, donde los ni?os de ocho a?os -los que yo ten¨ªa en 1946- ¨¦ramos mejor acogidos. Pero, puestos a so?ar (y tal vez acierto), lo m¨¢s probable es que la viese en Par¨ªs, en 1947, en el cine Bonaparte, con nueve a?os. Ante la duda, prefiero creerme haber visto la peli en el Bonaparte. ?Por qu¨¦? Pues por esa frase que le dice Bogart a la Bergman: 'Siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs'. Los nueve a?os es una edad ideal para empezar a fabricarse una historia, perd¨®n, una leyenda propia, echando mano de discos de 68 revoluciones, de una vieja edici¨®n del Moravagine de Cendrars, robado en la parada de un bouquinista distra¨ªdo; o de Casablanca, la peli de Michael Curtiz -con gui¨®n de los hermanos Epstein y de Howard Koch-, vista una gloriosa tarde de julio en el cine Bonaparte, en Par¨ªs.
Ciclo sobre Hollywood y la guerra espa?ola. Rick, en 'Casablanca', sigue luchando en Austria contra los nazis y no en Espa?a contra Franco...
Pero, tanto si la vi en Barcelona, en el T¨ªvoli o en un cine de barrio, o la vi en Par¨ªs, en el Bonaparte, hay algo que no descubr¨ª hasta los 20, veintitantos a?os, lo cual me hace pensar que fue en Barcelona, en un cine de barrio, en 1946, cuando vi Casablanca. Lo que descubr¨ª -me lo cont¨® un amigo, cin¨¦filo- fue que Rick hab¨ªa luchado en nuestra guerra civil del lado de los republicanos, probablemente en el Abraham Lincoln Batallion, y no en 1938, en la anexi¨®n de Austria, como se escucha, se falsea, en la versi¨®n espa?ola, en el doblaje espa?ol, desde 1946. En la versi¨®n original, la de 1942, Claude Rains, el jefe de polic¨ªa, le dice a Rick que sabe de su actuaci¨®n en Espa?a, 'at the loyalist side'.
Desgraciadamente, la voz de la censura -la de Franco-, la que oculta la participaci¨®n de Rick en nuestra guerra civil del lado republicano, se perpet¨²a hasta hoy. Si ustedes van ma?ana a El Corte Ingl¨¦s a comprar el v¨ªdeo de Casablanca, se encontrar¨¢n, 55 a?os despu¨¦s del estreno espa?ol del filme y 25 despu¨¦s de la muerte del general Franco, con que Rick no luch¨® en Espa?a, sino durante la anexi¨®n de Austria por el Reich. Cosas de las multinacionales, del doblaje, vayan ustedes a saber por qu¨¦.
Pues bien, todo eso y muchas cosas m¨¢s nos cont¨® Javier Coma el pasado jueves en el Instituto Norteamericano inaugurando un ciclo de tres conferencias, ilustradas con proyecciones, sobre el tema Hollywood y la guerra espa?ola.
De las muchas m¨¢s cosas que cont¨® Coma aquella tarde, quisiera destacar una que ignoraba. Al margen de la censura franquista, que impidi¨® que una serie de pel¨ªculas prorrepublicanas o antifascistas, antifranquistas, llegasen a Espa?a, o llegasen cojas, con im¨¢genes suprimidas o di¨¢logos cambiados, hubo en aquellos a?os, los de nuestra guerra civil, otra censura en Estados Unidos. Una censura que, enarbolando la bandera, siempre sospechosa, de la moralidad -pelis blancas, azules, rosas y granas, para adoctrinamiento de las familias cristianas yanquis-, de la moral se pas¨® -paso f¨¢cil, harto f¨¢cil- a la pol¨ªtica. Total, que pese a que, seg¨²n el Instituto Gallup, tres cuartas partes de los norteamericanos estaban a favor de la Rep¨²blica espa?ola, durante nuestra guerra, en Hollywood, feudo de jud¨ªos alemanes, no s¨¦ si republicanos pero s¨ª antinazis y antifascistas (Mussolini), y supuestamente (por la contribuci¨®n nazi y fascista a nuestra guerra) antifranquistas, imper¨® una censura, que luego se convirti¨® en autocensura, en la que salvo raras rar¨ªsimas excepciones, la guerra civil espa?ola, nuestra guerra, la de nuestros mayores, fue una guerra inmoral. O amoral. ?Por qu¨¦? Pues porque en esa guerra se quemaban conventos, iglesias y se fusilaban sacerdotes y parroquianos cristianos, cat¨®licos para m¨¢s se?as. Los cat¨®licos yanquis estaban con Franco.
Como decimos aqu¨ª, el negoci ¨¦s el negoci. Total, que los multimillonarios jud¨ªos antinazis, antifascistas y antifranquistas de Hollywood, se doblegaron, salvo pocas y honrosas excepciones, ante la censura cat¨®lica, familiar -'la familia que reza unida...'-, bien sea impuesta, bien sea autoimpuesta. Al frente de esa censura: los jesuitas. Retengan dos nombres: Daniel Lord, s. j., y Joseph Ignatius Breen, que si no era jesuita-jesuita como el anterior, con el nombre ya canta.
Pues s¨ª, hubo unos a?os en los que los jesuitas brillaron en Hollywood con luz propia. Antes de Hitchcock (ex alumno, como Coma, quien lo fue de Caspe). Con una luz infinitamente m¨¢s propia, y como tal terrible, que con la que intent¨® brillar el Opus (Dei) en el cine franquista, tardofranquista. Todo eso lo sabe muy bien, y lo cuenta, Javier Coma, experto en jesuitas yanquis y cin¨¦filos y en monterolianos de pro.
P. S. El Instituto Norteamericano, donde poco despu¨¦s del asesinato de Kennedy Mario Gas estrenaba Sabor a miel -'tufaradas de cloaca', seg¨²n la cr¨ªtica de Josep Maria Junyent, t¨ªo de Miquel Roca-, se celebra con Rick, con Hollywood, con Franco y los jesuitas censores su 50? aniversario. A la conferencia de Coma seguir¨¢n las de Rom¨¢n Gubern, Hollywood en apoyo de la Rep¨²blica espa?ola (15 de febrero), y de Jorge Herralde, Escritores americanos en la Espa?a en guerra (15 de marzo), en la cual podremos ver la versi¨®n ¨ªntegra de Whom the bell tolls, reci¨¦n llegada de Estados Unidos, v¨ªa Internet (www.facets.org). Guillem Iglesias, del Instituto Norteamericano, me dice que llamaron a la Paramount (Barcelona) solicitando la versi¨®n ¨ªntegra. Respuesta: no sabemos nada. ?Para cu¨¢ndo un Rick's Caf¨¦ Americain en Barcelona?
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