Javier Bardem
El actor espa?ol puede empezar a so?ar con conseguir un 'oscar' si esta noche, en Los ?ngeles, se hace con el Globo de Oro por su papel en 'Antes de que anochezca', de Julian Schnabel
Javier Bardem iba prevenido, vacunado, contra el estrellato. Hubo un tiempo en que lleg¨® a decir, mientras rodaba Perdita Durango entre M¨¦xico y Estados Unidos: '?El sue?o americano? Es el que me entra a m¨ª aqu¨ª despu¨¦s de comer a la una de la tarde'.
En ese rodaje, dirigido por ?lex de la Iglesia, en plena faena sat¨¢nica de su personaje Romeo Dolorosa, mientras hac¨ªa bailar huesos de rata con los ojos en blanco, se las tuvo que apa?ar para soportar los caprichos de Rosie P¨¦rez, la primera figurona americana con la que trabaj¨® en su vida. Dec¨ªa: 'Cuando vienes del barrio Salamanca y eres un chavalote de barrio, como yo, y te ponen al lado una estrella como Rosie P¨¦rez, te choca mucho. Observo a esa persona porque me alucina c¨®mo se puede organizar en torno a ella toda una pel¨ªcula. Est¨¢ mala y no se rueda. No lo critico. Pero en un sitio donde a los actores se les llama stars...'. Y segu¨ªa: 'Despu¨¦s de esta experiencia, si alg¨²n d¨ªa me ofrecen algo en este pa¨ªs , cosa que sinceramente no creo, me lo pensar¨ªa'.
ES UN 'SEX SYMBOL' PARA MUCHOS E INT?RPRETE GENIAL PARA MUCHOS M?S
Esto lo confesaba Bardem hace cuatro a?os, pero ahora la vida pasa a toda m¨¢quina por sus ojos. Hoy, domingo 21 de enero del a?o 2001, este chico curtido en la calle, miembro de estirpe actoral, hijo de Pilar Bardem -la mujer de su vida-, actor de talento animal hecho a tortazos -entr¨® en el cine porque le partieron la nariz en una pelea en un bar-, sex symbol para muchos e int¨¦rprete genial para muchos m¨¢s espera que esta noche pueda subir a recoger un Globo de Oro, antesala de los oscars de Hollywood, por su papel en Antes de que anochezca, de Julian Schnabel. En ella, cuyo estreno en Espa?a est¨¢ previsto para marzo, el actor espa?ol hace una recreaci¨®n, ensalzada por la cr¨ªtica mundial, de Reynaldo Arenas, el escritor cubano homosexual y perseguido que muri¨® en el exilio de sida en Nueva York en 1990.
Se va acostumbrando Bardem a esto de los galardones y ya los asume bien. 'Los premios hay que racionalizarlos', dec¨ªa despu¨¦s de recoger entre l¨¢grimas uno de los primeros que logr¨® en su carrera de actor. Fue en San Sebasti¨¢n, y por partida doble, gracias a sus trabajos en El detective y la muerte, de Gonzalo Su¨¢rez, y el de yonqui sucio y proxeneta en D¨ªas contados, de Imanol Uribe. Este ¨²ltimo papel s¨ª que supuso un paso adelante para ¨¦l. Odiaba el encasillamiento al que le hab¨ªan llevado sus tres primeras colaboraciones con Bigas Luna, su descubridor, en Las edades de Lul¨², en la que sodomiza y hace de maestro de ceremonias en una org¨ªa, o en Jam¨®n, jam¨®n y Huevos de oro, pel¨ªculas en las que impera la ley de los personajes que hacen las cosas por cojones.
Cuando Uribe le propuso hacer de drogodependiente amoral, con el pico como ¨²nica meta, le dejaron aparecer con el pelo sucio y permitieron que se destrozara la dentadura, desde el punto de vista est¨¦tico, pint¨¢ndose los pi?os de negro. 'Fue el d¨ªa m¨¢s feliz de su vida', cont¨® en una ocasi¨®n su madre. El d¨ªa en que le dijeron que pod¨ªa estropear su aspecto de chulo perdonavidas, castizo e hispano carpetovet¨®nico para hacer ese papel.
