La gran fusi¨®n se tambalea
Endesa e Iberdrola zozobran ante el TDC, los obst¨¢culos legales y el recelo de los accionistas
De repente, la gran fusi¨®n entre Endesa e Iberdrola parece m¨¢s una carrera de obst¨¢culos que una operaci¨®n favorecida por la fortuna y el apoyo pol¨ªtico de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Todos los protagonistas de la operaci¨®n se encuentran inc¨®modos. El Ministerio de Econom¨ªa, porque tiene que tomar una decisi¨®n muy cara en t¨¦rminos pol¨ªticos; si las condiciones que impone son muy estrictas, la fusi¨®n puede fracasar, y si son muy laxas, las cr¨ªticas por la permisividad, sobre todo en comparaci¨®n con la dureza aplicada en el caso Uni¨®n Fenosa-Hidrocant¨¢brico, pueden ser muy severas. El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) transita por el filo de la navaja, obligado a exponer que la fusi¨®n es contraria a la competencia, pero puede ejecutarse en determinadas condiciones. Rodolfo Mart¨ªn Villa, ??igo Oriol y los directivos de las compa?¨ªas, ¨²nicos valedores hasta ahora de la operaci¨®n, advierten ahora con crudeza que la fusi¨®n, en el mejor de los casos, exigir¨¢ complicadas maniobras empresariales. Los accionistas tropiezan con el obst¨¢culo de la escasa rentabilidad que van a obtener del intercambio financiero. Es una fusi¨®n plagada de minas.
Meses atr¨¢s, Mart¨ªn Villa parec¨ªa el gran vencedor de la operaci¨®n y Alfonso Cortina, presidente de Repsol e impulsor de la fracasada uni¨®n de Gas Natural e Iberdrola, el gran derrotado. El triunfo tiene hoy menos lustre. La amenaza del dictamen del TDC y la aparici¨®n de obst¨¢culos econ¨®micos y empresariales bastante complejos dibujan por primera vez escenarios en los que no ser¨ªa irracional pensar en que Endesa e Iberdrola pueden romper sus compromisos por manifiesta falta de rentabilidad para los accionistas y dificultades para articular la integraci¨®n empresarial. Mart¨ªn Villa y Oriol defienden la fusi¨®n porque es su proyecto personal, y si la operaci¨®n fracasa ellos fracasan. Pero el rosario de obst¨¢culos que aparecen en el horizonte de la fusi¨®n produce, seg¨²n las fuentes consultadas, un agobio intenso en los comit¨¦s de fusi¨®n, desbordados por los partes diarios de incidencias que tienen que resolver.
- Cuotas y mercados. La amenaza principal sigue siendo el dictamen del TDC. Abundan las disquisiciones sobre si el Tribunal tiene facultades para imponer condiciones de competencia que 'hagan posible y legal' la operaci¨®n o, por el contrario, debe limitarse a decir s¨ª o no a la propuesta real de las empresas. Pero el hecho es que el Gobierno impondr¨¢ fuertes limitaciones a la producci¨®n el¨¦ctrica de la megaempresa -mantendr¨¢ la capacidad de generaci¨®n en torno al 40% del total peninsular- y de distribuci¨®n -en torno al 40%-; y esas limitaciones perjudican gravemente la salud de la fusi¨®n.
La clave de la operaci¨®n, en t¨¦rminos de negocio, es el volumen de clientes que mantiene la nueva empresa. El umbral de rentabilidad est¨¢ situado en torno a los 9 millones. Si el Gobierno, atendiendo al dictamen del TDC, baja de 8 millones, la racionalidad econ¨®mica de la operaci¨®n desaparece.
Sigue en pie una cuesti¨®n de sentido com¨²n: ?c¨®mo es posible analizar una fusi¨®n en la que es decisivo el plan de desinversiones sin conocer dicho plan? Bien, pues el TDC ha obrado el milagro.
