28 de diciembre-1 de abril
Este peri¨®dico no ha publicado nunca inocentadas. Fue una decisi¨®n expresa y meditada que se tom¨® desde el inicio de la publicaci¨®n. Se entendi¨® entonces que la inocentada era una muestra escasamente profesional, reliquia de un periodismo trasnochado.
Esta postura del peri¨®dico no le ha librado de convertirse en v¨ªctima de algunas inocentadas de los dem¨¢s.
El 28 de diciembre de 1979, el peri¨®dico public¨®, en las p¨¢ginas de informaci¨®n local de Madrid, una peque?a noticia que hab¨ªa proporcionado el gabinete de prensa del Consistorio anunciando el posible cambio del color de los uniformes de la Polic¨ªa Municipal y el uso de faldas 'm¨¢s cortas' en el caso de las agentes.
Al d¨ªa siguiente, el peri¨®dico public¨® un editorial explicando lo sucedido a los lectores y deplorando que una instituci¨®n oficial pudiera dedicarse a tales menesteres.
El 10 de abril de 1980 se public¨® una historia amplia, en la ¨²ltima p¨¢gina, titulada El tanga: historia dram¨¢tica de una min¨²scula prenda de vestir, en la que el corresponsal del peri¨®dico en Bonn narraba la peripecia del espa?ol Y¨¢?ez Iglesias, que junto a su esposa, Yolanda Luccara, fueron ejecutados el 1 de abril de 1660, delante del Palacio Real de Madrid, como 'personas inmorales' y 'promotoras de graves esc¨¢ndalos p¨²blicos', despu¨¦s de que ella luciese el tanga ante unos amigos.
La pareja hab¨ªa conocido la prenda en la min¨²scula isla chilena de Santa d'Or.
En el texto se explicaba que la periodista alemana Anja Bergelson hab¨ªa trabajado 'concienzudamente' en una investigaci¨®n hist¨®rica sobre tan sugestiva prenda para concluir que no proced¨ªa de Brasil, sino de aquella isla del Pac¨ªfico.
Lo malo de tan buena historia es que era pura f¨¢bula. La hab¨ªa publicado un peri¨®dico alem¨¢n el d¨ªa 1 de abril, fecha en que bastantes pa¨ªses de Europa celebran el D¨ªa de los Inocentes.
En 1992, en la secci¨®n Revista de Prensa, se recogi¨® parcialmente un editorial de The Times -?del 1 de abril!- en el que se especulaba sobre la posible divisi¨®n de B¨¦lgica.
Tambi¨¦n era una inocentada, y en aquella ocasi¨®n fue Jes¨²s de la Serna, como defensor del lector -la figura se hab¨ªa creado en 1985-, quien explic¨® el fiasco a los lectores.
Al borde del 25? aniversario, el peri¨®dico ha ca¨ªdo por cuarta vez en la trampa de la inocentada. La estad¨ªstica dir¨ªa que se ha dejado sorprender cada 6,3 a?os, y como no se conocen tratados de inocentometr¨ªa es dif¨ªcil saber si se trata de una media excesiva o tolerable.
El pasado d¨ªa 13, el suplemento cultural Babelia dedic¨® su ¨²ltima p¨¢gina a la actualidad del libro en Ciudad de M¨¦xico y Juan Jes¨²s Azn¨¢rez, corresponsal en aquel pa¨ªs, incluy¨® un ladillo para dar cuenta de que Odil¨®n Carrasco ha pasado a ser 'posiblemente el autor m¨¢s le¨ªdo de M¨¦xico', despu¨¦s de volcar en Internet su novela Utop¨ªa transg¨¦nica, que habr¨ªan comprado a trav¨¦s de la red 230.000 lectores de todo el mundo, al precio de ocho d¨®lares.
Bueno, pues ni Odil¨®n Carrasco existe ni su novela. Se trata de un perfecto ap¨®crifo.
El mismo d¨ªa 13, desde Par¨ªs, Julieta Lozano Aguirre escribi¨® al peri¨®dico para avisar de que se trataba de una broma del diario mexicano La Jornada y de que el propio peri¨®dico lo hab¨ªa advertido a sus lectores al d¨ªa siguiente de publicarla; es decir, el 29 de diciembre pasado.
El lunes d¨ªa 14, el propio firmante de la burla, Arturo Garc¨ªa Hern¨¢ndez, envi¨® un mensaje asumiendo la autor¨ªa de la inocentada e indicando que al final de la noticia incluy¨® una direcci¨®n electr¨®nica, igualmente inexistente: www.inocentepalomita.com.mx.
Garc¨ªa Hern¨¢ndez sostiene que si 'con algo de curiosidad period¨ªstica' se hubiese consultado la direcci¨®n electr¨®nica, el fiasco podr¨ªa haberse evitado.
No se sabe qu¨¦ resulta m¨¢s sorprendente, si la agudeza de ingenio del autor o su capacidad avisadora. Es algo que queda fuera de las competencias del Defensor.
El hecho cierto es que el embeleco caus¨® efecto y que este peri¨®dico lo difundi¨®.
Azn¨¢rez lamenta abiertamente lo ocurrido y como explicaci¨®n, no como excusa, ha comentado al Defensor que el 28 de diciembre pasado La Jornada public¨® una p¨¢gina entera dedicada a inocentadas, claras y evidentes, por lo que no pudo imaginar que la informaci¨®n de las p¨¢ginas de cultura, amplia y con fotograf¨ªa del supuesto autor, fuese una broma.
Admite que al d¨ªa siguiente la aclaraci¨®n del peri¨®dico mexicano le pas¨® inadvertida.
En cuanto al inocentepalomita de la direcci¨®n electr¨®nica, Azn¨¢rez explica que no repar¨® especialmente en ella, entre otras cosas, porque en Internet es habitual encontrar las denominaciones m¨¢s ins¨®litas.
El Defensor del Lector debe se?alar que, al margen del celo o de la curiosidad profesional, concepto vagoroso y dif¨ªcil de valorar, se conculc¨® el Libro de estilo al no citar la fuente.
Una menci¨®n expresa al peri¨®dico que public¨® la inocentada hubiera aliviado el fiasco y quiz¨¢s hubiese bastado con publicar una fe de errores aclaratoria, tal y como hizo ayer el peri¨®dico coincidiendo con un nuevo n¨²mero de Babelia.
Pero, al no mencionar el origen, el periodista asume la noticia como propia; es decir, como elaborada directamente por ¨¦l mismo, hasta el punto de citar con comillas reproches de alg¨²n editor al que ha resultado ser ap¨®crifo novelista.
En fin, conviene anotar las fechas del 28 de diciembre, en Iberoam¨¦rica, y del 1 de abril, en Europa, hasta conseguir que la estad¨ªstica de estas agudas muestras del ingenio period¨ªstico quede reducida a cero.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 91 337 78 36.
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