S¨ª cambiar¨ªa mi vida

Recientemente, el se?or Otegi, en un programa de televisi¨®n, se dirigi¨® al pueblo madrile?o con un persuasivo argumento: '?En qu¨¦ le cambia la vida a un ciudadano espa?ol el reconocimiento del derecho a la autodeterminaci¨®n del pueblo vasco? En nada (...) y recuperar¨ªa el clima de distensi¨®n que me imagino est¨¢ deseando obtener'. Le respondo como simple ciudadano: no habr¨ªa mayor dolor e indignidad para m¨ª que contemplar c¨®mo mi pa¨ªs cede ante el chantaje y la extorsi¨®n fascista. Por supuesto que mi vida cambiar¨ªa: tendr¨ªa la conciencia de que el asesinato y la violencia son m¨¢s eficaces que los mecanismos democr¨¢ticos a la hora de defender ideas; sentir¨ªa que los que han creado un clima de extorsi¨®n e intimidaci¨®n han ganado; pensar¨ªa todos los d¨ªas en las v¨ªctimas inocentes y en sus familias, que con estupefacci¨®n ver¨ªan c¨®mo se les concede 'raz¨®n' a los verdugos.

A ver si nos entendemos, se?or Otegi. La independencia del Pa¨ªs Vasco, en abstracto, es algo que nos deja indiferentes a muchos espa?oles. Lo que no toleramos, ni toleraremos nunca, es que se alcance por medio del tiro en la nuca. Le ratifico la postura de los ciudadanos de bien -que s¨¦ que tambi¨¦n abundan en el Pa¨ªs Vasco-: nunca vamos a acobardarnos ante ustedes.-