- A subastar. El procedimiento que utilizar¨¢n las compa?¨ªas para desprenderse de los activos que les sobran para cumplir las condiciones de competencia es tan importante o m¨¢s como el n¨²mero y valor de los activos vendidos. Nuevo problema. La Comisi¨®n Europea objeta que el intercambio de activos no es precisamente el sistema m¨¢s transparente. Puede incluir adjudicaciones interesadas, a precios interesados, a empresas el¨¦ctricas extranjeras con intereses comunes. El resultado final ser¨ªa el mantenimiento de monopolios de hecho con protagonistas distintos.
As¨ª que la f¨®rmula adecuada parece ser la subasta. Es, en teor¨ªa, la m¨¢s transparente, aunque existen f¨®rmulas -algunas muy f¨¢ciles- para manipularla. Las empresas no quieren subasta, pero el Gobierno puede imponerla. Si fuera as¨ª, ?qui¨¦n actuar¨ªa como subastador imparcial? ?No reduce la rentabilidad impl¨ªcita de la operaci¨®n, pensada tambi¨¦n para dirigir la entrada de empresas amigas en el mercado espa?ol, el hecho de que se pueda colar alguna que de verdad sea competitiva?
- El protocolo roto. El protocolo firmado por las compa?¨ªas el¨¦ctricas en 1996 prohib¨ªa expresamente a las empresas firmantes llevar a cabo fusiones entre ellas. Como Endesa e Iberdrola lo firmaron, no hay duda de que han roto su palabra. M¨¢s all¨¢ de la ingenuidad que quepa atribuir a confiar en los compromisos firmados entre empresas, es una clara advertencia de que no se puede confiar en que Endesa e Iberdrola cumplan ahora sus promesas de respetar la competencia.
- Transiciones. Esta reserva es fundamental si se tiene en cuenta que en la propuesta de fusi¨®n Endesa e Iberdrola pretenden que el Gobierno
conceda una moratoria hasta el a?o 2003 durante la cual ambas compa?¨ªas 'autolimitar¨ªan' la ampliaci¨®n de nuevos contratos de comercializaci¨®n. Pero el hecho es que durante ese periodo Endesa-Iberdrola tendr¨ªan m¨¢s del 85% del mercado de comercializaci¨®n el¨¦ctrica. Un aut¨¦ntico monopolio. Esa acumulaci¨®n, si se admite, convierte a la operaci¨®n en ilegal.
- El consejo. En el proyecto de fusi¨®n se incluye la constituci¨®n de un consejo de Endesa compuesto por 30 miembros, 12 de ellos de Iberdrola. La propuesta, seg¨²n los juristas, es ilegal. La ley 14/2000 de 29 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social (Ley de Acompa?amiento del Presupuesto) proh¨ªbe tal intercambio. En la disposici¨®n adicional decimotercera, que modifica el art¨ªculo 34 del Real Decreto Ley de 23 de junio de Medidas Urgentes de Intensificaci¨®n de la Competencia en mercados de bienes y servicios, dice textualmente: 'Ninguna persona f¨ªsica o jur¨ªdica que tenga la condici¨®n de operador principal en un mercado o sector de entre los se?alados en el n¨²mero siguiente podr¨¢ designar directa o indirectamente miembros de los ¨®rganos de administraci¨®n de sociedades que tengan la condici¨®n de operador principal en el mismo mercado o sector'. El n¨²mero siguiente define como mercados o sectores en los que esta norma es aplicable los de Generaci¨®n, transporte y distribuci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica.
As¨ª pues, el Consejo de Concentraci¨®n es ilegal. Los tr¨¢mites de fusi¨®n deber¨ªan realizarse sin aplicar esa propuesta concreta. O bien la nueva sociedad deber¨ªa constituirse antes de nombrar el consejo.
