El hospital m¨¢s deseado
El centro sanitario militar de Sevilla s¨®lo usa un centenar de las 470 plazas de las que dispone
No parece un hospital; cualquiera dir¨ªa que es un hotel. 'Ni siquiera tiene olores... ?sos que son tan caracter¨ªsticos de los centros sanitarios', observa en voz alta un trabajador que recorre los pasillos relucientes y desiertos. Son las 11 de la ma?ana de un viernes y las habitaciones, como las consultas, est¨¢n vac¨ªas. En las salas de espera de pediatr¨ªa, oftalmolog¨ªa o radiolog¨ªa, por citar s¨®lo a algunas, destaca la soledad de los confortables sillones alineados de cuero repujado... Como si fueran reliquias de un pasado otrora glorioso. No se ve un alma por aqu¨ª. Y, sin embargo, este es el hospital militar Vigil de Qui?ones de Sevilla, el segundo m¨¢s importante que el Ministerio de Defensa tiene en Espa?a, despu¨¦s del G¨®mez Ulla de Madrid.
Son 12 plantas. 83.016 metros cuadrados en los que se asienta un complejo hospitalario de primer orden. Aqu¨ª no falta de nada. Hay helipuerto, varias cafeter¨ªas, la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada en algunos servicios, cirug¨ªa experimental... El confort y la calidad de las instalaciones salta a la vista.
El Vigil de Qui?ones tiene 240 habitaciones individuales y una capacidad m¨¢xima de 750 camas, de las que s¨®lo hay en uso 280. Pero apenas se utilizan 100. Cuenta con 29 especialidades, algunas de prestigio internacional como la de psiquiatr¨ªa. Aqu¨ª no se sabe qu¨¦ son las listas de espera. 'Aqu¨ª, llegas por la ma?ana y el especialista te atiende el primero; nunca hay nadie delante de ti', dice un trabajador. Y si se trata de operarse, no hay m¨¢s que avisar: los cinco quir¨®fanos que tiene el hospital est¨¢n casi siempre vac¨ªos.
Gonzalo Ram¨ªrez, representante sindical de la CGT asegura que no pasan de diez las personas que ingresan al d¨ªa, por t¨¦rmino medio, en el hospital. Con las altas ocurre otro tanto. El viernes pasado, hasta las 13 horas, s¨®lo hubo dos ingresos y ocho altas. Y en las listas para visitar a un especialista, sea ¨¦ste el que sea, raro es el d¨ªa que se cita a m¨¢s de cuatro o cinco personas.
As¨ª las cosas, el Ministerio de Defensa ha anunciado que va a desprenderse antes de que concluya el a?o 2003 de este gigante hospitalario en el que prestan sus servicios 781 trabajadores civiles y 110 militares. Nada se sabe cuanto dinero est¨¢ costando ahora mantenerlo abierto. Diversas fuentes consultadas especulan con una cifra en torno a los 20.000 millones de pesetas anuales. Defensa no suelta prenda y la Consejer¨ªa de Salud dice ignorar por completo este dato.
En lo que s¨ª est¨¢ de acuerdo todo el mundo (partidos pol¨ªticos, sindicatos, ayuntamientos, instituciones sociales, organizaciones de vecinos) es en que el Vigil de Qui?ones, como patrimonio p¨²blico que es, debe pasar a la red hospitalaria p¨²blica, 'sin que cueste una peseta', precisan en la Consejer¨ªa de Salud. De hecho, la plataforma creada para la defensa del paso de este hospital al Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha recogido ya m¨¢s de 40.000 firmas, entre las que se encuentran la del obispo de Sevilla, Monse?or Carlos Amigo, y la de los representantes de las cofrad¨ªas sevillanas.
De los datos econ¨®micos, 'nadie sabe nada', confirma Ram¨ªrez, 22 a?os trabajando en el mantenimiento del hospital y activo sindicalista. As¨ª justifica ¨¦l su lucha por el uso p¨²blico del centro: 'Para que no se pierda este recurso sanitario excepcional cuando tenemos tantas carencias asistenciales en Sevilla'.
Lo ¨²ltimo es que Defensa ha remitido una carta a la Consejer¨ªa de Salud en la que le anuncia que desea iniciar negociaciones. Defensa quiere dinero, pero no se sabe cuanto. 'Lo que estipulen los t¨¦cnicos para estos casos; nada de obtener plusval¨ªas con el hospital', afirma el General Jos¨¦ Luis P¨¦rez Piqueras, su director. El Ministerio de Defensa impondr¨¢, de entrada, dos condiciones: que no se despida a ning¨²n trabajador y que el edificio siga us¨¢ndose como hospital.
Salud, sin embargo, que no cierra las puertas para hallar una pronta soluci¨®n, 'sea la que sea', no est¨¢ dispuesta a pagar ni un duro. 'El acuerdo al que espero que llegaremos pronto', dice el consejero Francisco Vallejo, 'tiene que pasar siempre porque el hospital militar reporte un beneficio para al usuario del sistema sanitario p¨²blico'.
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