Inventario de momias
Paseo por las veneradas reliquias vascas y descripci¨®n de sus poderes sobrenaturales
No se alarmen. El t¨ªtulo de esta entrega no incluye a ning¨²n personaje vivo. Si el enunciado estuviera redactado en primera persona del singular -La momia, un remake del m¨ªtico film que consagr¨® a Boris Karloff- podr¨ªa resultar equ¨ªvoco y dar¨ªa paso a todo tipo de alegor¨ªas y especulaciones: ?Qui¨¦n es la momia? ?A qui¨¦n se refieren? Con objeto de evitar oscuras interpretaciones, interesadas asociaciones y posibles llamadas de aludidos, dir¨¦ que vamos a hablar sin temores, tapujos ni cortapisas de momias vascas aut¨¦nticas, de reliquias veneradas del pasado, de cuerpos incorruptos a los que se les conceden poderes sobrenaturales y capacidades ilimitadas.
Siete es un n¨²mero cabal¨ªstico, siete eran los jinetes del Apocalipsis, siete las provincias del mapa identitario, algunos no paran de hacerse c¨¢balas sobre el S¨¦ptimo de Caballer¨ªa y siete son las momias que completan este inventario.
Momia: 'd¨ªcese del cad¨¢ver que se deseca con el paso del tiempo sin entrar en putrefacci¨®n', no confundir con momio: 'lo que se da u obtiene sobre lo que corresponde leg¨ªtimamente', ni con mamia, 'cabra de una sola ubre' y por derivaci¨®n leche que cuaja de esa teta. Leo tambi¨¦n c¨¢bala en el diccionario: 'Conjunto de doctrinas teos¨®ficas basadas en las Sagradas Escrituras que, a trav¨¦s de un m¨¦todo esot¨¦rico de interpretaci¨®n y transmitidas por v¨ªa de iniciaci¨®n, pretenden revelar a los iniciados doctrinas ocultas acerca de Dios y del mundo'. Cavilando estaba sobre la c¨¢balas cuando el dibujante me puso en mis cabales: 'Al grano, aqu¨ª hemos venido a hablar de momias vascas'.
Siete momias, siete son, ni una menos ni una m¨¢s, seres o enseres capaces de obrar milagros, aunque est¨¦n m¨¢s tiesos que la mojama. La incorruptibilidad de los cad¨¢veres siempre ha sido interpretada como una preservaci¨®n del poder divino, reservada para algunos de sus hijos m¨¢s significados, como debi¨® ocurrir con el santu beltza de Errigoiti (Vizcaya), llamado as¨ª porque todo el mundo cre¨ªa que se trataba de la momia de un negro, hasta que fue sometida a un severo proceso de limpieza y conservaci¨®n. Entonces -nunca mejor dicho-, s¨®lo entonces, las cosas quedaron definitivamente aclaradas. El primer domingo que sigue a la festividad de San Antonio cientos de fieles se acercan hasta la iglesia del pueblo para venerar al gorputz santue, cuerpo santo e incorrupto que, seg¨²n dicen, cura la tartamudez. La momia fue hallada en 1560 por dos infantes ya difuntos, quienes al descubrirla quedaron sin habla a causa de la impresi¨®n
Tambi¨¦n hoy existen personas sensibles que al presenciar determinadas apariciones de personajes p¨²blicos y escuchar sus declaraciones pierden la voz y s¨®lo alcanzan a decir 'no tengo palabras'. Durante el rato que dura su asombro permanecen tan mudas como perplejas, casi momificadas. Este efecto tiene consecuencias perniciosas. Puede llegar a producir sue?os, pesadillas y terribles jaquecas. Para males semejantes existen remedios de otras momias en otros ¨¢mbitos.
Vestida con su camisita y su canes¨², una esclavina y una capa, se exhibe In¨¦s de Otalora en la Iglesia de San Juan Bautista de Mondrag¨®n. La noble guipuzcoana -quien por cierto cas¨® requetebi¨¦n en Valladolid con un majo chico castellano- quiso que su cad¨¢ver fuera trasladado al pueblo que le vio nacer. De apariencia tranquila y reposada, Santa In¨¦s -que todav¨ªa conserva u?as y larga melena rubia- alivia las pesadillas y ahuyenta los malos sue?os. Resulta momia muy recomendable para tiempos de alucinaci¨®n, espejismo y delirio.
En la Iglesia parroquial de Bujanda (?lava) se conserva el fiambre de un individuo de estatura media y edad senil. Parece que se trata de San Fausto, a quien acuden en romer¨ªa desde los pueblos cercanos con la intenci¨®n de realizar rogativas para la fertilidad de los campos y la fecundidad de las mujeres. Y en la ermita de San Pablo, en Labiano, (Navarra), revestida de tules y gasas, se adivina la momia de Santa Felicia, a la que se atribuyen propiedades curativas contra las cefaleas. 'Es m¨¢s eficaz que el Gelocatil', se?ala , a modo de santo y se?a publicitario, un navarrico fiel devoto de la momificada santa.
A los que siempre est¨¢n mentando a Franco seguro que les viene a la memoria el brazo incorrupto de Santa Teresa. La reliquia, m¨¢s que un brazo parec¨ªa un tub¨¦rculo enmohecido, una patata en forma de mu?¨®n que, cuando no era paseada bajo palio en procesi¨®n, pasaba largas temporadas en un habit¨¢culo del Pardo. De la m¨ªstica de ?vila se conserva m¨¢s bien poco y muy repartido. Si embargo, en el convento de clasura de las Madres Carmelitas de Pamplona guardan el cuerpo entero de su prima, Santa Catalina. La momia no recibe visitas. Pero las hermanas aseguran que 'est¨¢ como una rosa'.
Para completar el inventario proponemos un recorrido de miniturismo por Astigarraga, donde la primera sidra del a?o -txotx!- ha salido clara, mientras la momia de Leonor de Calbo permanece en su oscuro letargo del Convento de las Agustinas. Sus restos tienen algo en com¨²n con la saga sidrera de los Zapiain: ambos son reliquias locales, muy veneradas.
Finalmente, se acaba el inventario abriendo el s¨¦ptimo sello, con el secreto mejor guardado de la s¨¦ptima momia, que en realidad son dos: la pareja formada por los condes de Durango Nunio S¨¢nchez y su mujer Leguncia. Los t¨®rtolos se las promet¨ªan felices en su nidito de amor de la Iglesia de Echeverr¨ªa en Elorrio hasta que un profanador de tumbas, un cortador de cabezas, les levant¨® el tiesto de un tajo. Hoy sus huesos descansan en el Museo Arqueol¨®gico de Bilbao, donde en ocasiones se escucha cantar al decapitado conde desde la ultratumba: 'Voy a perder la cabeza por tu amoooor'....
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