- Descontrol. Da la sensaci¨®n de que la operaci¨®n Endesa-Iberdrola se est¨¢ escapando de las manos de sus promotores, que son Rodolfo Mart¨ªn Villa e ??igo Oriol. La publicidad de la fusi¨®n ha sido muy amplia, por lo cual ha resultado imposible evitar que el TDC y la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) analicen el caso en profundidad. Ambos informes presentan notables deficiencias, m¨¢s llamativas en el de la CNE -a pesar de que es un organismo mejor dotado financieramente-. En el informe de la Comisi¨®n se describe la operaci¨®n como inviable, pero las conclusiones dan la operaci¨®n por buena. No se excluye la hip¨®tesis de que el informe t¨¦cnico, el que describe las condiciones de la fusi¨®n, se haya tensado en las conclusiones, m¨¢s pol¨ªticas, para dar un veredicto favorable con condiciones. El esquema es pr¨¢cticamente el mismo en el caso del TDC.
Por otra parte, crece la resistencia interna y externa. Repsol se opone abiertamente a la fusi¨®n, pero lo importante es que los accionistas importantes tampoco est¨¢n de acuerdo con ella. El BBVA no est¨¢ de acuerdo con la ecuaci¨®n de canje actual y probablemente no votar¨¢ la fusi¨®n. Esa negativa ser¨ªa un rev¨¦s pol¨ªtico muy serio, tanto para Iberdrola como para el propio banco. Varios directivos de Iberdrola se resisten tambi¨¦n a la fusi¨®n. Dicen que 'Oriol apenas se ha preocupado de dos o tres de los nuestros', mientras que Endesa impone abrumadoramente el peso de su staff. Demasiados problemas.De repente, la gran fusi¨®n entre Endesa e Iberdrola parece m¨¢s una carrera de obst¨¢culos que una operaci¨®n favorecida por la fortuna y el apoyo pol¨ªtico de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Todos los protagonistas de la operaci¨®n se encuentran inc¨®modos. El Ministerio de Econom¨ªa, porque tiene que tomar una decisi¨®n muy cara en t¨¦rminos pol¨ªticos; si las condiciones que impone son muy estrictas, la fusi¨®n puede fracasar, y si son muy laxas, las cr¨ªticas por la permisividad, sobre todo en comparaci¨®n con la dureza aplicada en el caso Uni¨®n Fenosa-Hidrocant¨¢brico, pueden ser muy severas. El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) transita por el filo de la navaja, obligado a exponer que la fusi¨®n es contraria a la competencia, pero puede ejecutarse en determinadas condiciones. Rodolfo Mart¨ªn Villa, ??igo Oriol y los directivos de las compa?¨ªas, ¨²nicos valedores hasta ahora de la operaci¨®n, advierten ahora con crudeza que la fusi¨®n, en el mejor de los casos, exigir¨¢ complicadas maniobras empresariales. Los accionistas tropiezan con el obst¨¢culo de la escasa rentabilidad que van a obtener del intercambio financiero. Es una fusi¨®n plagada de minas.
Meses atr¨¢s, Mart¨ªn Villa parec¨ªa el gran vencedor de la operaci¨®n y Alfonso Cortina, presidente de Repsol e impulsor de la fracasada uni¨®n de Gas Natural e Iberdrola, el gran derrotado. El triunfo tiene hoy menos lustre. La amenaza del dictamen del TDC y la aparici¨®n de obst¨¢culos econ¨®micos y empresariales bastante complejos dibujan por primera vez escenarios en los que no ser¨ªa irracional pensar en que Endesa e Iberdrola pueden romper sus compromisos por manifiesta falta de rentabilidad para los accionistas y dificultades para articular la integraci¨®n empresarial. Mart¨ªn Villa y Oriol defienden la fusi¨®n porque es su proyecto personal, y si la operaci¨®n fracasa ellos fracasan. Pero el rosario de obst¨¢culos que aparecen en el horizonte de la fusi¨®n produce, seg¨²n las fuentes consultadas, un agobio intenso en los comit¨¦s de fusi¨®n, desbordados por los partes diarios de incidencias que tienen que resolver.
