Setas para aprender y comer

La alhucema, nombre de origen ¨¢rabe que en la localidad granadina de Iznalloz dan al espliego, supuso durante d¨¦cadas una fuente de ingresos para los habitantes de Sierra Arana. Los acatucitanos, gentilicio de los nacidos en el municipio, buscaban en el monte las preciadas flores de esta planta, de la que se obtienen aceites esenciales muy usados en perfumer¨ªa. Aunque algunas familias a¨²n la recolectan, la costumbre desapareci¨® casi por completo hace dos d¨¦cadas. Como vestigios de la tradici¨®n permanecen en el espectacular paraje natural de El Sotillo los oxidados alambiques que los lugare?os utilizaban para destilar las esencias.

Hoy, el perfume del espliego sigue embriagando a los visitantes de Sierra Arana, un macizo situado en el centro de la provincia de Granada cuyas cimas alcanzan cotas ligeramente superiores a los 2.000 metros. El turismo a¨²n no ha fijado su mirada m¨¢s agresiva en la comarca, cuyos responsables pol¨ªticos han querido que sean las setas y no la alhucema el principal reclamo para los visitantes.

Con este fin abri¨® hace cuatro meses el Museo Micol¨®gico de Iznalloz, uno de los pocos, si no el ¨²nico, de su categor¨ªa que existe en Andaluc¨ªa. En sus cuatro salas se muestran 153 fotograf¨ªas de las especies de hongos y trufas m¨¢s comunes de la provincia y de la regi¨®n, acompa?adas de un detallado comentario de los h¨¢bitat donde nacen, su distribuci¨®n y una breve descripci¨®n.

Aunque los contenidos m¨¢s atractivos para los escolares que lo visitan son las cuatro grandes maquetas que reproducen diversas especies a tama?o natural y sobre el tipo de suelo en el que nacen. 'Las que m¨¢s llaman su atenci¨®n son, l¨®gicamente, las venenosas, como la Amanita muscaria y la Amanita phalloides', explica Bienvenido Rodr¨ªguez, encargado del museo municipal.

La Sierra de Arana no es una zona excesivamente rica en diversidad de setas. Abundan eso s¨ª, los n¨ªscalos (Lactarius deliciosus) bajo los pinos centenarios de El Sotillo, y la seta de cardo cuco (Pleurotus eryngii), ambas muy apreciadas en cocina. Entonces, ?por qu¨¦ se cre¨® un museo de setas?

La iniciativa parti¨® hace un par de a?os del Ayuntamiento de Iznalloz, que pens¨® que ser¨ªa un original atractivo tur¨ªstico y un uso ideal para la antigua casa forestal en la que se ubica. Para su desarrollo cont¨® con la ayuda econ¨®mica de la Consejer¨ªa de Turismo y Deportes de la Junta de Andaluc¨ªa.

En la planta baja del remozado edificio existe un sal¨®n donde se muestra a los, por ahora, escasos visitantes un v¨ªdeo did¨¢ctico sobre las setas. El museo s¨®lo cierra los lunes y la entrada cuesta 200 pesetas. Los fines de semana, en el peque?o bar con chimenea de la planta baja, se pueden degustar setas guisadas de diferentes modos.

La zona est¨¢ en pleno desarrollo tur¨ªstico y el museo puede ser s¨®lo un pretexto para visitarla. A un kil¨®metro de ¨¦l se encuentra la zona recreativa de El Sotillo. Este invierno, la abundancia de lluvias ha dibujado un paisaje espectacular. Lo ha cubierto de un espeso manto verde que contrasta con el gris y el blanco de las cumbres rocosas y nevadas de Sierra Arana.

Se?alizaci¨®n de rutas

'Para este verano, estar¨¢ lista la se?alizaci¨®n de varias rutas que ya se pueden recorrer a pie', explica Bienvenido. ?l tambi¨¦n es el encargado de los alojamientos tur¨ªsticos municipales, ocho antiguas casas forestales que han sido rehabilitadas.

Los alojamientos son austeros pero acogedores. Cinco de ellos est¨¢n amueblados y cuestan 6.000 pesetas por d¨ªa; otros tres no tienen mobiliario, lo que reduce su precio a 2.000 pesetas. Asequibles, ya que caben hasta seis personas holgadamente y tienen chimenea. La le?a, eso s¨ª, se paga aparte. 'La casa se mantiene caliente con unas 2.000 pesetas al d¨ªa', aclara el encargado.

El horno comunal de estas casas, ahora en desuso, ser¨¢ restaurado en el futuro para albergar una oficina de informaci¨®n tur¨ªstica.