Pinochet culpa de las desapariciones a los mandos regionales del Ej¨¦rcito
Guzm¨¢n decidi¨® a ¨²ltima hora, y acogiendo las recomendaciones de los m¨¦dicos, reducir el interrogatorio, que contemplaba originalmente 15 preguntas, a s¨®lo cuatro, que eran realmente las m¨¢s relevantes por estar relacionadas con las pruebas que inculpan a Pinochet.
La primera pregunta fue si le encomend¨® o no al general Sergio Arellano Stark, como delegado suyo, efectuar un viaje en septiembre y octubre de 1973 y qu¨¦ objeto tuvo ese viaje. Pinochet respondi¨®: 'La raz¨®n del viaje se debi¨® a que su misi¨®n era acelerar los procesos para instar a su pronta terminaci¨®n, los que hab¨ªa que condenar, sentenciarlos, y para aquellos que no ten¨ªan m¨¦rito, sobreseerlos'.
Inmediatamente, la secretaria del juez le exhibi¨® al acusado el oficio original 2425/376, fechado en Antofagasta el 31 de octubre de 1973, firmado por Joaqu¨ªn Lagos Osorio, comandante de la zona militar, donde ¨¦ste le daba a conocer a Pinochet los excesos de la misi¨®n de Arellano. Dicho texto le fue devuelto a Lagos Osorio con correcciones de pu?o y letra de Pinochet.
As¨ª, se le exhibi¨® la anotaci¨®n escrita con letra roja en la segunda p¨¢gina, como tambi¨¦n una fotocopia ampliada en colores, ante la cual Pinochet reconoci¨®, de inmediato y sin titubear, su letra. Tras leer la totalidad del documento, el ex jefe militar se?al¨®: 'Lo que aparece en el resumen como personas ejecutadas por orden del comandante en jefe del Ej¨¦rcito, 53, es absolutamente falso. Yo no soy ning¨²n criminal, por lo dem¨¢s, los encargados de los procesos de las personas detenidas eran los comandantes de las respectivas guarniciones'. La misma respuesta dio Pinochet cuando Guzm¨¢n le consult¨® si una vez que supo todos los excesos de la comitiva de Arellano adopt¨® o no medidas correctivas.
Luego Guzm¨¢n le pregunt¨® si dio ¨®rdenes de fusilar a detenidos al general Arellano. 'En realidad, de que hoy me acuerde de todo es imposible, yo en ning¨²n momento orden¨¦ fusilamientos de nadie...'.
Respecto de por qu¨¦ no se entregaron los cuerpos a los familiares, Pinochet dijo que 'si ello ocurri¨® la raz¨®n est¨¢ en que muchas veces los cuerpos de las personas fallecidas eran retirados por sus propios familiares, y entre otros casos, como se trataba de terroristas y ¨¦stos se encontraban indocumentados, era dif¨ªcil su identificaci¨®n y nadie sab¨ªa d¨®nde quedaban los cuerpos, porque nadie los reclamaba'.
La ¨²ltima pregunta fue por qu¨¦ se produjeron esos excesos, insistiendo en por qu¨¦ no se entregaron los cuerpos. La respuesta de Pinochet fue tajante, poniendo fin al interrogatorio: 'Respecto de lo primero, eso no lo s¨¦; respecto de lo segundo, ya lo respond¨ª'.
En tanto, el juez Juan Guzm¨¢n, en declaraciones exclusivas al canal 13 de televisi¨®n chileno, dijo que el interrogatorio se 'llev¨® de muy buena manera, con mucha cordialidad. Estoy muy conforme'. Respecto de la impresi¨®n que se llev¨® del estado de salud de Pinochet, Guzm¨¢n advirti¨® que no es especialista m¨¦dico, pero que le pareci¨® una persona 'extremadamente normal, de gran correcci¨®n, de gran valent¨ªa, de gran caballerosidad', agregando que se dio cuenta que se trata de un 'se?or mayor'.
El magistrado se tom¨® desde ayer unos d¨ªas de vacaciones, pero en su despacho ya le espera una solicitud de los abogados querellantes en orden a procesar criminalmente a Pinochet a la mayor brevedad, pues, a juicio del querellante Eduardo Contreras, el problema no es si camina con dificultad, si come con dificultad o si habla con dificultad, sino que ya 'est¨¢ comprobado que su raz¨®n est¨¢ perfectamente bien y su mente l¨²cida, por lo que debe ser procesado y condenado'. Guzm¨¢n otorg¨® la libertad provisional, previa consulta a la Corte, al ex director de la DINA Manuel Contreras, quien cumple su condena por el asesinato en Washington del ex canciller Orlando Letelier. Hasta que no lo resuelva la Corte, Contreras cumplir¨¢ detenci¨®n domiciliaria por estar procesado en los secuestros calificados de varios dirigentes comunistas en 1976.
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