- Cuotas y mercados. La amenaza principal sigue siendo el dictamen del TDC. Abundan las disquisiciones sobre si el Tribunal tiene facultades para imponer condiciones de competencia que 'hagan posible y legal' la operaci¨®n o, por el contrario, debe limitarse a decir s¨ª o no a la propuesta real de las empresas. Pero el hecho es que el Gobierno impondr¨¢ fuertes limitaciones a la producci¨®n el¨¦ctrica de la megaempresa -mantendr¨¢ la capacidad de generaci¨®n en torno al 40% del total peninsular- y de distribuci¨®n -en torno al 40%-; y esas limitaciones perjudican gravemente la salud de la fusi¨®n.
La clave de la operaci¨®n, en t¨¦rminos de negocio, es el volumen de clientes que mantiene la nueva empresa. El umbral de rentabilidad est¨¢ situado en torno a los 9 millones. Si el Gobierno, atendiendo al dictamen del TDC, baja de 8 millones, la racionalidad econ¨®mica de la operaci¨®n desaparece.
Sigue en pie una cuesti¨®n de sentido com¨²n: ?c¨®mo es posible analizar una fusi¨®n en la que es decisivo el plan de desinversiones sin conocer dicho plan? Bien, pues el TDC ha obrado el milagro.
- A subastar. El procedimiento que utilizar¨¢n las compa?¨ªas para desprenderse de los activos que les sobran para cumplir las condiciones de competencia es tan importante o m¨¢s como el n¨²mero y valor de los activos vendidos. Nuevo problema. La Comisi¨®n Europea objeta que el intercambio de activos no es precisamente el sistema m¨¢s transparente. Puede incluir adjudicaciones interesadas, a precios interesados, a empresas el¨¦ctricas extranjeras con intereses comunes. El resultado final ser¨ªa el mantenimiento de monopolios de hecho con protagonistas distintos.
As¨ª que la f¨®rmula adecuada parece ser la subasta. Es, en teor¨ªa, la m¨¢s transparente, aunque existen f¨®rmulas -algunas muy f¨¢ciles- para manipularla. Las empresas no quieren subasta, pero el Gobierno puede imponerla. Si fuera as¨ª, ?qui¨¦n actuar¨ªa como subastador imparcial? ?No reduce la rentabilidad impl¨ªcita de la operaci¨®n, pensada tambi¨¦n para dirigir la entrada de empresas amigas en el mercado espa?ol, el hecho de que se pueda colar alguna que de verdad sea competitiva?
- El protocolo roto. El protocolo firmado por las compa?¨ªas el¨¦ctricas en 1996 prohib¨ªa expresamente a las empresas firmantes llevar a cabo fusiones entre ellas. Como Endesa e Iberdrola lo firmaron, no hay duda de que han roto su palabra. M¨¢s all¨¢ de la ingenuidad que quepa atribuir a confiar en los compromisos firmados entre empresas, es una clara advertencia de que no se puede confiar en que Endesa e Iberdrola cumplan ahora sus promesas de respetar la competencia.
- Transiciones. Esta reserva es fundamental si se tiene en cuenta que en la propuesta de fusi¨®n Endesa e Iberdrola pretenden que el Gobierno
conceda una moratoria hasta el a?o 2003 durante la cual ambas compa?¨ªas 'autolimitar¨ªan' la ampliaci¨®n de nuevos contratos de comercializaci¨®n. Pero el hecho es que durante ese periodo Endesa-Iberdrola tendr¨ªan m¨¢s del 85% del mercado de comercializaci¨®n el¨¦ctrica. Un aut¨¦ntico monopolio. Esa acumulaci¨®n, si se admite, convierte a la operaci¨®n en ilegal.
