Verdadera sorpresa

A pesar de su imagen de empoll¨®n de la clase o de acicalado ni?o Vicente con voz campanuda, Alberto Ruiz-Gallard¨®n me cae tan bien como mal le cae a algunos de sus correligionarios del PP, aunque por distintas razones. Y una de ellas es su condici¨®n de hombre culto y sensible frente a la de hombre de negocios de, por ejemplo, Zaplana. La pela acaba siempre por imponer otra est¨¦tica. La cultura de Gallard¨®n, sin embargo, se traduce en liberalismo del bueno y en tolerancia, de modo que, falto de complejos, el sectarismo y el autoritarismo no lo caracterizan. Sus lecturas y su variado y buen gusto musical hacen que en un territorio como Madrid, amenazado por la horterada municipal, ¨¦l sea al menos un alivio. As¨ª que lo dicho hasta aqu¨ª es motivo sobrado, como comprender¨¢n, para sentirme decepcionado por ese arrebato de mangoneo, poco respetuoso con la libertad de expresi¨®n, que lo ha llevado a poner de patitas en la calle al director de Telemadrid por un reportaje sobre terrorismo que no le gust¨® nada. Me ha decepcionado, pero quiz¨¢ me haya sorprendido m¨¢s la reacci¨®n de quienes ahora lo critican: hay que ver c¨®mo se han puesto los pol¨ªticos de toda laya, menos los del PP, y mis compa?eros periodistas de casi toda condici¨®n, porque Ruiz-Gallard¨®n -que no es Fraga, que no es Zaplana y ni siquiera Rajoy- actu¨® esta vez con un descaro poco com¨²n. Est¨¢n muy escandalizados por lo que en Gallard¨®n y en Telemadrid es excepcional, cuando no constituye sino m¨¢s de lo mucho de lo que a diario sucede en las televisiones p¨²blicas y en alguna privada bajo control del Gobierno. Pero en este caso sin hipocres¨ªa. A m¨ª este suceso del cambio de empleo de un director general me produce otra inquietud mayor: Gallard¨®n me ha demostrado con su actuaci¨®n de esta semana que, al contrario de lo que yo cre¨ªa, quien dirige Telemadrid es ¨¦l. Y ahora que s¨¦ que est¨¢ en su mano sustituir los contenidos de la programaci¨®n, lo que me resulta m¨¢s escandaloso es que sea el responsable directo de zafios programas y no los retire. Pero supongo que lo de esta semana ha sido un golpe de tim¨®n y no nos defraudar¨¢: destituir¨¢ sin m¨¢s al nuevo director si ¨¦ste se empe?ara en mantener en la programaci¨®n productos cutres mucho m¨¢s da?inos que un reportaje con im¨¢genes id¨ªlicas de Euskadi y declaraciones archisabidas sobre terrorismo. Y como el nuevo director se llama Francisco Gim¨¦nez-Alem¨¢n, de gusto acrisolado, y que siempre dijo desde Abc c¨®mo hab¨ªa que hacer una buena televisi¨®n p¨²blica, no habr¨¢ mal que por bien no venga. Ahora lo veremos.