Violencia, imagen negativa y turismo
El sector empresarial e institucional tur¨ªstico vasco ve, peri¨®dica y/o permanentemente, condicionado su funcionamiento por la presencia de la violencia e inseguridad y la consiguiente idea-imagen negativa exterior. Es el turismo un sector altamente dependiente del entorno donde se halla ubicado. Ni que decir tiene, que las caracter¨ªsticas f¨ªsicas del destino tur¨ªstico vasco marcan y configuran su personalidad como producto dentro de los diferentes mercados emisores y frente a la competencia. Sin embargo, no es solamente el entorno f¨ªsico lo que determina nuestra realidad, sino que el actual clima social reinante llega a condicionar tanto o m¨¢s que las propiedades f¨ªsicas del mismo.
Este componente influye muy directamente en el sector debido a la naturaleza del fen¨®meno tur¨ªstico, con altos componentes de optimizaci¨®n, de ocio, recreaci¨®n, tiempo libre, etc., que se muestra muy sensible ante cualquier alteraci¨®n de signo contrario o negativo. A ello hay que a?adir que, las demandas tur¨ªsticas exigen mayores dosis de calidad global en los destinos, y entre ellas, la certeza o garant¨ªa de encontrar o descubrir un escenario f¨ªsico armonioso con el correspondiente clima social normalizado.
Las alteraciones negativas producidas por la violencia, la inseguridad y su correspondiente reflejo exterior generan en los destinos y en los agentes p¨²blico-privados reacciones de vulnerabilidad, retraimiento, indefensi¨®n, as¨ª como actitudes contradictorias: autojustificaciones, par¨¢lisis, perplejidad. Todo ello hace que se intente gestionar, de manera m¨¢s o menos acertada, las repercusiones que sobre el sector tienen dichos hechos negativos y su correspondiente imagen externa. Se pone en marcha, as¨ª, una gesti¨®n a?adida o de contenci¨®n, casi siempre a posteriori y a remolque de los acontecimientos, lo que hace que prime la reacci¨®n inmediata frente a la actuaci¨®n m¨¢s serena y planificada.
A ello hay que a?adir que los efectos de la violencia son normalmente de rango y dimensi¨®n superior, sobre los que el sector tur¨ªstico vasco y su gesti¨®n de contenci¨®n no tienen la necesaria capacidad de control, interlocuci¨®n y/o arbitraje.
Convendr¨ªa que, para salir de ese c¨ªrculo de impotencia generalizada, fuera el propio sector quien se chequeara, para saber exactamente en qu¨¦ situaci¨®n se encuentra. Saber si se es capaz de seguir conviviendo en el estado actual o si, por el contrario, ¨¦ste se hace del todo insostenible; despejar esta inc¨®gnita es un factor indispensable para cualquier toma de decisi¨®n posterior.
Evitar definirse se puede convertir en la actitud m¨¢s c¨®moda y estrat¨¦gicamente m¨¢s aconsejable. Sin embargo, ello conduce a la persistencia de la ya comentada falta de control y a la impotencia generalizada, con los consiguientes costes productivos y de debilidad en el poder de atracci¨®n. Si se considera que la situaci¨®n es o llega a ser del todo preocupante, estimular la impopular 'alarma tur¨ªstica' frente a posturas m¨¢s conservadoras o continuistas podr¨ªa convertirse en el primer paso para intentar gestionar un sector y su ?crisis? de forma integral e integradora.
I?aki Garmendia es consultor tur¨ªstico.
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