- El consejo. En el proyecto de fusi¨®n se incluye la constituci¨®n de un consejo de Endesa compuesto por 30 miembros, 12 de ellos de Iberdrola. La propuesta, seg¨²n los juristas, es ilegal. La ley 14/2000 de 29 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social (Ley de Acompa?amiento del Presupuesto) proh¨ªbe tal intercambio. En la disposici¨®n adicional decimotercera, que modifica el art¨ªculo 34 del Real Decreto Ley de 23 de junio de Medidas Urgentes de Intensificaci¨®n de la Competencia en mercados de bienes y servicios, dice textualmente: 'Ninguna persona f¨ªsica o jur¨ªdica que tenga la condici¨®n de operador principal en un mercado o sector de entre los se?alados en el n¨²mero siguiente podr¨¢ designar directa o indirectamente miembros de los ¨®rganos de administraci¨®n de sociedades que tengan la condici¨®n de operador principal en el mismo mercado o sector'. El n¨²mero siguiente define como mercados o sectores en los que esta norma es aplicable los de Generaci¨®n, transporte y distribuci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica.
As¨ª pues, el Consejo de Concentraci¨®n es ilegal. Los tr¨¢mites de fusi¨®n deber¨ªan realizarse sin aplicar esa propuesta concreta. O bien la nueva sociedad deber¨ªa constituirse antes de nombrar el consejo.
- Descontrol. Da la sensaci¨®n de que la operaci¨®n Endesa-Iberdrola se est¨¢ escapando de las manos de sus promotores, que son Rodolfo Mart¨ªn Villa e ??igo Oriol. La publicidad de la fusi¨®n ha sido muy amplia, por lo cual ha resultado imposible evitar que el TDC y la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) analicen el caso en profundidad. Ambos informes presentan notables deficiencias, m¨¢s llamativas en el de la CNE -a pesar de que es un organismo mejor dotado financieramente-. En el informe de la Comisi¨®n se describe la operaci¨®n como inviable, pero las conclusiones dan la operaci¨®n por buena. No se excluye la hip¨®tesis de que el informe t¨¦cnico, el que describe las condiciones de la fusi¨®n, se haya tensado en las conclusiones, m¨¢s pol¨ªticas, para dar un veredicto favorable con condiciones. El esquema es pr¨¢cticamente el mismo en el caso del TDC.
Por otra parte, crece la resistencia interna y externa. Repsol se opone abiertamente a la fusi¨®n, pero lo importante es que los accionistas importantes tampoco est¨¢n de acuerdo con ella. El BBVA no est¨¢ de acuerdo con la ecuaci¨®n de canje actual y probablemente no votar¨¢ la fusi¨®n. Esa negativa ser¨ªa un rev¨¦s pol¨ªtico muy serio, tanto para Iberdrola como para el propio banco. Varios directivos de Iberdrola se resisten tambi¨¦n a la fusi¨®n. Dicen que 'Oriol apenas se ha preocupado de dos o tres de los nuestros', mientras que Endesa impone abrumadoramente el peso de su staff. Demasiados problemas.De repente, la gran fusi¨®n entre Endesa e Iberdrola parece m¨¢s una carrera de obst¨¢culos que una operaci¨®n favorecida por la fortuna y el apoyo pol¨ªtico de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Todos los protagonistas de la operaci¨®n se encuentran inc¨®modos. El Ministerio de Econom¨ªa, porque tiene que tomar una decisi¨®n muy cara en t¨¦rminos pol¨ªticos; si las condiciones que impone son muy estrictas, la fusi¨®n puede fracasar, y si son muy laxas, las cr¨ªticas por la permisividad, sobre todo en comparaci¨®n con la dureza aplicada en el caso Uni¨®n Fenosa-Hidrocant¨¢brico, pueden ser muy severas. El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) transita por el filo de la navaja, obligado a exponer que la fusi¨®n es contraria a la competencia, pero puede ejecutarse en determinadas condiciones. Rodolfo Mart¨ªn Villa, ??igo Oriol y los directivos de las compa?¨ªas, ¨²nicos valedores hasta ahora de la operaci¨®n, advierten ahora con crudeza que la fusi¨®n, en el mejor de los casos, exigir¨¢ complicadas maniobras empresariales. Los accionistas tropiezan con el obst¨¢culo de la escasa rentabilidad que van a obtener del intercambio financiero. Es una fusi¨®n plagada de minas.