Despu¨¦s han llegado m¨¢s oportunidades para que demostrara su 'lado femenino'. Fue en Segunda piel, de Gerardo Vera, donde viv¨ªa un t¨®rrido y desquiciado romance con Jordi Moll¨¤, y ahora en Antes de que anochezca, que le ha proporcionado el premio de interpretaci¨®n en Venecia en septiembre, el premio de los cr¨ªticos de Nueva York la semana pasada y puede lanzarle al para¨ªso si gana esta noche en Los ?ngeles el Globo de Oro, para el que tendr¨¢ que competir con Tom Hanks, por N¨¢ufrago; Russell Crowe, por Gladiator; Michael Douglas, por J¨®venes prodigiosos, y Geoffrey Rush, por Quills, o si aparece entre los candidatos al mejor actor en los pr¨®ximos oscars, algo que se sabr¨¢ a finales de febrero.
Eso, el lado femenino, dice, es lo mejor que ha aprendido viviendo con su madre como cabeza de familia y reina de la fiesta desde que ¨¦sta se separara de su marido cuando ¨¦l contaba dos a?os de edad. Javier, que naci¨® en Las Palmas de Gran Canaria en 1969, y sus hermanos, Miguel y M¨®nica, han permanecido unidos como una pi?a a do?a Pilar y revueltos en un clan, el Bardem, que ha aportado directores de cine (su t¨ªo Juan Antonio y su hermano Miguel), actores (su madre, ¨¦l y su hermana) y due?os de bares y restaurantes (todos a una).
Lo de los bares lo lleva Javier en la sangre. Muchas veces ha dicho que no le importar¨ªa volverse a poner detr¨¢s de una barra, a pesar de que la bebida de la que se confiesa adicto sea el cola cao. Como no descartar¨ªa volver a jugar al rugby, un deporte que le ense?¨® muchas cosas, le permiti¨® correrse muchas juergas y le curti¨® ese cuerpo serrano que desata pasiones entre las mujeres y los gay deslenguados, como aquel que en un garito de perdici¨®n le solt¨® un d¨ªa el piropo m¨¢s bestia que le han plantado en la cara en su vida: 'Te follar¨ªa hasta dejarte bizco', le dijo.
Para lo que ya tendr¨ªa m¨¢s pegas es para sacarse un sueldo haciendo strip-tease en locales de mala muerte hasta quedarse en tanga, una ocupaci¨®n que le proporcion¨® alg¨²n dinerillo para sobrevivir antes de convertirse en actor. Eso y montar tarimas para discursos de pol¨ªticos en campa?a electoral, algo que no le asque¨® lo suficiente como para dejar de votar. Pero fueron tiempos raros que han quedado atr¨¢s. Hoy, con 31 a?os, lleva una carrera imparable y puede convertirse en otro de los actores espa?oles exiliados en Hollywood, como Antonio Banderas, un referente para ¨¦l, seg¨²n ha confesado, o como Pen¨¦lope Cruz. Hace poco tiempo, antes de embarcarse en el rodaje de la pel¨ªcula de Schnabel, en la que tambi¨¦n aparecen Johnny Depp y Sean Penn, y en el filme dirigido por John Malkovich Pasos de baile, que ¨¦l protagoniza, Bardem expresaba su inquietud porque sent¨ªa que el cine espa?ol se le empezaba a quedar peque?o.
No extra?a. En Espa?a ya ha trabajado con grandes directores -adem¨¢s de los citados, con Pedro Almod¨®var, en Carne tr¨¦mula; con Manuel G¨®mez Pereira, en Boca a boca, o con Mariano Barroso, en ?xtasis y Los lobos de Washington, que Bardem tambi¨¦n produjo- y ahora tiene la oportunidad de entrar en el olimpo y tratar de t¨² a t¨² a ¨ªdolos suyos como Robert de Niro, seg¨²n ¨¦l, una figura clave en su vida que le ense?¨® en pel¨ªculas como Toro salvaje y Taxi driver a ser actor. Por lo pronto, lanzado en esta nueva etapa, lleva varios meses de promoci¨®n a lo largo y ancho de Estados Unidos, choc¨¢ndose con periodistas cada dos por tres, algo que, aunque pueda llevar con mucha profesionalidad, los que le conocen bien dicen que le repatea. Pero, ya se sabe, cosas de la fama, otro asunto que le pone de los nervios, porque conlleva que le miren por la calle. O cosas del estrellato, algo que va camino de conseguir, probablemente a pesar suyo.
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