Meses atr¨¢s, Mart¨ªn Villa parec¨ªa el gran vencedor de la operaci¨®n y Alfonso Cortina, presidente de Repsol e impulsor de la fracasada uni¨®n de Gas Natural e Iberdrola, el gran derrotado. El triunfo tiene hoy menos lustre. La amenaza del dictamen del TDC y la aparici¨®n de obst¨¢culos econ¨®micos y empresariales bastante complejos dibujan por primera vez escenarios en los que no ser¨ªa irracional pensar en que Endesa e Iberdrola pueden romper sus compromisos por manifiesta falta de rentabilidad para los accionistas y dificultades para articular la integraci¨®n empresarial. Mart¨ªn Villa y Oriol defienden la fusi¨®n porque es su proyecto personal, y si la operaci¨®n fracasa ellos fracasan. Pero el rosario de obst¨¢culos que aparecen en el horizonte de la fusi¨®n produce, seg¨²n las fuentes consultadas, un agobio intenso en los comit¨¦s de fusi¨®n, desbordados por los partes diarios de incidencias que tienen que resolver.
- Cuotas y mercados. La amenaza principal sigue siendo el dictamen del TDC. Abundan las disquisiciones sobre si el Tribunal tiene facultades para imponer condiciones de competencia que 'hagan posible y legal' la operaci¨®n o, por el contrario, debe limitarse a decir s¨ª o no a la propuesta real de las empresas. Pero el hecho es que el Gobierno impondr¨¢ fuertes limitaciones a la producci¨®n el¨¦ctrica de la megaempresa -mantendr¨¢ la capacidad de generaci¨®n en torno al 40% del total peninsular- y de distribuci¨®n -en torno al 40%-; y esas limitaciones perjudican gravemente la salud de la fusi¨®n.
La clave de la operaci¨®n, en t¨¦rminos de negocio, es el volumen de clientes que mantiene la nueva empresa. El umbral de rentabilidad est¨¢ situado en torno a los 9 millones. Si el Gobierno, atendiendo al dictamen del TDC, baja de 8 millones, la racionalidad econ¨®mica de la operaci¨®n desaparece.
Sigue en pie una cuesti¨®n de sentido com¨²n: ?c¨®mo es posible analizar una fusi¨®n en la que es decisivo el plan de desinversiones sin conocer dicho plan? Bien, pues el TDC ha obrado el milagro.
- A subastar. El procedimiento que utilizar¨¢n las compa?¨ªas para desprenderse de los activos que les sobran para cumplir las condiciones de competencia es tan importante o m¨¢s como el n¨²mero y valor de los activos vendidos. Nuevo problema. La Comisi¨®n Europea objeta que el intercambio de activos no es precisamente el sistema m¨¢s transparente. Puede incluir adjudicaciones interesadas, a precios interesados, a empresas el¨¦ctricas extranjeras con intereses comunes. El resultado final ser¨ªa el mantenimiento de monopolios de hecho con protagonistas distintos.
As¨ª que la f¨®rmula adecuada parece ser la subasta. Es, en teor¨ªa, la m¨¢s transparente, aunque existen f¨®rmulas -algunas muy f¨¢ciles- para manipularla. Las empresas no quieren subasta, pero el Gobierno puede imponerla. Si fuera as¨ª, ?qui¨¦n actuar¨ªa como subastador imparcial? ?No reduce la rentabilidad impl¨ªcita de la operaci¨®n, pensada tambi¨¦n para dirigir la entrada de empresas amigas en el mercado espa?ol, el hecho de que se pueda colar alguna que de verdad sea competitiva?
- El protocolo roto. El protocolo firmado por las compa?¨ªas el¨¦ctricas en 1996 prohib¨ªa expresamente a las empresas firmantes llevar a cabo fusiones entre ellas. Como Endesa e Iberdrola lo firmaron, no hay duda de que han roto su palabra. M¨¢s all¨¢ de la ingenuidad que quepa atribuir a confiar en los compromisos firmados entre empresas, es una clara advertencia de que no se puede confiar en que Endesa e Iberdrola cumplan ahora sus promesas de respetar la competencia.
- Transiciones. Esta reserva es fundamental si se tiene en cuenta que en la propuesta de fusi¨®n Endesa e Iberdrola pretenden que el Gobierno
conceda una moratoria hasta el a?o 2003 durante la cual ambas compa?¨ªas 'autolimitar¨ªan' la ampliaci¨®n de nuevos contratos de comercializaci¨®n. Pero el hecho es que durante ese periodo Endesa-Iberdrola tendr¨ªan m¨¢s del 85% del mercado de comercializaci¨®n el¨¦ctrica. Un aut¨¦ntico monopolio. Esa acumulaci¨®n, si se admite, convierte a la operaci¨®n en ilegal.
- El consejo. En el proyecto de fusi¨®n se incluye la constituci¨®n de un consejo de Endesa compuesto por 30 miembros, 12 de ellos de Iberdrola. La propuesta, seg¨²n los juristas, es ilegal. La ley 14/2000 de 29 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social (Ley de Acompa?amiento del Presupuesto) proh¨ªbe tal intercambio. En la disposici¨®n adicional decimotercera, que modifica el art¨ªculo 34 del Real Decreto Ley de 23 de junio de Medidas Urgentes de Intensificaci¨®n de la Competencia en mercados de bienes y servicios, dice textualmente: 'Ninguna persona f¨ªsica o jur¨ªdica que tenga la condici¨®n de operador principal en un mercado o sector de entre los se?alados en el n¨²mero siguiente podr¨¢ designar directa o indirectamente miembros de los ¨®rganos de administraci¨®n de sociedades que tengan la condici¨®n de operador principal en el mismo mercado o sector'. El n¨²mero siguiente define como mercados o sectores en los que esta norma es aplicable los de Generaci¨®n, transporte y distribuci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica.
As¨ª pues, el Consejo de Concentraci¨®n es ilegal. Los tr¨¢mites de fusi¨®n deber¨ªan realizarse sin aplicar esa propuesta concreta. O bien la nueva sociedad deber¨ªa constituirse antes de nombrar el consejo.
- Descontrol. Da la sensaci¨®n de que la operaci¨®n Endesa-Iberdrola se est¨¢ escapando de las manos de sus promotores, que son Rodolfo Mart¨ªn Villa e ??igo Oriol. La publicidad de la fusi¨®n ha sido muy amplia, por lo cual ha resultado imposible evitar que el TDC y la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) analicen el caso en profundidad. Ambos informes presentan notables deficiencias, m¨¢s llamativas en el de la CNE -a pesar de que es un organismo mejor dotado financieramente-. En el informe de la Comisi¨®n se describe la operaci¨®n como inviable, pero las conclusiones dan la operaci¨®n por buena. No se excluye la hip¨®tesis de que el informe t¨¦cnico, el que describe las condiciones de la fusi¨®n, se haya tensado en las conclusiones, m¨¢s pol¨ªticas, para dar un veredicto favorable con condiciones. El esquema es pr¨¢cticamente el mismo en el caso del TDC.
Por otra parte, crece la resistencia interna y externa. Repsol se opone abiertamente a la fusi¨®n, pero lo importante es que los accionistas importantes tampoco est¨¢n de acuerdo con ella. El BBVA no est¨¢ de acuerdo con la ecuaci¨®n de canje actual y probablemente no votar¨¢ la fusi¨®n. Esa negativa ser¨ªa un rev¨¦s pol¨ªtico muy serio, tanto para Iberdrola como para el propio banco. Varios directivos de Iberdrola se resisten tambi¨¦n a la fusi¨®n. Dicen que 'Oriol apenas se ha preocupado de dos o tres de los nuestros', mientras que Endesa impone abrumadoramente el peso de su staff. Demasiados problemas.
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